Los Dodgers derrotan a los Yankees en el primer juego de la Serie Mundial con un ‘grand slam’ de Freddie Freeman

El final del primer juego de la Serie Mundial 2024 parece haber salido de la mente de un guionista de Hollywood. Parte baja de la décima entrada. Dos outs y bases llenas. Freddie Freeman, primera base de los Dodgers, entra a la caja de bateo. Lleva un hit en cuatro turnos en la noche. El pícher cubano, Néstor Cortés, está en la lomita para defender la ventaja por la mínima de los Yankees. La pelota sale de su mano izquierda en el primer lanzamiento y encuentra el bate de Freeman, que manda la pelota a las gradas. El estadio de Los Ángeles estalla. La gente se vuelve loca con el Grand Slam (un cuadrangular con tres hombres en base), el primero en la historia de las finales. Las cuatro carreras dieron la victoria a los Dodgers (6-3) en un juego cargado de emociones.

Los Yankees anotaron una carrera en la parte alta de la décima gracias a un hit de sacrificio de Anthony Volpe que permitió a Jazz Chisholm entrar a home y colocar el marcador 2-3. Esto forzó a los locales a buscar la anotación y evitar la derrota en el encuentro inaugural. Aaron Boone, el entrenador de Nueva York, decidió dar una base por bolas intencional a Mookie Betts, lo que llenó la casa en la parte baja de la entrada. Cortés, quien no lanzaba desde septiembre por una lesión en el codo, se enfrentó a Freeman, quien también estaba resentido de un esguince de tobillo que lo tuvo cojeando en el arranque. La lesión dejó a Freeman fuera de acción en los primeros tres juegos de los playoffs.

Freeman no necesitó correr para recorrer el camino a home al final de la noche. Su cuadrangular fue tan rotundo que celebró de inmediato alzando el bate con la mano derecha y caminó para anotar la carrera que mandó a todos a los vestidores. Tras dar la vuelta de la victoria, fue a celebrar con su padre, quien estaba presente entre los 52.00 aficionados que fueron testigos de ese histórico final. “Mi padre ha estado ahí desde que me lanzaba bolas en la práctica cuando era pequeño. Este no es mi momento, es su momento”, dijo un Freeman conmovido a las cámaras de televisión.

El desenlace hizo recordar el batazo de Kirk Gibson que puso fin al primer juego de la Serie Mundial de 1988 entre los Dodgers y los Oakland Athletics. Entonces, Gibson también estaba lesionado de la pierna e hizo un recorrido triunfal renqueante parecido al que ha hecho Freeman 36 años más tarde. Los Dodgers fueron campeones aquel año.

A esta serie aún le queda mucha historia. El primer juego de la Serie 2024 ha estado a la altura de las expectativas. A los Yankees les tomó seis entradas abrir grietas en el picheo del abridor, Jack Flaherty. Un cuadrangular de Giancarlo Stanton a la parte izquierda del campo puso a los visitantes a la cabeza en el marcador por primera vez (1-2). Esto obligó a Dave Roberts a sacar del juego a Flaherty para frenar la sangría. En la entrada anterior, Kiké Hernández había anotado una carrera solitaria para abrir el marcador.

Gerrit Cole, el abridor de los Yankees, también tuvo un gran arranque. Mantuvo a raya a la poderosa ofensiva comandada por Shoehi Ohtani. Las primeras cuatro entradas transcurrieron sin entradas en un tenso pulso entre los lanzadores, quienes fueron compañeros de instituto en Los Ángeles. Cole siguió jugando y en la sexta retiró en orden al astro japonés, a Betts y a Freeman. Una entrada más tarde fue sustituido por Clay Holmes y este, a su vez, por Tommy Kahle, quien pudo abandonar en ceros la cancha dejando a los Dodgers con la casa llena.

En la octava, Ohtani pudo avanzar a tercera base después de un error de Gleyber Torres en la segunda almohadilla. El japónes ha anotado 13 carreras en 12 juegos. Antes de eso había tenido una noche discreta con 0 en 3 turnos al bate. Aaron Judge, la estrella de los Yankees, también había sido controlado en sus primeros tres turnos por el bullpen de los Dodgers hasta que conectó un hit a Brusdar Graterol.

El segundo juego se disputará este sábado en el estadio de los Dodgers. El abridor de los Yankees será Carlos Rodón, quien tiene una marca de 1-1 en tres arranques de esta postemporada. Los Dodgers enviarán al montículo Yoshinobu Yamamoto, la otra estrella japonesa que llegó a reforzar la plantilla en la temporada.

Homenaje a Valenzuela

El Toro ha estado presente en el retorno de los Dodgers a la Serie Mundial. Fernando Valenzuela, el lanzador mexicano de Los Ángeles, falleció esta semana a los 63 años. Pero su presencia se ha dejado sentir este viernes en el arranque de la gran final. Su número 34 estuvo toda la noche decorando la lomita de los lanzadores. Flaherty, el abridor de los locales, llegó al estadio vistiendo un jersey de Valenzuela.

El lanzador Orel Hershiser y el catcher Steve Yeager, compañeros de Valenzuela en los Dodgers de los años 80, también rindieron tributo al pelotero mexicano. Ambos exjugadores fueron MVP en Series Mundiales. Hershiser, conocido como El Bulldog, lo fue en 1988 y Yeager en 1981, el año en que los Dodgers se coronaron frente a los Yankees en una memorable final. La de 2024 también ha dado muestras de que será una para los anales de historia.