La misteriosa neumonía china se cobra su primera víctima mortal

De las 41 personas infectadas hasta la fecha por el virus, similar al que en 2002 provocó la epidemia de SARS, siete están en estado grave

Pekín -
Un periódico alerta en Hong Kong de la nueva epidemia de coronavirus.Andy Wong (AP)

Cuando hace dos días las autoridades chinas informaron de que la misteriosa neumonía de la ciudad de Wuhan se debía a una nueva cepa de un coronavirus similar al que en 2002 provocó la epidemia de SARS (síndrome respiratorio agudo grave, por sus siglas en inglés), llamaron a la calma asegurando que hasta entonces todos los pacientes evolucionaban con normalidad. Apenas dos días después, el brote se ha cobrado su primera víctima mortal.

La Comisión Municipal...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Cuando hace dos días las autoridades chinas informaron de que la misteriosa neumonía de la ciudad de Wuhan se debía a una nueva cepa de un coronavirus similar al que en 2002 provocó la epidemia de SARS (síndrome respiratorio agudo grave, por sus siglas en inglés), llamaron a la calma asegurando que hasta entonces todos los pacientes evolucionaban con normalidad. Apenas dos días después, el brote se ha cobrado su primera víctima mortal.

La Comisión Municipal de Sanidad de Wuhan, población situada en el centro del país y capital de la provincia de Hubei con 11 millones de habitantes, ha anunciado esta mañana que un hombre de 61 años ha fallecido a consecuencia de la afección. De las 41 personas diagnosticadas hasta la fecha, siete permanecen en estado grave, mientras que otras dos que ya no presentaban síntomas han sido dadas de altas.

Las autoridades, no obstante, han querido enviar un mensaje de tranquilidad, asegurando que no se han detectado nuevos casos desde el pasado 3 de enero y que ningún miembro del equipo médico se ha contagiado. “No hay evidencias de que se transmita entre humanos”, ha asegurado un portavoz del organismo. “La gente que ha estado en contacto directo con los enfermos, personal sanitario incluido, no se han infectado”.

Esta misteriosa dolencia surgió en Wuhan el pasado diciembre. La mayoría de los enfermos trabajaban en un mercado de pescados y mariscos en el que se comerciaba con animales vivos, donde se sospecha que puede localizarse el origen del patógeno. Desde entonces, la zona ha permanecido cerrada y en cuarentena.

Wang Guangfa, especialista en medicina respiratoria del Primer Hospital de la Universidad de Pekín y miembro del equipo investigador que la semana pasada logró aislar la secuencia genética del agente infeccioso, ha asegurado que la situación de los pacientes y las condiciones generales del brote están “bajo control” en una entrevista con la televisión pública nacional CCTV. Sin embargo, entre la población preocupa la proximidad del año nuevo chino, que tendrá lugar el próximo 25 de enero, en apenas dos semanas. Con motivo de esta festividad nacional, es tradición que la gente regrese al hogar familiar, en lo que supone la mayor migración humana del mundo con más de 3.000 millones de desplazamientos: un escenario ideal para el estallido de una epidemia.

El agente infeccioso podría haber rebasado ya las fronteras de China. En Corea del Sur, la mujer que ingresó el pasado martes con un cuadro similar tras un viaje de negocios a Wuhan se mantiene en estable. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC) ha confirmado que la paciente sigue en aislamiento y que las autoridades sanitarias están supervisando su evolución. En Hong Kong, 54 personas han sido ingresadas con problemas respiratorios tras haber visitado la ciudad china en las últimas semanas, según informó la región autónoma el pasado viernes y 31 de ellos ya han recibido el alta.

Los coronavirus, que reciben su nombre por la forma de corona que adoptan vistas al microscopio, suelen atacar las vías respiratorias de los mamíferos. Hasta la fecha solo se conocían seis. Cuatro provocan síntomas leves similares a los de un resfriado. Los otros dos, en cambio, son tristemente famosos: en 2002, el coronavirus del SARS, originado en China, causó la muerte de más de 700 personas en todo el mundo; mientras que en 2015 el MERS (síndrome respiratorio de Oriente Medio) dejó 449 muertos.

En un comunicado hecho público tras el descubrimiento, la Organización Mundial de la Salud optó por no establecer medidas especiales para los viajeros que visitan China. “Nuevos coronavirus aparecen periódicamente [...] y China tiene un sistema sanitario sólido, capaz de responder y gestionar brotes de infecciones respiratorias”, afirmaba el texto. La institución, de todos modos, señaló que “en las próximas semanas será necesaria información más comprehensiva para entender mejor el estado actual y la epidemiología del brote”.

Archivado En