El Supremo frena el intento de los acusados del ‘procés’ de retrasar meses el juicio

El tribunal rechaza ampliar a 90 días el pazo para que las defensas presentes sus escritos de calificación

Josep Rull y Jordi Turull acuden a declarar al Tribunal Supremo, el pasado 23 de marzo, horas antes de que el juez Llarena decretara su ingreso en prisión. JAIME VILLANUEVA

El Tribunal Supremo ha frenado el último intento de los líderes independentistas procesados por rebelión de retrasar durante varios meses el juicio que el alto tribunal prevé celebrar a principios de 2019. La Sala de lo Penal ha rechazado este miércoles la petición formulada por algunas de las defensas para que se amplíe hasta los 90 días el plazo para que presenten sus escritos de calificación previos a la vista oral. En lugar de esos tres meses que pedían los procesados, el tribunal les con...

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El Tribunal Supremo ha frenado el último intento de los líderes independentistas procesados por rebelión de retrasar durante varios meses el juicio que el alto tribunal prevé celebrar a principios de 2019. La Sala de lo Penal ha rechazado este miércoles la petición formulada por algunas de las defensas para que se amplíe hasta los 90 días el plazo para que presenten sus escritos de calificación previos a la vista oral. En lugar de esos tres meses que pedían los procesados, el tribunal les concede 10 días, aunque ese plazo no empezará a contar hasta que se celebre la vista para resolver cuestiones previas al juicio, unas sesiones que el Supremo pretende celebrar antes de Navidad.

Aunque los abogados no consigan su objetivo de dilatar durante meses el juicio, el Supremo va a tenerlo difícil para poder empezar la vista oral e enero, como era su pretensión. Con todo, en el tribunal aún confía en esta posibilidad. De momento, la sala dio ayer tres días de plazo a la fiscalía y al resto de partes para que informen sobre los escritos que presentaron recientemente las defensas de los 18 acusados en los que alegaban que el alto tribunal no es competente para juzgarles. Según las defensas, el alto tribunal debe inhibirse en favor del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) porque los supuestos delitos se cometieron en esa comunidad. Esa cuestión será una de las que se aborde en la vista previa al juicio oral.

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Tras esas sesiones previas el tribunal dictará un auto (previsiblemente al día siguiente) en el que determinará si acepta o no las alegaciones de las defensas. Si las rechaza, empezarán a correr los 10 días de plazo que anunció ayer para presentar los escritos de calificación (en los que los procesados se opondrán a las acusaciones de rebelión, sedición y malversación de la Fiscalía, Voz y la Abogacía del Estado). De esta manera, en el caso de que la vista previa se celebre a mediados de diciembre, los escritos de calificación se presentarán alrededor de fin de año.

Antes de celebrar la vista de cuestiones previas, el Supremo tendrá, no obstante, que resolver las recusaciones planteadas por varios de los procesados contra los siete miembros del tribunal que les va a juzgar. La fiscalía ha pedido que se rechacen de plano estas peticiones, pero fuentes del tribunal se muestran partidarios de admitirlas y que se delibere sobre ellas. En ese caso, se tendría que reunir la llamada Sala del 61, llamada así por el artículo de la ley orgánica del Poder Judicial que lo regula y que está integrada por el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, y por los presidentes de cada una de las cinco salas del Supremo, además del magistrado más antiguo y el más moderno de cada una de ellas. Mientras las recusaciones no se resuelvan, el tribunal que va a juzgar a los líderes independentistas no puede celebrar ninguna vista.

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