Delilah Holliday se mantiene punk: “Las plataformas de ‘streaming’ son un mal necesario”
El album más reciente de la cantante británica hace protesta a diferentes problemáticas sociales mientras pone a bailar sin control
“Yo no decidí lanzar un proyecto en solitario”, explica Delilah Holliday en un tono melancólico durante una conversación en el techo de un estudio de grabación en Ciudad de México. “Simplemente sucedió y fue algo duro. Las ruedas se cayeron naturalmente”, continúa. Antes de comenzar a lanzar canciones por su cuenta, la cantante originaria de Londres formaba parte de una banda de punk tipo Riot Grrrl llamada Skinny Girl Diet junto con su hermana Ursula. A pesar del dolor, no muestra arrepentimientos y resalta que el hecho de estar sola le ha dado una mayor libertad en la versatilidad y la variedad de géneros que puede explorar.
Esto ha incluso cambiado la forma en la que se presenta en el escenario. Mientras que en el pasado era ella y una guitarra, ahora aparece detrás de tornamesas y un computador. Ha cambiado el punk por el techno. “Siento que había muchas similitudes entre los dos géneros. Quería explorarlo, al igual que el ambient, y al final terminé mezclándolo con el comentario social de vivir en Londres, y haber nacido y criado ahí”. El resultado son canciones con ritmos hipnóticos, los cuales baila salvajemente en sus presentaciones, acompañadas de crítica social y política, una tradición en el punk británico.
Holliday creció en Holloway, al norte de Londres, presenciando el incremento de problemas como la asequibilidad de la vivienda en la delincuencia, además de los efectos de la gentrificación, el desplazo de los residentes y la alteración de la composición demográfica de la comunidad. “A veces te puedes sentir impotente frente a esto, y creo que la mejor forma es transmutarlo y convertirlo en arte”, comenta sobre ello.
Lo que ella ha creado es su álbum Invaluable, el cual lo componen dos EPs que publicó a lo largo del año pasado y cuya relevancia no se desvanece. Temas como la delincuencia, la desesperanza por el futuro, drogas y el deseo de cambios (políticos y personales) son adornados por secuencias de ritmo complejas con un toque oscuro que provocan deseo de bailar. Pero también llevan a un momento de introspección: “Creo que lo político se mezcla con lo personal porque te afecta como ser humano. Todas estas decisiones son tomadas por gente que no conocerás y que no le importan las personas normales”, sentencia. Además, explica que este tipo de música le surgió de forma natural.
“Se sintió bien en el momento”, afirma, lo cual era importante, ya que estaba pasando por un momento complicado como compositora. “No me gustaba quién era yo. Pero entonces pensé que eran ‘invaluables’ todas las experiencias que me llevaron a este punto, en el sentido en el que debemos estar orgullosos de nuestras vivencias personales, de nuestro camino, y no en las redes sociales en las que nos podemos perder tanto en nuestra propia mente comparándonos con otras personas. Deberías de estar seguro de tu camino y valorarlo”, siendo ese el origen del título del álbum.
¿Y cómo pierde uno la visión de sus metas? En la industria musical moderna, en la que Spotify determina el éxito (mientras ofrece una recompensa mínima a los artistas), puede ser fácil hacerlo. “Es casi un mal necesario al que te tienes que arrodillar. Pero si hubiera un mundo que no tuviera que ser así, entonces lo escogería. Pero, del otro lado de la moneda, hay música genial accesible para las personas sin importar dónde estén en el mundo. Creo que mientras lo hagas de forma auténtica para ti mismo, te puedes sentir seguro. Pienso que si empiezas a querer entrar a las tendencias de TikTok y que tus números de streaming lleguen a cierto nivel, pierde el alma. Así que uno se debe mantener fiel a uno mismo y hacer lo que ama”. Eso es personal. En cuanto a la audiencia, señala: “Espero que les pueda dar un poco de consuelo con el arte que hago. Y si lo escuchan, que se puedan sentir bien”.
Mirando hacia el futuro, Holliday espera mezclar este nuevo sonido techno con guitarras, mezclando el pasado punk con el presente, en el que ahora se encuentra más segura y libre de hacer lo que quiera. “En otro mundo aún formaría parte de la banda, pero me alegro de no serlo”.
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