Carolina Darias: “Las medidas de la Semana Santa son el aprendizaje de la tercera ola”
La ministra de Sanidad confía en el Sistema Nacional de Salud para administrar las vacunas al 70% de la población en verano y cree que el uso de la mascarilla permanecerá “un largo tiempo”
Carolina Darias (Las Palmas de Gran Canaria, 55 años) recibió la cartera de ministra de Sanidad el día que se registró la mayor incidencia acumulada de casos de covid en España. Fue el 27 de enero y hubo 899,9 diagnósticos por 100.000 personas en los 14 días previos. Desde entonces, la tendencia de contagios no ha parado de bajar y ella ha mantenido una línea continuista con su predecesor, Salvador Illa, en la que trata de evitar el enfrentamiento y buscar consensos. Pero en esta entrevista desliza que en el...
Carolina Darias (Las Palmas de Gran Canaria, 55 años) recibió la cartera de ministra de Sanidad el día que se registró la mayor incidencia acumulada de casos de covid en España. Fue el 27 de enero y hubo 899,9 diagnósticos por 100.000 personas en los 14 días previos. Desde entonces, la tendencia de contagios no ha parado de bajar y ella ha mantenido una línea continuista con su predecesor, Salvador Illa, en la que trata de evitar el enfrentamiento y buscar consensos. Pero en esta entrevista desliza que en el pasado reciente se cometieron errores que ahora quiere evitar, como fueron las medidas de Navidad, tras la que llegó la tercera ola. Con la mirada puesta en la curva y en las vacunas, la ministra dice tener esperanzas en que no haya una cuarta ola en España.
Pregunta. ¿Qué evolución prevén en próximas semanas?
Respuesta. Estamos entrando en una zona valle. La incidencia acumulada a siete días nos dice que ese va a ser el escenario.
P. ¿Habrá cuarta ola?
R. Vamos a trabajar para que no. Es el objetivo de quienes conformamos el Consejo Interterritorial: seguir trabajando para que la incidencia acumulada, en el mejor de los escenarios, continúe descendiendo, aunque sea lentamente y, si no, que se mantenga.
P. El objetivo del ministerio es bajar de 50 casos por 100.000 habitantes. ¿Si el 9 de mayo no se consigue, planteará ampliar el estado de alarma?
R. Quiero que nos centremos en el escenario actual e inmediato, que significa seguir manteniendo una desescalada muy gradual. Es muy importante aprender de la experiencia vivida.
P. Las medidas de Semana Santa son mucho más estrictas que las de Navidad. ¿Implica reconocer que se equivocaron?
R. Lo que implica es que vamos adaptando la toma de decisiones a la experiencia. Está claro que después de Navidad hemos tenido un incremento de casos muy importante, de hospitalizaciones y de ingresos en UCI. Las medidas que hemos adoptado en el Consejo Interterritorial tienen que ver con ese diagnóstico y con el aprendizaje de la tercera ola.
P. Antes de Navidad, EL PAÍS consultó con una veintena de expertos, con sociedades médicas, y todos anticiparon lo que sucedería con aquellas medidas. ¿Por qué el ministerio no lo hizo?
R. Estábamos en una incidencia baja, una de las más bajas desde el verano. Lo importante es hoy mirar hacia adelante, hacia el futuro y dar un mensaje de certeza a la ciudadanía. La política está para dar certeza y confianza, desde una actuación coordinada, desde un mínimo común de entendimiento de quienes estamos al frente de la responsabilidad sanitaria, y eso es lo que hemos querido hacer ahora con ese gran acuerdo de cara a la festividad de San José y a la Semana Santa.
P. ¿Cómo explica a los españoles que alguien que vive en otro país pueda ir a Canarias y quien vive en Madrid no?
R. Tenemos medidas muy estrictas, con exigencia de PCR negativa 72 horas antes de llegar. Es más, hemos restringido los vuelos procedentes del Reino Unido, de Brasil y de Sudáfrica para proteger la situación epidemiológica de cara especialmente a las variantes. Y además, hemos establecido órdenes de cuarentena para las personas que vengan de países con gran incidencia. Un extranjero de la UE que venga solo podrá ir a la comunidad en la que está y tendrá las mismas restricciones que cualquier ciudadano español.
P. Pero a la ciudadanía le cuesta aceptar que los extranjeros puedan ir cualquier lugar de España y ellos no.
R. No podemos cerrar al margen de la UE nuestro país. Hay unas medidas de control en aeropuertos que están funcionando, de cuarentena, y medidas desde luego que están dentro del ámbito establecido y de las recomendaciones de la UE.
