Dudas en el primer día con certificado europeo de covid: “Espero que no lo pidan”
El salvoconducto europeo para fomentar la movilidad entra en vigor en medio de la incertidumbre de los viajeros
El aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas amanecía este jueves sin grandes aglomeraciones. Algunas personas rodeadas de maletas esperaban en la calle antes de entrar a la Terminal 1. “¿Llevamos todo?”, preguntaba un viajero al grupo que le acompañaba. Su repaso de equipaje no incluía el certificado digital europeo, el salvoconducto para recuperar la movilidad que ha entrado en vigor este jueves.
España había expedido hasta el martes 3,4 mil...
El aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas amanecía este jueves sin grandes aglomeraciones. Algunas personas rodeadas de maletas esperaban en la calle antes de entrar a la Terminal 1. “¿Llevamos todo?”, preguntaba un viajero al grupo que le acompañaba. Su repaso de equipaje no incluía el certificado digital europeo, el salvoconducto para recuperar la movilidad que ha entrado en vigor este jueves.
España había expedido hasta el martes 3,4 millones de certificados covid, según el Ministerio de Sanidad. Cataluña, con más de 600.000 documentos, está a la cabeza; Madrid, por el contrario, no ha comenzado a entregarlos hasta este mismo jueves, y con repetidos fallos en el sistema. La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha confirmado la “ralentización puntual” en la confirmación de los salvoconductos a través de la aplicación debido a la “gran demanda de servicio” y ha asegurado que se han tomado medidas de refuerzo. Todas las comunidades y ciudades autónomas están ya en disposición de emitir este certificado, ya sea de forma presencial o telemática. Pero todavía hay tres (Extremadura, Castilla-La Mancha y La Rioja) que solo expiden en dos de los tres supuestos que contempla: a quienes han pasado la enfermedad y se han recuperado y a los vacunados, pero no a los que tienen una prueba negativa reciente.
El documento acaparaba escasas conversaciones en las colas frente a los mostradores donde se expiden las tarjetas de embarque. Nadia Díaz y Carmelo Santana, ambos de 32 años, son una excepción. La pareja se marcha de vacaciones a México y lleva todo preparado. “Tenemos el certificado covid. Aunque no viajamos a la Unión Europea, hacemos escala en París y hemos decidido sacarlo porque no sabemos si nos lo pueden pedir allí”, señala Díaz. Aunque los viajeros coinciden en la eficacia de este salvoconducto para viajar más seguros, hay muchas dudas sobre cómo obtenerlo o cómo se va a solicitar en los aeropuertos.
Díaz afirma que viajan con incertidumbre: “No sabemos si necesitaremos algo más, no tenemos nada más hecho…”. “Están pidiendo PCR para volver de México, no estamos seguros de si nos valdrá con el pasaporte europeo”, apunta Santana. Tienen la pauta completa de la vacuna con AstraZeneca desde principios de junio y llevan el certificado en formato digital, aunque también se puede presentar en papel. Ambos consideran que la herramienta es una buena idea. “Me siento más segura con él”, señala Díaz.
Aunque el pasaporte entra en vigor oficialmente este jueves 1 de julio en toda Europa, España fue uno de los países en los que se empezó a experimentar con él. Comenzó el 7 de junio sumándose a otros siete Estados miembros, que ya lo tenían en marcha. Ya desde ese momento todos los aeropuertos españoles tenían dispositivos para controlar la entrada con estos certificados, pero no todas las comunidades los expedían. Se han ido sumando hasta completar el proceso durante estas tres semanas. El certificado no es un pasaporte, han insistido las autoridades sanitarias. Con él no se puede acceder a países que sin él estarían vetados, pero sirve para agilizar los desplazamientos y no tener que pasar pruebas ni guardar cuarentenas en el resto de Europa.
Una voz desde megafonía pide que los viajeros mantengan su mascarilla puesta y respeten la distancia de seguridad. Mientras, Giga Drugan, de 59 años, recorre a paso acelerado la terminal junto a su amiga Nan Magdalena, de 51. Buscan el mostrador donde obtener la tarjeta de embarque de su vuelo con destino a Rumania. “Volvemos a casa a ver a la familia después de dos años en España. Ya nos apetecía”, dice Drugan. Ambas están vacunadas, pero no han solicitado su certificado covid. “No entiendo de móvil y no sé cómo se saca. Además, me han dicho que no es necesario”, señala Drugan. “Espero que no nos lo pidan cuando entremos…”, responde al instante una preocupada Magdalena.
Jesús Mínguez y Mariana Musuroi, ambos de 53, tampoco llevan el certificado digital europeo. “Ni siquiera sabía que hoy entraba en vigor”, señala él sorprendido. La pareja, que viaja este jueves a Bucarest, ciudad natal de Musuroi, cree que no tendrán problemas durante el trayecto. “Tenemos la pauta completa de la vacuna y llevamos el justificante que lo acredita, con eso creo que nos vale”, apunta Mínguez, apostado delante de un carro cargado de maletas. “Voy segura a pesar de no llevarlo porque aunque estamos vacunados, intentamos protegernos y usar mascarilla cuando hay mucha gente. Eso es lo importante”, subraya Musuroi.
Alejandro Abarca, 42 años, no ha podido obtener su certificado. Viaja por turismo a París con su pareja, su hija y su cuidadora. “De los tres adultos, soy el único que no lo lleva a pesar de estar vacunado”, apunta. Estaba informado, pero su obstáculo ha sido tecnológico: “He tenido problemas con la aplicación. Quizá había mucha gente conectada a la vez…”, señala. Su única opción ha sido hacerse una prueba de antígenos para volar. “¡Yo no tengo vacuna!”, grita la pequeña, de 5 años, mientras se coloca unas coloridas gafas de sol. “No creo que haya problema con mi hija, ella no necesita el certificado así que vamos tranquilos”, aclara Abarca.
Algunos viajeros salen a cuentagotas de la zona de llegadas de la terminal. Cansados y deseando respirar aire fresco. Sara Vidal, 33 años, y su pareja empujan un carro de maletas hacia la salida del aeropuerto, donde les espera un taxi. Ambos trabajaban como profesores en Kuwait, pero este jueves han venido a España para comenzar una nueva vida. La pareja está vacunada y ha viajado con el salvoconducto europeo, que llevan en formato digital. “Cuando hemos pasado la aduana nos lo han escaneado y funciona muy bien”, apunta. Agradece que no se hayan formado colas por la revisión de estos certificados: “La verdad es que este documento permite agilizar el tráfico de gente para no tener que enseñar papeles, está todo sistematizado”, ha apuntado. Y señala que es una buena idea: “Viajamos seguros y tranquilos, que en este momento es lo más importante”.