Kansas blinda en las urnas el derecho al aborto
Los votantes rechazan rotundamente una enmienda que buscaba eliminar de la Constitución la libertad para interrumpir el embarazo
Los habitantes de Kansas han votado en favor de proteger el derecho al aborto en su Estado. El resultado no deja lugar a dudas y supone un enorme triunfo para el movimiento que defiende el derecho de las mujeres a decidir, precisamente en uno de esos lugares robustamente conservadores de Estados Unidos. Un 60% de los convocados a las urnas el martes, con motivo de las primarias que escogen qué candidatos envía cada partido a las elecciones legislativas del próximo mes de noviemb...
Los habitantes de Kansas han votado en favor de proteger el derecho al aborto en su Estado. El resultado no deja lugar a dudas y supone un enorme triunfo para el movimiento que defiende el derecho de las mujeres a decidir, precisamente en uno de esos lugares robustamente conservadores de Estados Unidos. Un 60% de los convocados a las urnas el martes, con motivo de las primarias que escogen qué candidatos envía cada partido a las elecciones legislativas del próximo mes de noviembre, se ha pronunciado (con un 87% del voto escrutado) en contra de una iniciativa del Parlamento, de mayoría republicana, que pretendía añadir una enmienda a la Constitución. Ese nuevo texto dejaba a los legisladores vía libre para prohibir o restringir severamente el derecho al aborto, legal en ese Estado, de casi tres millones de habitantes, hasta la semana número 22 desde la última menstruación.
Por su carga simbólica, el referéndum ha gozado de un gran impacto en todo el país, cuyas dos mitades, enfrentadas en este tema tal vez más que en ningún otro, han seguido con pasión.
Es la primera votación de estas características desde que el Tribunal Supremo derogara el 24 de junio el precedente de medio siglo establecido por la sentencia Roe contra Wade, que en 1973 convirtió en constitucional la libertad de las mujeres para elegir. La decisión judicial devolvió la potestad para legislar a los Estados. Desde que se produjo el fallo, 11 han prohibido o restringido el derecho al aborto, gracias a leyes aprobadas por sus legisladores que estaban hibernando para entrar en vigor una vez que el Supremo, el más conservador en ocho décadas, abriera la puerta.
El texto que se sometía a plebiscito en Kansas era ciertamente confuso; tanto, que ambas partes emplearon una buena porción de los millonarios fondos invertidos en la campaña en explicar qué significaba votar sí (que implicaba en realidad decir no al aborto) y las implicaciones de un voto negativo, que es el que ha triunfado por una amplia mayoría, más holgada de lo que auguraban las encuestas.
La enmienda al texto fundamental que se proponía buscaba permitir al “pueblo, a través de sus representantes”, “aprobar leyes sobre el aborto, incluidas, pero no solo, normas que tomen en cuenta las circunstancias del embarazo como resultado de una violación o incesto, o situaciones en las que esté en juego la vida de la madre”. El nuevo párrafo también decía, en una formulación capciosa, que “los habitantes de Kansas valoran tanto a las mujeres como a los niños”.
De haber salido adelante el sí, habría quedado desactivada una sentencia del Tribunal Supremo de Kansas que en 2019 dictaminó que el aborto estaba protegido en la Constitución del Estado. Aquella decisión ha atado las manos durante este tiempo a los legisladores republicanos, cuyas mayorías en el Congreso y en el Senado les permiten pasar por encima de un posible veto de la gobernadora, la demócrata Laura Kelly. No podrán hacerlo. Tras el inequívoco pronunciamiento popular, Kansas se mantiene como un Estado refugio, que continuará, como hasta ahora, recibiendo pacientes de otros lugares en los que los cuidados les están negados a las mujeres por ley: fundamentalmente, de los vecinos Oklahoma y Misuri, pero también de Estados como Texas, Luisiana, Arkansas, Misisipi o Alabama.
“Los valores de Kansas siempre han sido ejemplo de libertad, y esta noche, Kansas continuó con ese legado”, declaró al conocer la victoria Emily Wales, directora y consejera delegada de Planned Parenthood Great Plains, asociación sin ánimo de lucro que cuenta con tres de las cinco clínicas que proveen servicios de salud reproductiva en el Estado. “Los políticos antiaborto sometieron esta enmienda a voto en las primarias, contando con una baja participación electoral, pero no tomaron en cuenta a los habitantes de Kansas —quienes dijeron alta y claramente que creen y confían en que los pacientes tomen sus propias decisiones médicas—, especialmente durante un momento oscuro en la historia cuando a las personas en el Medio Oeste y el Sur del país no se les otorga la misma libertad”. Planned Parenthood Great Plains también trabaja en Oklahoma y el oeste de Misuri, dos de los Estados en los que el aborto está prohibido salvo en muy contadas excepciones.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado media hora después de que la agencia AP concediera la victoria. “Los votantes en Kansas acudieron [a las urnas] en cifras récord para rechazar los esfuerzos extremistas de enmendar la Constitución estatal y quitarle a la mujer el derecho a elegir y abrir la puerta a una prohibición en todo el Estado”, dice el texto. “Esta votación deja claro lo que sabemos: la mayoría de los estadounidenses está de acuerdo en que las mujeres deben tener acceso al aborto y a tomar sus propias decisiones sobre el cuidado de su salud. El Congreso debe escuchar la voluntad del pueblo estadounidense y restaurar las protecciones de Roe como ley federal”.
Las encuestas que fijan la posición de los estadounidenses sobre este tema establecen que en torno a dos terceras partes de la ciudadanía están a favor de algún tipo de protección del derecho al aborto.