R. Esta ministra no va a estar con quienes enfrentan, sino con quienes suman, con quienes quieren avanzar. Yo creo que la polémica jurídica en este caso es estéril. Es de obligado cumplimiento tanto de iure como de facto, porque estamos ante una declaración de actuaciones coordinadas y porque, en cualquier caso, todo el país va a estar cerrado perimetralmente. Quiero hacer una llamada al entendimiento, porque juntos avanzamos más y llegamos más lejos. Y ese ha sido el sentir mayoritario de todos los consejeros de distinto signo político. El protagonista no puede ser quien discrepa.
P. El real decreto del estado de alarma dice que son los presidentes de las comunidades las autoridades delegadas. EL PAÍS ha consultado con varios juristas que respaldan ese extremo.
R. Hay una declaración de actuaciones coordinadas de obligado cumplimiento. El acuerdo prácticamente unánime de todos los consejeros y consejeras era ese, para seguir salvando vidas. Y también creo que hay una amplísima mayoría de la ciudadanía que está convencida y concienciada de la necesidad de quedarnos en nuestra comunidad autónoma.
P. ¿Cómo es su relación con la Comunidad de Madrid?
R. Es excelente con todas y con todos los consejeros. Hablo varias veces a la semana con ellos.
P. ¿Cuando Madrid toma iniciativas de este tipo, no mina su confianza?
R. A mí no me afecta a la confianza. Cada uno sabe cómo tiene que actuar.
P. ¿Está convencida de que llegarán vacunas para inmunizar al 70% de la población en verano?
R. Sabíamos que el primer trimestre iba a ser de llegada limitada. Y sabemos por contrato que a partir del segundo trimestre se va a producir un incremento importante. La proyección no puede ser lineal porque va a haber un salto. Estamos en un punto de inflexión muy importante y un horizonte de esperanza. Estamos viendo en las residencias una bajada espectacular de letalidad entre mayores de 65 años. La calidad de vida y la felicidad que se les ha devuelto a las personas mayores, a los trabajadores tanto sanitarios como no sanitarios...
P. ¿Sabe cuántas vacunas de Janssen llegarán en abril?
R. No, todavía no nos han dado la entrega. Sí nos han dicho que empezaría a partir de la segunda quincena de abril y que el aumento va a ser importante a partir de mayo y junio.
P. ¿Es normal conocer con cuentagotas cuántas llegan?
R. Me encantaría tener el dato. Nos hemos sumado a todos los contratos de la UE, pero las entregas las van comunicando las compañías con la periodicidad que estiman, conforme a sus propios planes. Sí sabemos que cada vez Pfizer anticipa mucho más la llegada y, además, la comunicamos con suficiente antelación a las comunidades para que hagan sus previsiones. Y con el resto de compañías, conforme nos van comunicando, lo vamos transmitiendo.
P. ¿Cuándo terminarán de vacunarse los mayores de 80 años?
R. Nos gustaría que se acabaran de vacunar en este mes de marzo, no mucho más lejano de este mes de marzo.
P. ¿El sistema tendrá capacidad para administrar todas las vacunas cuando lleguen masivamente?
R. Estamos trabajando con las comunidades en los planes operativos. Yo confío mucho en la capacidad de nuestro Sistema Nacional de Salud. Sabemos que una de nuestras grandes fortalezas son los profesionales sanitarios y la red asistencial. Fuimos capaces de vacunar de la gripe en ocho semanas a 14 millones de españoles y, por tanto, toda la confianza en esa fortaleza. No obstante, si hubiera que ampliar capacidades también se haría.
P. ¿Se harían contrataciones?
R. Tendríamos que ir de la mano de las comunidades, pero eso no va a ser un problema.
P. No sobran sanitarios a los que contratar.
R. Hay otras capacidades de actuación, como puede ser ampliando horarios, a través de las mutuas... Hay varias opciones que habrá que valorar.
P. ¿Se están valorando?
R. Se valorará en su momento, pero en principio la idea que me gustaría destacar es la fortaleza y la capacidad del Sistema Nacional de Salud. Si algo hemos aprendido de esta crisis, de esta pandemia, es el valor de lo público para salir de la misma y sobre todo, la necesidad de aquí a futuro de ser capaces de mejorar y ampliar estas capacidades.
P. ¿Son necesarias infraestructuras como pabellones?
R. Las autonomías están trabajando con ello para ver sus capacidades, para ampliarlas. Y me consta que muchas están ocupando estos espacios más amplios para ir preparando futuros escenarios a partir de abril de una llegada importante de vacunas.
P. Hay países que están retirando restricciones a los vacunados. ¿España trabaja en ese sentido?
R. En España trabajamos junto con nuestro entorno europeo en un certificado de vacunación. Ya hay consenso en cuanto a los requisitos técnicos que debe tener y respecto al uso sanitario. Por ejemplo, si una persona recibe la primera dosis en un país y, por razones laborales o de otra índole, se tiene que trasladar a otro de la UE y recibir allí la segunda dosis. Ahora estamos trabajando en otros posibles usos. Cuando tengamos un porcentaje importante de vacunación, el objetivo será facilitar otros usos con este certificado.
