Un calendario vacunal único y para todas las edades

Sanidad y las comunidades acuerdan igualar las disparidades en indemnización que se dan en España. Las sociedades científicas lamentan que el plan "se queda corto"

Inicio de campaña de vacunación antigripal.Javier Hernández Juantegui

El Ministerio de Sanidad y las autonomías buscan formalizar hoy un acuerdo para definir un nuevo calendario vacunal único, financiado con fondos públicos y para todas las edades. La medida no nace con el mayor consenso —persisten diferencias entre comunidades y para algunas sociedades médicas se queda corto—, pero los expertos consultados coinciden en que la reunión entre las consejerías y el Ministerio de Sanidad supondrá un punto de inflexión en este ámbito.

“Es el salto adelante que faltaba para fijar la idea de que las vacunas no son solo una cosa de niños y grupos de riesgo, sino u...

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El Ministerio de Sanidad y las autonomías buscan formalizar hoy un acuerdo para definir un nuevo calendario vacunal único, financiado con fondos públicos y para todas las edades. La medida no nace con el mayor consenso —persisten diferencias entre comunidades y para algunas sociedades médicas se queda corto—, pero los expertos consultados coinciden en que la reunión entre las consejerías y el Ministerio de Sanidad supondrá un punto de inflexión en este ámbito.

“Es el salto adelante que faltaba para fijar la idea de que las vacunas no son solo una cosa de niños y grupos de riesgo, sino una constante que nos acompaña y da salud toda la vida”, resume Esther Redondo, coordinadora de actividades preventivas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). “Todos hemos visto mil veces el calendario infantil. A partir de ahora veremos otro que incorpora todas las edades. Es muy importante el mensaje que esto trasladará a todos los implicados, de médicos a pacientes”, añade.

El nuevo calendario viene a cimentar las teselas de un mosaico fragmentado entre comunidades y grupos de edad. Al infantil —que arranca durante la gestación con la inmunización del feto a través de la madre con la dTpa (difteria, tétanos y tos ferina)—, se unen ahora los recordatorios necesarios durante la edad adulta y las inmunizaciones recomendadas a partir de los 65 años, como la gripe y la enfermedad neumocócica, después de que Sanidad y las comunidades hayan acordado igualar las disparidades en inmunización que se dan en España.

Desde la gestación a los 14 años (con una revisión a los 18 años para subsanar las dosis ausentes), el calendario incluye 13 vacunas que protegen frente a una veintena de enfermedades. Por ahora, la inmunización contra la meningitis B (Bexsero), seguirá fuera de la financiación pública.

Cataluña, Ceuta y Melilla, además, vacunan a los niños contra la hepatitis A. Y Melilla y Asturias suman presentaciones conjugadas que protegen contra más virus de enfermedades ya incluidas en el calendario. “No se acaba de articular un calendario realmente único”, lamenta Fernando Moraga-Llop, vicepresidente primero de la Asociación Española de Vacunología. “Es un paso importante y fija un plan de mínimos. Deberá mejorar, pero se ha progresado mucho y no está tan lejos de lo que piden las sociedades científicas, partidarias de extender todas las vacunas”, añade.

En la edad adulta, el calendario prevé la inmunización con tres vacunas: varicela, triple vírica (sarampión, rubeola y paperas) y la DTPa (similar a la dTpa, con distintas concentraciones según la enfermedad). Pero no para todos, solo para aquellas personas que no estén ya protegidas, bien porque hayan sido vacunadas o bien porque pasaron la enfermedad. Este es uno de los escenarios que queda más abierto en el nuevo calendario, ya que la implantación de las vacunas no llegó de manera uniforme a algunas generaciones.

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“En general, se considera que los nacidos antes de los años setenta ya están protegidos porque pasaron estas enfermedades de niños. Y la vacunación se generalizó a medida que avanzó esa década”, explica Redondo. Persisten, sin embargo, bolsas de nacidos en esos años que no están protegidos contra alguna de estas enfermedades. Han sido, por ejemplo, de los más afectados en los recientes brotes de sarampión registrados en España en la última década.

Para Redondo, “no es necesario adoptar medidas específicas” para rellenar este vacío. “Una de las virtudes del nuevo calendario es precisamente eso, que refuerza la conciencia sobre la necesidad de inmunización. Serán los médicos de atención primaria quienes tendrán que aprovechar las consultas de personas de esa edad para completar el historial de los pacientes. Y si lo estiman necesario, pautar las vacunas. Pero debe ser algo normalizado, dentro de la habitual relación entre el médico y el paciente”, añade Redondo.

A los 65 años llega el tercer momento clave del calendario. A esa edad es necesario aplicar una nueva dosis frente tétanos y difteria, y empezar a vacunar anualmente contra la gripe. También contra la enfermedad neumocócica.

Es en esta edad en la que el nuevo calendario ha dejado más insatisfechas a las sociedades científicas. “Hay algunas, como Madrid, que ya cuentan con calendarios más completos para los mayores y no se ha seguido ese ejemplo”, lamenta Moraga-Llop. Como sucede en la infancia, las autonomías que lo deseen seguirán financiando más vacunas que las incluidas en el plan aprobado entre el Gobierno y las comunidades en el Consejo Interterritorial.

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“Ha sido una pena no ir más allá, se queda corto”, resume José Antonio López Trigo, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). “Acudimos a las reuniones con el Ministerio muy esperanzados, pero finalmente se han ignorado nuestras propuestas, que están basadas en las evidencias y consensos alcanzados por la clase médica”, añade.

Para la SEGG y otras sociedades era importante “avanzar la edad de vacunación de la gripe”. “Lo ideal es empezar a los 50 años, aunque entendíamos que es algo que podía hacerse gradualmente”, añade López Trigo. Algo parecido ocurre con la enfermedad neumocócica, donde la SEGG lamenta “que siga habiendo una gran disparidad entre comunidades, lo que carece de cualquier sentido desde el punto de vista médico”. Por último, las sociedades lamentan la exclusión de la vacuna contra el herpes zóster.

Meningitis C y terapias contra el cáncer, en la agenda del Consejo Interterritorial

Terapias avanzadas contra el cáncer, meningitis C y la contención de las pseudoterapias son otros tres puntos importantes abordados por el Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas en el seno del Consejo Interterritorial.

La ministra María Luisa Carcedo ya presentó el pasado martes a las sociedades científicas involucradas el Plan Estratégico de Terapias Avanzadas relativo a las inmunoterapias CAR-T (acrónimo inglés de Chimeric Antigen Receptor T-Cell). El proyecto detalla un nuevo modelo organizativo y asistencial para garantizar el acceso "equitativo, seguro, eficiente y planificado" a estas terapias innnovadoras dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) contra varios tipos de cáncer como la leucemia. Por ahora, tres medicamentos CAR-T que ya han sido aprobados por la Agencia Europea del Medicamento.

El Consejo también debatirá la actualización de la estrategia nacional contra la hepatitis C en una reunión que llega después de los últimos estudios que han concluido que la prevalencia de la enfermedad en España es mucho menor (unas 70.000 personas con infección positiva) que las cifras manejadas hasta la fecha, que llegaron a situarla por encima del medio millón de personas.

El calendario que previsiblemente aprobará el Consejo Interterritorial se ve complementado con otro, mucho más extenso y detallado (el documento que lo recoge supera las 180 páginas), para grupos de riesgos específicos como enfermos crónicos, trabajadores con exposición y viajeros. Este documento, elaborado por el ministerio, ha sido muy bien recibido por todas las comunidades autónomas.

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