El FBI considera creíble el testimonio de 40 víctimas de abusos de los hermanos Alexander
La fiscal federal Lauren Astigarraga, quien describió a los acusados como “violadores en serie” durante la audiencia, afirmó que desde los arrestos ha surgido una nueva ola de víctimas potenciales
En la medida en que avanza el caso por tráfico sexual contra los hermanos Tal, Oren y Alon Alexander, la información que va saliendo a la luz es cada vez más sobrecogedora. La agente especial Justine Atwood, al frente de la investigación del FBI, subió al estrado este viernes en la audiencia de detención federal de Tal Alexander y reveló que, en los últimos seis meses, ha entrevistado a 40 mujeres que denunciaron haber sido violadas por los hermanos y que considera sus testimonios “creíbles”. Las víctimas, que no se conocen entre sí y proceden de distintos sitios, relataron agresiones ocurridas a lo largo de los últimos 20 años, lo cual ha expandido considerablemente el periodo en que los Alexander habrían estado violentando mujeres.
El diario Miami Herald reportó que el abogado Evan Torgan, que representa a dos víctimas, dijo que una docena de esas 40 mujeres son de Miami y que algunas de las agresiones registradas datan de los años de los hermanos en el instituto Dr. Michael M. Krop, cerca de Aventura. Sin embargo, los abogados defensores de los tres hermanos han asegurado que todas las relaciones íntimas que sus clientes mantuvieron fueron consensuadas y que, incluso, algunas de las mujeres habrían sostenido un “contacto amistoso” con ellos después de haber sido presuntamente violadas. Algo de lo que Atwood dijo no tener constancia, porque no ha revisado la evidencia electrónica proporcionada por las víctimas al FBI.
Aunque las denuncias de agresiones sexuales en contra de los hermanos Alexander comenzaron a surgir a comienzos de este año, han sido los arrestos, el pasado 11 de diciembre, en Miami, bajo tres cargos distintos de tráfico sexual, los que han hecho trascender el caso. De acuerdo con Atwood, el FBI inició su investigación en Nueva York en junio y, poco después, se unió con agentes federales en el sur de Florida, la Fiscalía del Estado de Miami-Dade y el Departamento de Policía de Miami Beach.
Tal y Oren, de 38 y 37 años, respectivamente, eran dos reconocidos agentes inmobiliarios, que habían mediado en la compraventa de inmuebles de lujo, entre ellos un penthouse en New York que se vendió en 2019 por unos 240 millones de dólares, y llevaban una vida pública en la que alardeaban de su posición económica. Eran figuras activas en redes sociales y a menudo aparecían en los medios hablando sobre su éxito y trabajo en equipo.
Alon, hermano mellizo de Oren, por su parte, trabajaba en otro negocio familiar, pero formaba parte del clan para viajar por el mundo, salir a centros nocturnos y realizar fiestas en inmuebles privados, que eran los escenarios principales donde habrían abusado de sus víctimas, valiéndose del uso de la fuerza y de drogas. Aparte de Miami y New York, Tulum, en México, sería otro de los destinos donde habrían realizado sus crímenes, que involucrarían a otros hombres hasta ahora no identificados en los medios.
En una carta a los jueces federales de Miami y Nueva York, citada por el Miami Herald, los fiscales del caso resaltaron que los acusados utilizaban “su poder y riqueza para identificar a las víctimas, llevar a cabo su sádico plan de tráfico sexual, ocultar su violencia sexual e impedir que las víctimas y los testigos se presentaran”. Además, los hermanos amenazaban a sus víctimas con represalias legales, en caso de denunciar lo sucedido, y una llegó a ser acusada de acoso por Tal y Oren por haber contado una agresión. Alon incluso recopiló archivos sobre sus víctimas “en un aparente intento de desacreditar a sus acusadoras”, refiere la carta, luego de que en marzo de este año dos mujeres los demandaran por violación, y ello diera lugar a la aparición de nuevas denuncias y cobertura en los medios.
Para Justine Atwood, esas reacciones de los hermanos son amenazas a sus testigos, y esto puede ser considerado como un impedimento más para concederles una fianza. Los otros impedimentos mencionados son sus recursos financieros, el acceso a jets privados, y las conexiones familiares con Israel. A pesar de que Tal Alexander, en la audiencia de detención en Miami, prometió 115 millones de dólares en propiedades inmobiliarias como garantía para acceder a dicho beneficio, un magistrado federal denegó su solicitud por considerar que existía riesgo de fuga a Israel.
Milton L. Williams Jr., abogado defensor, alegó que eso no es una posibilidad, que los hermanos no habían huido luego de que varios medios importantes, como The New York Times y Bloomberg, publicaran en julio de 2024 distintos trabajos sobre la investigación federal que ya estaba en marcha, pero Atwood insistió en que existe riesgo de fuga. “Su cliente viaja a Israel”, destacó.
La fiscal federal Lauren Astigarraga, quien describió a los hermanos Alexander como “violadores en serie” durante la audiencia, compartió el mismo criterio de negar la fianza y agregó que desde los arrestos de la semana pasada “ha surgido una nueva ola de víctimas potenciales”. Además, consideró otra implicación que podría tener esa medida: enviar a Tal a esperar el juicio en su casa es enviarlo a esperar el juicio en una escena del crimen.
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