“Sonidos relajantes” de deportación o agraviar a Selena Gomez: la Casa Blanca arrecia al trumpismo en redes
Las cuentas gubernamentales de Facebook o Instagram, que tienen en la mira al colectivo LGBT+ o a los indocumentados, han dado un giro radical para difundir la agenda política personal o los mensajes de odio del republicano
El ASMR (respuesta sensorial meridiana autónoma), según algunos científicos, es el incremento de la sensación de relajación al escuchar ciertos sonidos. En un video publicado por la cuenta de la Casa Blanca en la red social X se escuchan ruidos de turbinas de un avión en un aeropuerto, seguido de un agente del ICE que revisa a una persona enmanillada. Posteriormente, se muestra cómo este mismo agente toma los grilletes de una caja y el metal hace ruido al ser levantado y colocado en el suelo de la pista aeronáutica. Más agentes comienzan a esposar a más inmigrantes antes de abordar la aeronave. Se escucha el clic de cuando ajustan los grilletes y los pasos mientras suben la escalinata para abordar el avión. La leyenda que acompaña a este contenido dice: “ASMR: Vuelos de deportación de ilegales”.
El video, publicado el 18 de febrero y que tiene una duración de 41 segundos, al que Elon Musk —CEO de X y asesor de Donald Trump— compartió con un “jaja wow”, plantea la idea de que el horror por el que miles de inmigrantes están atravesando al ser deportados, puede ser una especie de “sonido relajante”. En este primer mes de la Administración del republicano, las redes sociales oficiales de su Gobierno han replicado contenido similar de este tipo y han redireccionado su estrategia en estas plataformas para arreciar y reforzar la narrativa del trumpismo más radical.
En otro video reciente, los perfiles de la Casa Blanca, en redes como Instagram o Facebook, tomaron la reacción de la actriz Selena Gomez, donde llora de impotencia y tristeza por la deportación de inmigrantes, para que mujeres estadounidenses simpatizantes del magnate, cuyas familias fueron “afectadas” o “dañadas” por las acciones de alguna persona indocumentada, increpen a la cantante.
“Al ver ese video es difícil creer si es genuino o real porque es una actriz”, afirma en la grabación Alexis Nungaray, madre de Jocelyn Nungaray, de 12 años, quien murió a manos de dos inmigrantes indocumentados en Texas y cuyo caso fue uno de los pilares del presidente para enardecer a sus simpatizantes y atizar la retórica antiinmigrante durante su campaña. “No sabes por quién estás llorando. Qué pasa con nuestros hijos, quienes fueron brutalmente asesinados, violados, golpeados a muerte y abandonados a su suerte por estos inmigrantes ilegales”, responde también Tammy Nobles a la cantante, por la muerte de su hija Kayla Hamilton, quien fue asesinada por un presunto miembro de la pandilla salvadoreña MS-13.
El ataque a los inmigrantes también ha sido realizado a través de publicaciones como el poema compartido en San Valentín, tachado por muchos como “repugnante” o “malvado”, que expresaba lo siguiente: “Las rosas son rojas / las violetas azules / ven aquí ilegalmente y te deportaremos”. O el mensaje de Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional, en el que lanza una promesa a todo indocumentado que, según ella, entra a Estados Unidos a violar las leyes: “Te perseguiremos. Los criminales no son bienvenidos en este país (...) Nuestras comunidades han sido inundadas con drogas, tráfico de personas y criminales violentos. Esos días se terminaron”, afirma.
“Hemos visto a la Casa Blanca utilizar todos los medios a su disposición para presentar su agenda política y hacerlo de una manera realmente triste para un Gobierno que una vez fue líder en derechos humanos y libertades civiles”, expresa Courtney Radsch, investigadora con especialidad en inteligencia artificial y gobernanza de internet, en respuesta a este tipo de contenido.
La también directora del Centro para el Periodismo y la Libertad, en el Instituto Open Markets, ve una manipulación por parte de Trump para lograr una fusión entre sus motivaciones personales, sus intereses políticos y comerciales para que se haga su voluntad. “Es lo que hace que Estados Unidos ya no sea el mismo país que era antes de su Administración, por cómo presionan indirectamente a las plataformas digitales, que ahora se están arrodillando ante este Gobierno, para promover su política muy retrógrada y antidemocrática”, complementa.
Contra las mujeres trans
Otro foco de los ataques de Trump han sido las políticas de género, diversidad e inclusión. El magnate ha iniciado una campaña de acoso y persecución contra las personas LGTBIQ+, especialmente las mujeres trans. Su más reciente demostración fue la firma de un decreto para que estas personas no participen en el deporte femenino. Como en el caso del video de Gomez, las redes de la Casa Blanca compartieron un video en el cual mujeres, niñas, adolescentes y adultas, reaccionan a una compilación que desde el Gobierno del republicano han denominado como la intrusión de los hombres en los deportes de mujeres.
“Fui permanentemente lesionada por ese atleta transgénero que estaba frente a mí”, afirma una de ellas. “Ninguna persona trans debería dominar jamás un deporte femenino”, afirma otra. “Creo que no es justo que los niños estén corriendo contra niñas”, dice una pequeña frente a la cámara. “Yo lucho por ella”, repiten todas, haciendo énfasis en el pronombre “ella”, reafirmando que el presidente, como lo expresó desde el primer día de su mandato, solo reconoce la existencia de lo masculino y lo femenino.
Radsch cree que no hay precedentes del uso indiscriminado del aparato mediático del Gobierno estadounidense para dar lugar a las inclinaciones personales del presidente. “Nunca se había hecho un uso de esta manera tan mezquina e irrespetuosa”, precisa.
Las redes sociales de la Casa Blanca en el último mes también han ironizado y jugado con algunos de los deseos que el presidente ha manifestado, desde promover capturas con el renombramiento que realizó del Golfo de México al Golfo de América, con el beneplácito de tecnológicas como Apple y Google; o su desinterés con las políticas medioambientales al recuperar las pajitas de plástico y prohibir las de cartón; o usar plataformas como X para difundir screenshots de sus publicaciones que realiza desde Truth, su red social, un megáfono con millones de usuarios para la propaganda, la desinformación y los mensajes xenófobos.
En una de sus más recientes publicaciones de Truth, replicada por un perfil gubernamental en X, informó que se comunicaría este 20 de febrero con el equipo de hockey estadounidense antes de su partido con su similar de Canadá, país sobre el que afirmó que “con IMPUESTOS MUCHO MÁS BAJOS Y UNA SEGURIDAD MUCHO MÁS FUERTE, algún día, tal vez pronto, se convertirá en nuestro querido y muy importante Estado número 51″, volviendo a meter leña en sus intenciones expansionistas y de anexión de uno de sus socios comerciales más importantes en Norteamérica.
Radsch, quien posee un doctorado en relaciones internacionales de la Universidad Americana, anticipa que este tipo de comportamiento en redes sociales solo empeorará durante los próximos cuatro años, ya que con la ayuda de sus amigos oligarcas tecnológicos, tales como Mark Zuckerberg (Meta), Elon Musk (X y Tesla), Sundar Pichai (Google) o Jeff Bezos (Amazon), Trump puede asegurar que su agenda personal y política esté primero en los flujos de contenidos de esas plataformas, que muchas personas los vean y que funcionen bien algorítmicamente.
“Estamos viendo una fusión increíblemente peligrosa del poder corporativo tecnológico con el Estado. Cada país debería preocuparse por su propia soberanía y lo que esto significa para su capacidad de dar forma y controlar sus propios sistemas políticos”, sentencia la especialista.