Un estudio de aguas residuales confirma que la covid-19 ya estaba en Italia en diciembre
El informe realizado por el Instituto Superior de Sanidad demuestra que el virus llegó mucho antes del primer registro, el 20 de febrero
Los médicos y los virólogos hace tiempo que no tienen ninguna duda de que la covid-19 llevaba en Italia mucho antes de la detección oficial del primer caso el 20 de febrero. Ese día, un paciente de 37 años ingresó en el hospital de Codogno (Lombardía) en estado grave y por la noche dio positivo al test. Sin embargo, a las urgencias de algunos hospitales y a las consultas de los médicos de cabecera de algunas regiones hacía tiempo que llegaban pacientes con cuadros de extrañas pulm...
Los médicos y los virólogos hace tiempo que no tienen ninguna duda de que la covid-19 llevaba en Italia mucho antes de la detección oficial del primer caso el 20 de febrero. Ese día, un paciente de 37 años ingresó en el hospital de Codogno (Lombardía) en estado grave y por la noche dio positivo al test. Sin embargo, a las urgencias de algunos hospitales y a las consultas de los médicos de cabecera de algunas regiones hacía tiempo que llegaban pacientes con cuadros de extrañas pulmonías con una resistencia insólita a los tratamientos habituales. Un estudio publicado por el Instituto Superior de Sanidad italiano demuestra ahora que el virus ya había llegado a Italia a mediados de diciembre.
El informe ha detectado restos del virus en las aguas residuales italianas en 14 de las 40 muestras recolectadas de diciembre a febrero en varias ciudades como Turín, Milán o Bolonia. El resultado parece fuera de duda, ya que lo han confirmado dos laboratorios diferentes con distintos métodos de análisis, y prueba la presencia de coronavirus en Milán y Turín el 18 de diciembre y en Bolonia el 29 de enero. En las mismas ciudades, también se encontraron muestras positivas en los siguientes meses de enero y febrero de 2020, mientras que las muestras de octubre y noviembre de 2019 dieron resultados negativos.
Los datos, justamente, apuntan hacia las zonas más golpeadas de Italia, potencial puerta de entrada de la covid-19. Además de Milán, Turín se convirtió rápidamente en uno de los epicentros de la pandemia y los resultados explicarían cómo estuvo difundiéndose sin control durante, al menos, dos meses. El director del departamento de Calidad del Agua y Salud del ISS, Luca Lucentini, ha resaltado que el estudio confirma que el seguimiento y la toma de muestras de aguas residuales puede ayudar a “localizar precozmente y controlar la circulación del virus”.
Esta teoría explica también el nivel de propagación que el virus tuvo en zonas como Bérgamo, la región del mundo con una mayor tasa de mortalidad debido a la covid-19. Esta provincia de Lombardía se mantuvo abierta pese a que lugares cercanos ya habían diagnosticado decenas de pacientes. La detección del virus a través de este método será usado este verano en otras ciudades italianas. De hecho, otros estudios a pequeña escala llevados a cabo por equipos científicos en Países Bajos, Francia, Australia y otros lugares del mundo han confirmado que el virus que causa la covid-19 puede ser detectado en las aguas residuales.
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