Bajas y altas laborales exprés por ómicron: cuándo se puede volver al trabajo y qué hacer si los síntomas persisten

Las comunidades están agilizando los sistemas para dar el alta automática después de siete días, pero el aislamiento debe durar 10 si los síntomas persisten

Pacientes hacen cola en la entrada de un centro de salud de Madrid, el 7 de enero.Olmo Calvo

Cada día, decenas de miles de personas dan positivo por covid en España. Tienen que iniciar un periodo de aislamiento y, en su caso, baja laboral de un mínimo de siete días desde que comenzaron los síntomas (o dieron positivo, en caso de los asintomáticos). Con los centros de salud colapsados, las comunidades autónomas están apostando por abreviar los trámites: están optando por emitir la baja y el alta en un único procedimiento, un periodo de siete días revisable si el paciente sigue teniendo síntomas o se encuentra peor. Pero, ¿qué pasa si continúan los síntomas? ¿Hace falta dar negativo en ...

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Cada día, decenas de miles de personas dan positivo por covid en España. Tienen que iniciar un periodo de aislamiento y, en su caso, baja laboral de un mínimo de siete días desde que comenzaron los síntomas (o dieron positivo, en caso de los asintomáticos). Con los centros de salud colapsados, las comunidades autónomas están apostando por abreviar los trámites: están optando por emitir la baja y el alta en un único procedimiento, un periodo de siete días revisable si el paciente sigue teniendo síntomas o se encuentra peor. Pero, ¿qué pasa si continúan los síntomas? ¿Hace falta dar negativo en un test para volver a la vida normal?

La estrategia de aislamiento cambió en España en Navidades. La Comisión de Salud Pública, formada por los directores de esta área en el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, decidieron acortar los aislamientos de 10 días desde el inicio de síntomas a los siete actuales, ante una avalancha de casos que amenazaba con paralizar el país. Pero no todo el mundo puede dejar el aislamiento (o volver al trabajo) después de una semana: debe llevar al menos tres días sin síntomas y hasta el décimo debe “extremar las precauciones y reducir todo lo posible las interacciones sociales utilizando de forma constante la mascarilla”, según el protocolo.

Si la persona sigue con síntomas en el séptimo día, tendrá que terminar el periodo de aislamiento hasta el décimo día, a partir del cual puede hacer vida normal. En España no se requiere una prueba negativa para esto, basta con cumplir con los tiempos mencionados.

Esta normativa se puso en marcha sin el aval de la Ponencia de alertas, los técnicos de las comunidades y el ministerio que se encargan de redactar los protocolos y recomendar medidas, que luego tienen que ser asumidas (o no) en un nivel político. Pedían más tiempo para evaluar las evidencias después de que países como Estados Unidos acortaran los aislamientos a cinco días siempre que no hubiera síntomas.

La razón por la que este país cambió el protocolo —que también explica en parte la nueva estrategia española—, es que con ómicron la mayor ventana de contagio parece estar entre los dos días antes de iniciar síntomas y los tres después. Según esta lógica, en la mayoría de los casos, con cinco días sería suficiente para no seguir infectando; y, después de siete, las probabilidades serían muy bajas.

Estados Unidos no es el único país que ha rebajado a cinco los días de aislamiento. En Europa lo han hecho por ejemplo Grecia o el Reino Unido. En este último, sin embargo, se exigen dos pruebas negativas al sexto día tras los síntomas para poder hacer vida normal.

Esto es lo que expertos como la bióloga molecular María I. Tapia pide para España. Advierte de que después de una semana, incluso después de tres sin síntomas, no existe garantía de que la persona no sea infecciosa. Para evitarlo, cree que para el alta o el fin del aislamiento se deberían usar test de antígenos y solo volver a la vida social cuando el paciente dé negativo. Esto puede ocurrir a los cinco o siete días, pero también se puede alargar a los 10 u 11 en algunos casos.

Los protocolos españoles producen, en opinión de Tapia, que muchos enfermos acaben su aislamiento de forma prematura y puedan contagiar a otras personas con las que están en contacto. En esto coincide con José Jiménez, investigador del Departamento de Enfermedades Infecciosas del King’s College de Londres: “Aunque es cierto que el alta automática a los siete días va a ayudar a descargar de trabajo a los centros de atención primaria, hay gente que volverá al trabajo sin saber si todavía puede contagiar el virus. Es una medida que está bien en personas que no han presentado síntomas durante el aislamiento. Sin embargo, para las que sí, sería mejor realizar un test de antígenos antes para ver si sigue siendo positivo”.

Cómo tramitan las bajas en cada comunidad

El sistema de bajas no es exactamente igual en todas las comunidades. En Madrid, por ejemplo, se permite desde este lunes automatizar el procedimiento, pero en principio solo para los asintomáticos. Para acreditar el contagio, basta un test autodiagnóstico, que se puede notificar por teléfono. También se ha agilizado el proceso en otras comunidades, que dan altas y bajas automáticas para siete días, por lo general tanto si se tienen síntomas como si no, y siempre revisable el alta por un facultativo en función del estado de salud del paciente. Es el caso de Andalucía, donde es suficiente con un test hecho en el domicilio y el contagio se puede comunicar a través de una aplicación en el móvil o el ordenador. Cataluña, Aragón, Murcia, Galicia y Cantabria han recurrido a un sistema similar. La Comunidad Valenciana y Extremadura también han unificado los trámites, pero las pruebas diagnósticas tienen que realizarse en principio en los lugares autorizados por esas comunidades. En el caso de seguir con síntomas hay que pedir que se prorrogue la baja.

En Navarra, donde los médicos también tramitan las altas y las bajas en un solo acto condicionado a la evolución clínica, se ha empezado a validar con pruebas diagnósticas propias desde este lunes todas las situaciones que precisen de baja, incluidos también los contagios que hasta ahora se reportaban a través autotest de farmacia. En el País Vasco la situación es parecida, bajas automáticas que se pueden tramitar telemáticamente y en principio la prueba tiene que estar avalada por el sistema de salud público. De forma similar, en Castilla-La Mancha es posible tramitar la baja y el alta a la vez, pero para demostrar el contagio es necesario que la prueba (PCR o antígenos) sea realizada por el personal sanitario del Servicio de Salud.

En cambio, Castilla y León ha optado por no autorizar, de momento, la emisión de la baja y el alta laboral en un mismo acto médico. La baja se puede solicitar en una aplicación (será necesaria una PCR de confirmación), al tiempo que se genera una cita telefónica automática a los siete días para evaluar si se tramita el alta.

Asturias ha puesto en marcha un sistema de atención telefónica para gestionar las bajas, pero no se da el alta de forma automática. Un sistema similar al de Baleares, que todavía no se ha decidido a automatizar las altas.

Vicente Baos, médico de primaria de la Comunidad de Madrid, explica que este sistema puede aliviar el trabajo para los casos de positivos asintomáticos, pero que en la mayoría de los que sí presentan signos de la enfermedad, después de justo una semana suelen persistir algunos signos, que el facultativo tendrá que examinar para evaluar si prorroga la baja. Baos se queja de que no se aborde un problema de fondo que ahoga en burocracia a las consultas de atención primaria: “La implicación médica permanente y continua de cualquier ausencia laboral a través de la baja”.

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