P. Deme un ejemplo de qué se le podría facilitar a un vacunado.
R. Podría ser un facilitador de la movilidad de cara al verano, pero estamos trabajando en ello. Estamos trabajando para que pueda ser uno de los usos posibles del certificado.
P. Pero no hay evidencia de que la vacuna evite por completo la infección.
R. Siempre vamos de la mano de la evidencia científica. Vamos a ir trabajando en el posible uso, pero siempre con las medidas de protección que sabemos que impiden la propagación del virus. Por ejemplo, el uso de mascarilla yo creo que ha llegado para quedarse. No sé si definitivamente, pero sí durante un largo tiempo.
P. ¿Este verano seguiremos con mascarilla?
R. No sé si hasta el verano o no, pero sí creo que el uso de la mascarilla vamos a tener que mantenerlo, porque hasta que no tengamos a toda la población vacunada, tendremos que seguir con la cultura del cuidado.
P. ¿Se han planteado paralizar la vacunación de AstraZeneca, como han hecho otros países?
R. En España vamos de la mano de la Agencia Europea del Medicamento [EMA, por sus siglas en inglés]. El día 11 se reunió para analizar los eventos tromboembólicos que han surgido en algunos países de la UE. Y sacó un comunicado en el que decía que hasta ahora, y con toda la prudencia, no había una relación causal entre los eventos y la vacunación. Por tanto, España va a ir como siempre, de la mano de la EMA, que es la que nos da garantías.
P. Cinco comunidades han parado la vacunación con un lote. ¿Esto no genera desconfianza?
R. Mientras la EMA no diga otra cosa, nosotros tenemos máxima confianza en las vacunas y también máxima tranquilidad en el sentido de que hasta ahora no se acreditó la relación causal. Piense que son millones de personas en el mundo que se están inoculado con vacunas. Y que estos efectos adversos de gravedad son casos contados y que también se producen en personas que no han recibido vacuna.
P. España es uno de los pocos países de Europa que sigue restringiendo la vacuna de AstraZeneca a menores de 55 años, ¿por qué vamos por detrás?
R. Vamos con el ritmo y la hoja de ruta que nos hemos marcado. La ponencia de vacunas y la Comisión de Salud Pública acordaron el principio de prudencia y, en coherencia con la evidencia científica, tomaron la decisión de aplicarla hasta los 55 años, porque el ensayo clínico de AstraZeneca llegaba hasta esa edad. La idea era revisarlo el jueves, pero ante las noticias que conocimos decidimos esperar la toma de decisiones y revisarlo cuando tengamos el horizonte más despejado.
P. Pero la EMA autorizó la vacuna de AstraZeneca para mayores de 55 años. ¿Por qué en esto no van de la mano del organismo?
R. Vamos de la mano del ensayo clínico. También se ha hecho en función de la llegada de vacunas. Se están vacunando colectivos que realizan funciones esenciales en una cantidad importante y creo que también eso contribuye a la inmunización colectiva.
P. La pandemia terminará algún día. ¿Cuáles son sus planes para el ministerio entonces?
R. He comparecido esta semana en el Congreso de los Diputados y he anunciado las líneas generales del ministerio, que pasan por ampliar y mejorar las capacidades de nuestro Sistema Nacional de Salud. Significa ampliar las capacidades asistenciales, las capacidades preventivas, las capacidades de desarrollo profesional, las capacidades de inteligencia sanitaria. También la capacidad de equidad y cohesión y, sobre todo, la capacidad de adaptación y resiliencia. Todas estas capacidades tienen que situar la atención primaria como el eje vertebrador del sistema y desarrollar e implementar la estrategia de atención primaria y comunitaria. El abordaje de la cronicidad o la estrategia de salud mental, que nos parece fundamental, especialmente como consecuencia de la pandemia. Pero también nos importa muchísimo centrarlo, no solamente en la intervención de la enfermedad, sino especialmente en la prevención y en la mejora de hábitos saludables.
P. ¿Van a crear un centro estatal de salud pública este año?
R. Estamos trabajando para tenerlo cuanto antes. Tenemos que fortalecer todo aquello que incida en la mejora de la salud pública, hacer un sistema nacional de salud que sea más fuerte, más resiliente y más proactivo, y contribuir a esa UE de la salud.
P. ¿Van a fortalecer las competencias del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud como órgano decisor?
R. El Estado descentralizado ha resistido la prueba de esfuerzo que ha supuesto esta pandemia. Hay una necesidad más que nunca de coordinarnos. Por tanto, el Ministerio de Sanidad, también en esta pandemia, ha acreditado el impulso a la coordinación, a esa actuación conjunta de todas las comunidades autónomas, desde el máximo respeto al ámbito competencial de cada una, pero también desde la necesidad de tener que hacer acciones conjuntas.