El Senado elige a Juan Carlos Cortés como nuevo magistrado de la Corte Constitucional

La mayoría ha sido arrolladora. El Senado escogió este martes a Juan Carlos Cortés, un abogado de la Universidad del Rosario que fue viceprocurador entre los años 2016 y 2020, como nuevo magistrado de la Corte Constitucional. Cortés, que ha sido defensor del acuerdo de paz de 2016 y de la justicia transicional, entra así a reforzar el bloque de tendencia liberal del alto tribunal y releva a Gloria Ortiz, con lo que la primera Corte con una mayoría femenina, escogida a finales del año pasado, ha tenido una vida fugaz.

Con el apoyo de las mayorías afines al Gobierno de Gustavo Petro, Cortés, que partía como favorito, acumuló 84 votos de diversas bancadas, por apenas 4 para Sonia Patricia Téllez y 3 para Bárbara Liliana Talero, con un solo voto en blanco. Con estudios de especialización y maestría en España y México, el nuevo magistrado fue viceprocurador de Fernando Carrillo luego de haber sido viceministro de Trabajo del liberal Rafael Pardo en el primer periodo de Juan Manuel Santos (2010-2018).

En el diseño institucional que adoptó Colombia con la carta política de 1991, que se propone un tribunal plural y diverso, el Senado escoge a cada nuevo magistrado para periodos de ocho años a partir de ternas que tienen distintos orígenes. Tres de esas ternas corresponden al presidente –Petro podrá presentar dos ternas en su periodo–, tres a la Corte Suprema de Justicia, como la votada este martes, y las tres restantes al Consejo de Estado.

Cortés es también el primero de la nueva camada de magistrados de una Corte Constitucional que tendrá un rostro distinto para 2026, un año de elecciones presidenciales y legislativas. El actual Senado de la República, donde el Gobierno de Petro ha arrancado su mandato con amplios respaldos, tendrá la última palabra para escoger también el reemplazo de otros cinco de los nueve magistrados. Como ha ocurrido en el pasado, el Ejecutivo puede encontrar un contrapeso importante en el constitucional, que entre otras labores puede bloquear decretos por vicios de fondo o de forma que tengan que ver con su constitucionalidad.

En Colombia, un estado laico pero de tradición católica, muchas libertades individuales han avanzado a golpe de sentencias de la Corte, por lo que algunas de sus decisiones se han topado con el rechazo de los sectores más religiosos y conservadores. Cortés, apuntan los observadores, refuerza la tendencia progresista, proclive a respaldar el acuerdo de paz, en un bloque que incluye a los magistrados Antonio Lizarazo, Alejandro Linares, Diana Fajardo, José Fernando Reyes y Natalia Ángel –elegida a finales del año pasado–.

La decisiones de la Corte Constitucional, a la vanguardia de América Latina en temas como el aborto, impactan profundamente la vida de los colombianos, pero los procesos de selección de los magistrados muchas veces pasan desapercibidos para la opinión pública. También suelen agitar el debate público, como evidencian otros fallos sobre temas que despiertan debates como la eutanasia para pacientes no terminales, la fumigación de cultivos ilícitos con glifosato –un herbicida potencialmente cancerígeno– o el que ordenaba al Gobierno de Iván Duque garantizar la seguridad y la vida a los excombatientes de la extinta guerrilla de las FARC.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.