Providencia, otro legado polémico de Duque

La reconstrucción de la isla de Providencia, devastada durante el huracán Iota a finales de 2020, fue uno de los temas más sensibles para el expresidente Iván Duque prometió hacerlo en 100 días y se enfrentó a críticas porque siete meses después de la tragedia había pobladores durmiendo en carpas. Tras salir del gobierno, es otro de los legados que deja y que son objeto de críticas, como ha pasado con su política exterior, su lucha contra las drogas o la política de paz con legalidad.

Duque despidió su mandato con un viaje a la isla y dijo que entregaba “una nueva Providencia”, con una renovación del 95%. Pero su sucesor, Gustavo Petro, aseguró este domingo que en la isla solo hay “zozobra”, puso en duda el valor promedio de la construcción de viviendas en la isla y pidió que se investiguen presuntos sobrecostos. “¿Cómo puede valer en Providencia una casa en concreto, con tejas de zinc, muchas veces algo de estructura de acero, $600 millones de pesos [unos 140.000 dólares]?”, se cuestionó el actual presidente. Sin embargo, no especificó cuántas casas tenían ese valor y en el proceso hubo distintos tipos de construcción, algunas con mezcla de materiales y seguridad antihuracanes.

Las palabras de Petro el domingo en la noche tras un recorrido por la isla han puesto a los órganos de control a trabajar el lunes para precisar los datos. La Contraloría General informó que este miércoles entregará un corte de cuentas público; la Procuraduría, según reveló el diario El Tiempo, encontró fallas estructurales y de planeación en algunas de las casas entregadas.

Los isleños ya habían denunciado esos problemas en redes sociales. “No dejen que las apariencias engañen. Aunque muy linda por fuera, gracias al trabajo de intervención, mi casa es un colador”, escribió Marcela Ampudia, y mostró un video en el que la lluvia se filtraba por las paredes de su nueva vivienda. En los comentarios, otros pobladores evidenciaban los problemas de madera con hongos y daños en los materiales. Constructores e ingenieros que han trabajado en la isla dicen que la distancia de Providencia, ubicada a 1.250 kilómetros de Bogotá y 720 kilómetros de la costa caribe colombiana, encarece los materiales. Para Petro esa una excusa porque, según él, todo fue transportado por la Armada.

El presidente se esforzó por marcar una distancia simbólica con su antecesor. Visitó el Campamento Dignidad, donde se reúnen muchos de los raizales críticos de la reconstrucción, escuchó sus denuncias y se transportó en mulas, como se conoce a los vehículos tradicionales de la isla, y no en cuatrimoto como lo hizo Duque en medio de críticas. “En el recorrido siguieron derecho y no entraron al campamento, pero el Presidente (Petro) lo supo y después del almuerzo se vinieron para acá, donde se han gestado muchas luchas”, dice Arelys Fonseca, líder de una junta de acción comunal de la isla.

Otro de los hallazgos de la Procuraduría tiene que ver con el rebosamiento de pozos sépticos. Petro dijo que en la reconstrucción fueron destruidas las cisternas, que son “el método de recolección de aguas lluvias que cada familia, tradicionalmente, había construido en la isla,”, y las reemplazaron por tanques de plástico al estilo de los que se usan en las áreas continentales. Durante el huracán de categoría 5, muchas familias sobrevivieron justamente al refugiarse en las cisternas.

La ministra de Vivienda, Catalina Velasco, agregó también que encontraron “enormes costos en la planta de salinización”. “Alrededor de 10 o 12 veces más de lo que otras empresas en el país producen el agua potable por metro cúbico”, lo que auguran tendrá un impacto sobre las tarifas de las familias.

El Gobierno se comprometió a acelerar la reconstrucción del hospital de la isla, cuyas obras apenas comenzaron hace un mes. “Añadimos algo que nos pareció insólito: Es que la reconstrucción (de la isla) no haya comenzado por el hospital, cuando precisamente se estaba dando una emergencia. En la isla no hay hospital”, dijo Petro. En la isla, en efecto, solo hay un hospital de campaña, el que se instaló en 2020 cuando el huracán destrozó la isla de 5.000 habitantes.

Hasta ahora el expresidente Duque solo ha compartido videos de la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) para defender la reconstrucción que incluyó como parte de su legado. También lo hizo Susana Correa, la política uribista que fue su gerente para la Reconstrucción de San Andrés y Providencia. “La reconstrucción no se conoce en el paso efímero de una mañana, ni se sustenta con la información de una sola voz. Decisiones estratégicas plasmadas en instrumentos de gestión y de planificación permitieron una intervención integral”, dijo. Niguno de los dos se refirió a los supuestos sobrecostos.

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