¿Quién verdaderamente necesita un ‘smartphone’ nuevo?

¿La batería ya no dura como antes?, ¿se calienta cada vez más rápido?, ¿ya no hay suficiente espacio de almacenamiento y hay aplicaciones importantes que ya no puedes descargar? Quizás no lo sepas, o solo te niegas a aceptarlo, pero tal vez ya sea momento de comprar un smartphone nuevo.

Cierto, cambiar de teléfono no es poca cosa, especialmente ahora que es toda una extensión híbrida y cruzada entre nuestra vida privada y personal; una herramienta que ha trascendido su uso original (hacer llamadas telefónicas) para integrar funciones, amenidades y servicios múltiples.

Además de usarlo de forma recurrente durante prácticamente todo el día (enviar-recibir mensajes, tomar notas, grabar y editar contenidos multimedia, trabajar de forma colaborativa, jugar, tomar fotos, consultar redes, gestionar nuestro dinero, etcétera), las posibilidades de un smartphone nuevo son cada vez más sorprendentes e infinitas y el punto final aún no está escrito.

Durante el primer trimestre de 2024, de acuerdo con datos del Worldwide Quarterly Mobile Phone Tracker de International Data Corporation (IDC), la compra de teléfonos celulares nuevos aumentó 7,8% a nivel interanual, registrando 289,4 millones de unidades en dicho periodo.

El mercado de los smartphones es vasto y variado. Y así como cada marca, familia, gama y modelo integran funciones, prestaciones y experiencias distintas, como usuarios conviene saber qué queremos que el smartphone haga por nosotros y para qué lo usaremos en nuestro día a día.

Además de las alarmas recurrentes que te indican que ya es tiempo de cambiar de modelo, tales como que el sistema operativo ya no se puede actualizar; la batería se descarga en cuestión de un par de horas; el hardware muestra señales de daño; los daños físicos repercuten en su desempeño, se apaga de forma repentina, o su capacidad de almacenamiento está al límite, las razones en el mundo por las que los humanos cambiamos de teléfono son principalmente tres.

En primer lugar, está una cámara de mayor gama, procesadores más rápidos y pantallas más brillantes; le sigue la relación precio-calidad (escaño en donde los smartphones de gama media son el rey) y por último, aunque no menos importante —y una tendencia en especial aumento—, el financiamiento de pagos y planes combinados, en donde los usuarios pueden hacerse de un modelo a la altura de sus gustos y necesidades, gracias a un servicio de internet móvil confiable, completo y asequible.

En este sentido, las tendencias de consumo en el mundo también son claras: marcas como Apple, Samsung, Motorola, Nokia, Kyocera o Google suelen ser opciones versátiles, seguras y recurrentes para un usuario atento que busca el balance entre ocio, productividad, comunicación y seguridad.

Los expertos recomiendan mirar al futuro y evaluar aspectos eventuales. Por ejemplo, el costo de reparación de una pantalla táctil en un teléfono de alta gama suele rebasar los 200 dólares, acercándose al costo total de un modelo de gama media. Esto debería darnos una buena idea: si la reparación rebasa los 300 dólares, quizás sea mejor adquirir un modelo nuevo.

Por otra parte, si bien temas como la actualización o la seguridad son importantes, en ocasiones pueden resultar en un desgaste o pagos de servicios innecesarios (pensemos en nuestra abuela que usa el teléfono para enviarnos stickers y saludos, o en nuestro papá mayor que solo consulta videos de YouTube para aprender a cocinar un nuevo platillo). En casos como el de los celulares de la marca Apple, estos suelen recibir actualizaciones de software durante cinco o seis años, y los dispositivos Android las reciben durante un periodo más corto, de entre dos y tres años.

Vale mucho la pena evaluar también si tal vez es buena idea un modelo anterior, y que proyectes también el grado de uso que se viene a futuro. Si eres alguien que toma muchas fotos en conciertos y paisajes, a su bebé recién nacido o a sus mascotas, pero la cámara de tu teléfono toma imágenes un tanto borrosas, es posible que un dispositivo nuevo con una mejor cámara cambie tu experiencia.

Pero si lo usas para tareas básicas como hacer llamadas, enviar mensajes y navegar por internet, uno más nuevo y más rápido no supondrá una gran diferencia. Acercarte a proveedores certificados puede suponer un teléfono de uso previo a precios mucho más accesibles, a los que podrías sumar paquetes de datos, líneas adicionales e incluso servicios de streaming o juegos disponibles para completar una experiencia digital agradable, provechosa y 100% a tu favor.