Andalucía es la comunidad que acumula más brotes, 17, aunque de escasa incidencia

Los focos cuentan con 264 positivos y la mayoría están asociados a reuniones familiares. Los expertos piden mayor énfasis en los protocolos de higiene y contactos personales

Un vecino se somete a una prueba PCR en Belicena (Granada), epicentro de un nuevo brote de coronavirus en Andalucía.Miguel Ángel Molina (EFE)

Un hombre de 74 años que residía en una pensión de Algeciras (Cádiz), que operaba como refugio para las personas sin hogar durante la pandemia, se convirtió el pasado 19 de junio en el paciente cero del primer rebrote de coronavirus tras el fin del estado de alarma en Andalucía, uno de los territorios donde menor incidencia ha tenido la covid-19. Desde entonces hasta este miércoles, la Consejería de Salud ha contabilizado 17 nuevos focos con 264 positivos asociados, que hacen ...

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Un hombre de 74 años que residía en una pensión de Algeciras (Cádiz), que operaba como refugio para las personas sin hogar durante la pandemia, se convirtió el pasado 19 de junio en el paciente cero del primer rebrote de coronavirus tras el fin del estado de alarma en Andalucía, uno de los territorios donde menor incidencia ha tenido la covid-19. Desde entonces hasta este miércoles, la Consejería de Salud ha contabilizado 17 nuevos focos con 264 positivos asociados, que hacen de la comunidad el territorio con más brotes de España, dado que los 15 de la comarca ilerdense de Segrià se contabilizan como uno solo. Granada, que solo estuvo una semana en fase 3, concentra, con 10, la mayoría de los focos andaluces. La trascendencia clínica de los 17, sin embargo, es mínima: el total de pacientes hospitalizados en la región se mantiene entre los 40 y los 50 (hoy 49), de los que nueve están ingresados en la UCI.

Con todo, este incremento empieza a preocupar al Gobierno andaluz que, en plena campaña de verano, no quiere que los focos —todos localizados, además, en las provincias del litoral— disuadan a los veraneantes de acudir a una comunidad cuyo PIB se sustenta en un 13% en el turismo. “La mayoría están controlados o acotados en el tiempo y en el espacio”, asegura Inmaculada Salcedo, jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Reina Sofía de Córdoba y portavoz del grupo asesor de seguimiento del virus para la Junta. “No hay casos graves y las camas de hospital permanecen libres”, abunda.

La acumulación de casos en Granda, la mayoría provocados por reuniones familiares, mantiene en alerta a las autoridades sanitarias, pero, de momento, aplicar confinamientos selectivos en la capital, que registra siete de los 10 rebrotes de la provincia, no está previsto, tal y como aseguró este martes el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre. De los focos en ese territorio el que ahora mismo inquieta más es el vinculado con un funeral masivo que se celebró este fin de semana en la localidad de Santa Fé, a 20 minutos en coche de Granada. De momento, hay ocho positivos, pero se han hecho más de 300 pruebas PCR a las puertas del Ayuntamiento santaferino y del de Belicena, de donde era la joven fallecida. “Si hay un incremento de los brotes socio-familiares es porque las personas no siguen protocolos mínimos de convivencia social”, advierte el doctor Joan Carles March, profesor y antiguo director de la Escuela Andaluza de Salud Pública. “Se incide en el uso de las mascarillas, pero no hay que dar abrazos en los funerales o a personas no convivientes, en las comidas familiares solo uno debe poner la mesa y hay que evitar pasarse el pan o el agua… Son elementos en los que la Administración no pone el énfasis y que hay que recomendar”, insiste.

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“Estamos ante un cambio de paradigma, queremos tener una vida normal y la gente se relaja”, apunta Salcedo. La epidemióloga y March no ven una relación en el número de brotes de Granada y el hecho de que la provincia solo estuviera una semana en fase 3 antes de entrar en la “nueva normalidad”. Pero el profesor advierte contra el triunfalismo y la relajación: “Ahora mismo en la provincia hay 102 casos, con esta cantidad en mayo no nos hubieran dejado pasar de fase”. March recuerda que Andalucía es de las comunidades que menos PCR realiza por habitante. “Esto contrasta con Asturias y La Rioja, donde además no ha habido brotes y han registrado muy pocos positivos”, señala.

El brote más preocupante hasta ahora es el que se originó en un centro de acogida de Cruz Roja en Málaga, con 109 infectados. El edificio permanece confinado desde el 22 de junio, un día después de que se detectara el primer caso en un trabajador que acababa de llegar de Canarias. Fue uno de los focos que más rápidamente creció en número de infectados, de 15 a 89 en 24 horas, pero este miércoles la Junta lo ha dado por controlado. La mayoría de quienes han dado positivo son personas jóvenes, asintomáticas y sin patologías asociadas y ninguna ha requerido hospitalización.

El último foco reconocido en Andalucía se concentra también en la provincia de Málaga, en una residencia de ancianos de Ronda. Sus 10 usuarios y seis trabajadores permanecen aislados desde el lunes. El fin de semana había fallecido en el hospital uno de los ancianos que vivía en el centro cuyos PCR resultaron dudosos hasta la confirmación definitiva de contagio de este miércoles. De los 17 rebrotes, 10 están controlados y en el resto continúa el estudio de contactos y la realización de pruebas.

El Gobierno andaluz está vigilante ante la llegada de veraneantes en estos meses de verano, una avalancha que, aunque se prevé menor, triplica la población de muchos de los municipios costeros. “Cuanto más tránsito de personas hay mayor probabilidad de que se produzcan más positivos y se ha constatado ya que, cuando se ha abierto la mano, la posibilidad de que haya más casos aumenta, aunque aquí, de momento, no se han dado casos graves”, abunda Salcedo, que apela a la responsabilidad individual para controlar la propagación del virus. Para evitar que la llegada de turistas incremente los brotes, March aboga por intensificar la labor de los rastreadores. “Hay más gente y más contactos que controlar, lo que determina que haya que trabajarse más el seguimiento de los casos”, señala. En Andalucía las 8.000 enfermeras de atención primaria son las encargadas de hacer este trabajo junto con los 450 profesionales del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica.

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