Otros cinco proyectos más (de probada solvencia) para cambiar el mundo en dos horas
La trilogía del francés Pierre Chevelle invita a actuar con micro-compromisos para beneficio de los demás y del planeta
La semana pasada hablamos del libro Changer le monde en 2 heures (Cambiar el mundo en 2 horas, en castellano) en el post Cinco proyectos (de probada solvencia) para cambiar el mundo en dos horas. El autor, Pierre Chevelle, busca informar de iniciativas ya en curso para incentivar al ciudadano a comprometerse a mejorar el mundo con pequeñas acciones coordinadas y que se encuentran al alcance de su mano.
En este segundo post presento los cinco siguientes proyectos propuestos en el libro y que se me quedaron en el tintero:
1) Sparknews. En su homepage lo dejan todo muy clarito desde el inicio: “Para hacer un mundo mejor, empecemos por cambiar la manera en la que hablamos de él”. Su objetivo es poner en el foco mediático iniciativas positivas para acelerar la transición social y ecológica que el mundo necesita. Todos, periodistas y lectores de medios de comunicación por igual, estamos llamados a dar importancia a lo importante y relevancia a lo relevante. ¿Pero estamos todos nosotros, periodistas y lectores por igual, por la labor? Hablamos un par de veces en este blog de su iniciativa Impact Journalism Day, un intento por concienciar a periodistas sobre el impacto de lo que decimos en el mundo que estamos construyendo entre todos.
2) Discosopa. ¿Qué decir sobre esta plataforma colaborativa internacional contra el despilfarro alimentario? Los participantes organizan eventos solidarios y festivos con la voluntad de reapropiarse el espacio público y los residuos de alimentos para sensibilizar sobre el dramón de la cantidad de comida que, por activa o por pasiva, acabamos todos como sociedad tirando al cubo de la basura. Hablamos sobre ellos en varias ocasiones como en el post DiscoSopa contra el despilfarro alimentario.
3) Seintinelles nació en el 2013 en Francia como el primer espacio colaborativo al servicio de la investigación contra el cáncer. Todo nació del encuentro entre un cancerólogo y una paciente de cáncer, experta en marketing y comunicación. El uno vio en la otra la oportunidad de luchar contra el cáncer de otra manera que la convencional. Se trata de reclutar, a través de su sitio web, a enfermos de cáncer dispuestos a poner a disposición de la ciencia su caso para acelerar la investigación y las soluciones contra esta enfermedad que ya afecta a una persona de cada cuatro en Francia. Hasta la fecha, más de 35.000 personas se han ofrecido voluntariamente para entrar en el juego, tanto pacientes como personas en remisión, como familiares de enfermos.
Cada persona pasa de media 80.000 horas en el trabajo a lo largo de su vida. ¿Por qué no ponerlas al servicio del nuevo mundo que se anuncia?
4) Euforia se presenta como una organización de jóvenes para los jóvenes con base en Ginebra. Uno de los cofundadores, Jerónimo Calderón, es boliviano. Con su amigo Yoko tienen un sueño ¿loco?: empoderar a 10 millones de jóvenes en todo el mundo para que cada uno de ellos se convierta en actor local del cambio allí donde se encuentre. Por el momento la organización cuenta con miembros en más de 20 países en tres continentes. Ambición, en todo caso, no les falta. Se puede participar en una de sus formaciones o incluso coorganizar una por su cuenta y riesgo.
5) Ticket for Change se presenta como una escuela de “nueva generación” para actores del cambio. Acompañan a todas aquellas personas deseosas de trabajar, ya en su propio lugar de trabajo, para provocar el cambio social y ecológico que la sociedad necesita aprovechando los talentos de cada uno. Según Ticket for Change el 94% de los franceses quiere contribuir a solucionar los grandes desafíos colectivos, pero solo el 20% llega a implicarse. Cada persona pasa de media 80.000 horas en el trabajo a lo largo de su vida. ¿Por qué no ponerlas al servicio del nuevo mundo que se anuncia? Hasta la fecha más de 100.000 personas han sido impactadas de manera directa o indirecta por sus programas. ¿Serás tú el siguiente?