Ni la lluvia detuvo a las mujeres que se tomaron la noche en Bogotá

Ni un torrencial aguacero opacó las arengas de cientos de mujeres que en un río púrpura alzaron su voz a la par que caía la lluvia. La jornada de movilizaciones en el marco del Día de la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres en Bogotá, inició en la Galería Transfeminista ‘Siemprevivas’, - un espacio de murales en el centro de la ciudad que ha sido blanco de ataques machistas - con una feria de emprendimientos de mujeres y diferentes muestras artísticas como obras de teatro, música en vivo y performance.

Al caer la noche, la multitud de mujeres e identidades diversas empezaron a movilizarse por una de las principales vías de la ciudad al ritmo de las batucadas y al grito de la consigna ‘Vivas Nos Queremos’. Entre ellas, Jennifer Sarmiento, una joven activista que a pesar del frío sentía que no debía estar en un lugar diferente que allí, exigiendo justicia. “Estoy aquí por todas las mujeres y niñas que han sido abusadas y maltratadas, siendo alguien que ha pasado por eso. También estoy aquí por todas esas mujeres que ya no pueden hacerlo porque las asesinaron. No quiero quedarme callada”, afirmó.

La marea purpura que se abrió pasó entre el tráfico y llegó finalmente a la ‘Plaza de la Hoja’, un punto que en los últimos años ha sido lugar de encuentro y reapropiación por parte del movimiento feminista y donde culminaría la noche. A este lugar se unirían las marchas provenientes de otros puntos de la ciudad. En la plaza se continuó con un mercado autogestionado y otras iniciativas novedosos como una carpa con cápsulas informativas sobre escrache, rutas de acceso para víctimas de violencia sexual, entre otras.

De forma paralela, en la tarima principal fueron haciendo presencia más de una decena de artistas de teatro, música, y performance. Paulina Hurtado, una de las voluntarias encargadas de garantizar la seguridad de las mujeres que marcharon, como integrante del esquema de derechos humanos de Somos un Rostro Colectivo, Plataforma de articulación y planeación de las movilizaciones feministas en Bogotá, habló con EL PAÍS y le explicó por qué estaba en las calles: “Hoy salimos a decir: ya no más. Le pedimos al Estado garantías para vivir en paz, para que se haga justicia, para que paren los feminicidios”.

El lema de esta edición fue la #NocheSinMiedo con la intención de reivindicar el derecho de las mujeres a la ciudad y a los espacios nocturnos seguros. En otras ciudades e incluso pequeños municipios también se registraron numerosas acciones para exigir el cese de las violencias que se ejercen hacia las mujeres, ejemplo de ello fueron Medellín, Cali, Barranquilla, Pasto, Santa Marta, en las que las convocatorias fueron ampliamente concurridas. Uno de los eventos más grandes del día se realizó en Quibdó, Chocó donde con la presencia de más de 400 mujeres, se instaló el primer Puesto de Mando Unificado por la Vida de las Mujeres de la mano de la Consejera para la Equidad, Clemencia Carabali y la vicepresidenta, Francia Márquez. Allí las delegadas del Gobierno aprovecharon para socializar el Plan de Garantías para Defensoras de Derechos humanos y Lideresas Sociales, uno de los proyectos insignia de la Consejería Presidencial para la Equidad y su plan para mitigar el riesgo que sufren las mujeres en los territorios con altos índices de conflicto armado, ya no solo por su condición de género sino además por su trabajo en las comunidades.

El país cierra otra jornada de numerosas movilizaciones a lo largo y ancho de su territorio, una fecha que este año ha estado marcada por numerosos hechos de violencia machista que se han vuelto noticia recientemente y que según oenegés feministas suma alrededor de 500 feminicidios. Un panorama que deja en evidencia que la garantía plena de derechos para las mujeres y niñas en Colombia todavía constituye una deuda urgente por saldar, no solo por parte del Estado, sino también por la sociedad en su conjunto.

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