El controvertido jefe de policía: antiabortista, homófobo y en contra de la eutanasia
El elegido por Petro para comandar la seguridad también está en contra de Halloween: “es la estrategia satánica para inducir a los niños al ocultismo”
En la sala de juntas de la Policía Nacional no solo se exponen placas de condecoración. Un crucifijo sobresale en medio de cuatro banderas —entre ellas la de Colombia y la de la Policía —cuidadosamente acomodadas como fondo de la silla principal que ocupa el director general de la institución, el mayor general Henry Armando Sanabria. Frente a él, sobre la mesa de madera en el lugar de reuniones, conserva una estatuilla de la Virgen con el Niño Jesús de brazos. A los pies de la imagen, hay una estampa, también de la Virgen, y una cerámica de san José dormido, ícono que adquirió popularidad entre los creyentes por la fe que le ha profesado el Papa Francisco.
Las representaciones católicas que acompañan al mayor general Sanabria en su oficina, desde que asumió el cargo el pasado mes de agosto, reflejan su devoción. Desde años antes de ser designado por el presidente de la República, Gustavo Petro, el oficial había expuesto sus convicciones en redes sociales y en manifestaciones religiosas. Rechaza abiertamente el aborto, que es legal en el país hasta la semana 24 de gestación por decisión de la Corte Constitucional, a partir de febrero de este año; ha condenado el matrimonio igualitario, la unión libre y la eutanasia, todo ello actualmente permitido en Colombia.
El nombramiento del mayor general Sanabria, administrador policial y abogado de 51 años, más de 30 de ellos vistiendo el uniforme, generó un temprano rechazo entre organizaciones sociales, no solo por sus expresiones vistas como antiderechos, sino por denuncias sobre presuntas actuaciones en contra de los Derechos Humanos mientras ejerció como comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena.
En la última semana, volvió a levantar controversia por una publicación que compartió en sus estados de WhatsApp. “No al Halloween, la estrategia satánica para inducir a los niños al ocultismo… Es una fiesta a la hechicería, al paganismo”, decía la imagen que incluía un pasaje bíblico. En el origen de la antigua tradición se creía que los espíritus salían a caminar entre los vivos, pero en Colombia, como en otros países, la noche del 31 de octubre es más una celebración popular en la que miles de niños salen disfrazados a las calles, acompañados de sus padres, a pedir dulces.
El director general ha explicado que, tradicionalmente, la Policía Nacional redobla esfuerzos en esa fecha para proteger a los niños “porque ya hemos tenido hechos asociados a secuestro y homicidios de menores de edad en ritos satánicos”. Hasta el momento, la institución no ha entregado estadísticas o una relación de casos recientes sobre delitos de esta gravedad en días de Halloween.
Para Alberto Linero, reconocido exsacerdote, quien ejerció el presbiterado por 25 años, los reparos a esta fecha no tienen connotación religiosa. “Me parece que es una discusión premoderna, que no reconoce a una sociedad plural. No podemos hacer juicios de los demás desde nuestras creencias”, opina. “Lo que necesitamos es fortalecer la conciencia espiritual de cada persona, que se exprese en valores éticos que garanticen la dignidad de cada ser humano en su existencia y promuevan solidaridad y justicia. Una celebración no es necesariamente una apología a la violencia.”, agrega Linero.
En una entrevista con la emisora Blu Radio, el director general de la Policía se abstuvo de revelar detalles sobre su publicación, aferrándose al artículo 18 de la Constitución. “Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia”, leyó varias veces ante la insistencia de la pregunta.
El mayor general Sanabria, que a diario comparte versículos de la Biblia con sus contactos, es un devoto que transmite sus creencias en la institución que dirige. En otra entrevista ese mismo día, con la W Radio, reconoció haber hecho la advertencia de que ningún oficial casado podría tener compañeras sentimentales por fuera del matrimonio. “Yo tengo que proteger la familia de mis policías, eso lo seguiré haciendo, proteger la familia, la vida y el matrimonio porque esa es la célula de la sociedad. Si no protejo eso como director de la Policía se vienen cosas más complicadas como la corrupción. Siempre coincide que una persona que es infiel en lo poco, es infiel en lo mucho”, afirmó. El veterano periodista Félix de Bedout le controvirtió: “Viera usted la cantidad de corruptos que tienen familias perfectamente organizadas, general”.
El mayor general Sanabria ha reiterado que sus convicciones personales “en nada chocan con la Constitución política de Colombia”, que indica que el fin primordial de la Policía es mantener las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas. “El cristianismo lo que hace es promover lo que la Constitución trae: el derecho a la vida, a la libertad de conciencia, al libre desarrollo de la personalidad. En nada choca, al contrario, se garantiza que una persona que crea en Dios y lo promueva sea una persona que garantice los derechos de todos”, le dijo al mismo medio radial.
También aseveró que ser gay es una decisión personal. “Hay muchísimos jóvenes, no solamente oficiales sino patrulleros, que tienen toda la protección constitucional y mi respeto porque es una decisión individual. Cada persona opta por diferentes formas de ver la vida, es su libre desarrollo de la personalidad”.
Organizaciones que trabajan en la defensa de derechos de lesbianas, gays, bisexuales y personas trans se han declarado vigilantes para que las convicciones religiosas no pongan en riesgo la igualdad de derechos, ni sus luchas históricas por la dignidad. “La orientación sexual homosexual es tan válida y natural como lo es para alguien heterosexual”, asegura Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa.
El día que el mayor general Henry Sanabria asumió como director general de la Policía Nacional, Petro subrayó que “la Constitución del 91 es clara. La Policía es para la defensa de los derechos y las libertades de todas y todos los ciudadanos”. Tendrá que demostrar que no ejerce su cargo aferrado a sus creencias personales ni la Biblia.
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