El feminismo sale a las calles en Madrid para protestar contra la prostitución: “¡Basta ya de explotación sexual!”
Unas 7.000 personas reclaman que se apruebe una ley integral que acabe con la prostitución
El movimiento feminista y abolicionista ha vuelto a las calles del centro de Madrid en contra de la prostitución. Desde Cibeles hasta la Plaza de España, unas 7.000 personas, según estimaciones de la policía, han marchado este sábado bajo el lema: “Por los derechos de todas las mujeres, ley abolicionista ¡ya!”. El eje de la manifestación, convocada por la Plataforma de Mujeres para la Abolición de la Prostitución (PAP) y más de 150 organizaciones feministas de todo el país, ha sido reivindicar la aprobación urgente de la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional (LOASP), una propue...
El movimiento feminista y abolicionista ha vuelto a las calles del centro de Madrid en contra de la prostitución. Desde Cibeles hasta la Plaza de España, unas 7.000 personas, según estimaciones de la policía, han marchado este sábado bajo el lema: “Por los derechos de todas las mujeres, ley abolicionista ¡ya!”. El eje de la manifestación, convocada por la Plataforma de Mujeres para la Abolición de la Prostitución (PAP) y más de 150 organizaciones feministas de todo el país, ha sido reivindicar la aprobación urgente de la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional (LOASP), una propuesta elaborada en 2020 por el propio movimiento para acabar con esta práctica.
Entre la ola morada había pancartas con consignas como: “Las mujeres no somos mercancía” y “La prostitución no es un trabajo”. Virginia, de 33 años, ha acudido a la marcha porque considera que “la prostitución es una esclavitud de las mujeres más vulnerables”. Lydia, de 30, y Rocío, de 31, opinan lo mismo: “Es inconcebible que se pueda acceder al cuerpo de las mujeres con dinero. Estamos aquí para que eso no se normalice ni quede impune”, han señalado las dos amigas. Para alcanzar ese propósito, las manifestantes han exigido una ley abolicionista integral. “¡La LOASP será ley, será ley, ley, ley!”, ha sido uno de los cánticos que ha retumbado en la Gran Vía de la capital.
La manifestación llega después de que el Congreso aprobara el pasado jueves la ley del solo sí es sí, que recoge entre sus medidas la prohibición de los anuncios publicitarios que promocionen la prostitución. El borrador de la legislación, inicialmente, incluía medidas para abolir la prostitución, pero se quedaron fuera tras meses de negociaciones entre los socios de coalición y los grupos que apoyaron la investidura. La pasada semana, el partido socialista retiró la última de las enmiendas específicas sobre este ámbito, para facilitar su aprobación en la Comisión de Igualdad que tenía que dar luz verde para que pudiese pasar al Congreso. Un día después el PSOE presentó una proposición de ley para la abolición de la prostitución, sin contar con sus socios; y además está en marcha la ley de trata, que incluye la trata con fines de explotación sexual.
“Las medidas propuestas hasta ahora por el Gobierno” para erradicar la prostitución “han sido parches que no solucionan la cuestión de fondo”, ha asegurado la portavoz del Movimiento Feminista de Madrid, Laura Rivas. “Salimos a la calle porque es necesaria una respuesta integral para abolir la prostitución y la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional por la que nos manifestamos plantea estas medidas en todos los ámbitos”, ha continuado Rivas.
Asimismo, la portavoz reprocha al Gobierno que haya incumplido su promesa de abolir la prostitución. “Por poner un ejemplo, en su última ley, la del sí es sí, han eliminado cualquier alusión a la prostitución, cediendo a las presiones de otros partidos y del propio lobby proproxenetismo. Su ley contra la violencia sexual ha quedado completamente vacía de sentido al abandonar a las mujeres más vulnerables: las que se encuentran en situación de prostitución, una forma gravísima de violencia sexual”, ha sentenciado. Charo Carracedo, portavoz de la PAP, ha añadido que la norma sobre libertad sexual “no es la ley” que el movimiento abolicionista pide. “Los aspectos que nosotras hemos estado peleando no han sido contemplados en esa ley”, ha recalcado. “Desde el feminismo interpretamos que el Gobierno y sus socios nos han ninguneado ”, ha apuntado Carracedo.
Hace dos años que el movimiento abolicionista entregó al Gobierno su proyecto de ley, que fue elaborado con las aportaciones de las propias prostitutas. En marzo de 2020, PAP envió una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para presentarle los planteamientos recogidos en el borrador. Este les remitió al Ministerio de Igualdad, y en diciembre del mismo año la organización entregó la propuesta a la ministra Irene Montero. Entonces, Montero “se comprometió a estudiar al texto y a realizar un análisis con nosotras sobre el contenido” del mismo. “Pero no hemos vuelto a saber nada más. Los contenidos de nuestra propuesta han sido ignorados”, ha subrayado.
Una puerta de salida “real y efectiva” para las mujeres prostituidas
No existen cifras oficiales, pero se calcula que unas 350.000 mujeres se prostituyen en España en polígonos, clubes y pisos. De ellas, la policía estima que un 80% ejercen la práctica de manera forzada, víctimas de trata sexual. Además, uno de cada cuatro españoles admite haber pagado por sexo alguna vez en su vida, según el último informe publicado en enero al respecto por la Universidad de Valencia y la Miguel Hernández de Elche. En 2010, un informe de las Naciones Unidas apuntó a una cifra similar: el 39% de los españoles han pagado por sexo.
“Nos consta que desde hace siglos la mayoría de las mujeres prostituidas proceden de los nichos de exclusión social que existen en nuestra sociedad”, ha explicado Carracedo. Por tanto, para abolir la prostitución, la LOASP fija tres ejes de intervención: establecer una puerta de salida “real y efectiva”, acabar con el proxenetismo y perseguir al “putero”. “A las mujeres que quieran salir de la prostitución, tenemos que garantizarles una reinserción sociolaboral”, ha desarrollado Carracedo, y ha defendido que esta “reparación integral de las mujeres prostituidas” es un elemento “fundamental”. Para llevarlo a cabo, debe de haber “un abanico de prestaciones” para las mujeres. Además, en el caso de que una mujer migrante quiera dejar la prostitución, la PAP exige que se les dé permisos de residencia, ya que la falta de documentación en regla es una de las principales razones por las que mujeres extranjeras acaban ejerciendo esta práctica.
Sobre el segundo pilar, ha continuado Carracedo: “La ley que nosotras hemos propuesto actúa sobre una actividad económica, es decir, el proxenetismo, que está basado en explotar y ofertar los cuerpos de las mujeres para sacar lucro y beneficio”. Para acabar con él, el movimiento abolicionista reclama que se penalice y sancione al proxeneta, tanto administrativa como penalmente. La tercera y última clave de la ley es perseguir y penalizar al “prostituidor” o el “putero”, es decir, aquel que paga por sexo.
En España ya se puede multar a los hombres que pagan por sexo, según la ley de seguridad ciudadana, y el proxenetismo es un delito, según establece el Código Penal. El debate en el Gobierno no está en el proxenetismo —ningún partido está a favor de la explotación sexual—, el problema radica en la prostitución. Hay partidos que quieren regularla porque, argumentan, hay mujeres que la ejercen libremente. Ese debate está en el seno de Unidas Podemos y entre algunos de los grupos que apoyaron la investidura, como ERC.