La sociedad opaca del hijo de Julio Grondona, el padrino del fútbol argentino, suma pruebas al ‘FIFA Gate’
Humberto Grondona creó una estructura en Belice seis meses después de la muerte del presidente de la AFA y vicepresidente de la FIFA
Humberto Grondona, hijo mayor del que fuera presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) durante 35 años, Julio Grondona, figura como único beneficiario final de una sociedad opaca creada en Belice para recibir dinero de la herencia de su padre y de “negocios familiares”.
La sociedad FPT Investments Limited se creó en diciembre de 2014, seis meses después del fallecimiento de Julio Grondona, quien también se desempeñó durante años como...
Humberto Grondona, hijo mayor del que fuera presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) durante 35 años, Julio Grondona, figura como único beneficiario final de una sociedad opaca creada en Belice para recibir dinero de la herencia de su padre y de “negocios familiares”.
La sociedad FPT Investments Limited se creó en diciembre de 2014, seis meses después del fallecimiento de Julio Grondona, quien también se desempeñó durante años como vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y cuya incalculable fortuna se encuentra bajo la lupa de la justicia argentina y de los investigadores de Estados Unidos.
“Los fondos provienen de las ganancias generadas por su trabajo como director técnico de fútbol, ganancias de los negocios familiares en la Argentina y una herencia”, detallan los documentos sobre Humberto Grondona y FPT Investments Limited que conforman los Papeles de Pandora, la nueva filtración global del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en sus siglas en inglés). La Nación, Infobae y elDiarioAR lideraron la investigación en Argentina.
Consultado por los documentos de FPT Investments, Grondona negó cualquier relación con esa sociedad de Belice. “Desconozco todo eso. Me encantaría que fuera cierto porque estaría bárbaro económicamente. Pero no es así. Murió mi padre y se dijeron muchas cosas falsas, por personas que querían salvarse de una condena judicial diciendo mentiras”, afirmó.
Los documentos vinculados a esa sociedad offshore incluyen, no obstante, la firma y aclaración manuscrita de Humberto Grondona, su número de teléfono celular, su correo electrónico personal e, incluso, un acta de constatación de su domicilio en Puerto Madero, rubricada y certificada por el escribano Fernando Mitjans.
En esos mismos documentos también se detalla que parte del dinero que circularía a través de esa sociedad opaca provendría de Perú, Chile, México y Argentina. Es decir, los cuatro países donde Humberto Grondona dirigió equipos o selecciones durante los últimos años.
Los documentos, que llevan el membrete de Overseas Management Company —una compañía de servicios corporativos y fiduciarios con sedes en Panamá, Uruguay, Suiza, Dubái y Hong Kong—, detallan que FPT Investments Limited se constituyó el 30 de diciembre de 2014 en Belice, con un capital inicial de 50.000 dólares y cuatro domicilios asociados.
¿Cuáles son esas cuatro direcciones? Una en Belice; la segunda en la zona franca de Montevideo; la tercera en un departamento de un edificio ubicado en la calle General Paz del partido de Avellaneda, a las afueras de Buenos Aires; y la última, en la calle Juana Manso de Puerto Madero, en el centro de la capital argentina.
“¿A mi nombre? ¿Una sociedad? ¡Ojalá! No estaría en la situación en la que estoy”, respondió Grondona ante la consulta del equipo argentino de ICIJ, que llamó al teléfono celular que figuraba en los formularios de FPT Investments Limited. “Me da bronca porque contraté un abogado cuando empezaron a decir que había millones depositados en Suiza y no encontramos nada. Todo lo que heredé está a la vista”, sostuvo.
Más aún, Grondona pidió que le enviaran las preguntas a la misma casilla de correo electrónico que figura en esos documentos offshore. Tras el envío de ese correo, no respondió a los intentos posteriores de ICIJ por contactarlo.
Las pistas del ‘FIFA Gate’
Con los Papeles de Pandora, el escándalo del FIFA Gate suma un nuevo eslabón. Los datos que ahora se conocen sobre la firma FPT Investments Limited complementan los difundidos en Estados Unidos desde mayo de 2015, cuando una investigación de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) derivó en arrestos en distintas partes del mundo y en un escándalo global.
También como parte de esa investigación, el banco suizo Julius Baer admitió en mayo de este año y ante una Corte Federal de Nueva York que “lavó al menos 25 millones de dólares para [Julio] Grondona provenientes del pago de sobornos que recibió a cambio de los derechos de televisión de las Copas del Mundo de 2018, 2022, 2026 y 2030 además de otros torneos”.
El banco Julius Baer detalló que, tras la muerte de Grondona en julio de 2014, desarrolló operaciones de lavado en Suiza y Estados Unidos para los tres herederos del otrora dirigente del fútbol argentino. Es decir, para Liliana, Julio y Humberto Grondona.
Como parte de su acuerdo con el Departamento de Justicia, el banco declaró, además, que Alejandro Burzaco y otros ejecutivos de Torneos y Competencias SA (la empresa argentina a cargo de la televisación del fútbol) crearon dos sociedades pantallas, FPT Sports SA y Arco Business and Developments Ltd, con las que abrieron cuentas en Suiza para completar los pagos de sobornos.
Tanto una de las sociedades pantallas que utilizó Burzaco para delinquir como la que pertenecería en Belice a Humberto Grondona comparten las primeras tres letras: FPT. Coincide con las iniciales de “Fútbol Para Todos”, como llamó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner al programa de transmisión gratuita de los partidos locales en el canal del Estado.
Consultado por La Nación en julio de este año, voceros de Julius Baer en Suiza se negaron a dar información complementaria sobre sus operaciones con la familia Grondona. “No tenemos comentario adicional”, indicó desde Zúrich la portavoz Valeria Ancarani.
Según admitieron Burzaco y Julius Baer en Estados Unidos, el acuerdo consistió en pagarle a Grondona, como titular de la AFA y vicepresidente de la FIFA, cerca de 30 millones de dólares por los derechos de televisación de los mundiales. De esos fondos, 25 millones los giraron a una subcuenta de FPT Sports.
“El propósito de colocar los fondos en una subcuenta, en vez de en la cuenta principal”, explicaron los abogados de Julius Baer en Nueva York, “era esconder los fondos, al mismo tiempo que le permitía a Torneos recibir resúmenes bancarios para confirmar que los pagos se habían hecho”. A lo largo de los documentos que presentaron ante la justicia, los investigadores aludieron a Julio Grondona con el apodo Oficial del Fútbol N° 1. Pero aportaron indicios suficientes para identificarlo. Entre ellos, que presidió la AFA, que falleció el 30 de abril de 2014 y que dejó tres herederos.
En esa línea, Julius Baer precisó que Julio Grondona se reunió con un ejecutivo del banco —que también colaboró con la justicia— para instruirle sobre cómo invertir los fondos de esa subcuenta. Tras la muerte del dirigente, la entidad giró más de 16,5 millones de dólares en noviembre de 2014 a otra cuenta en el mismo banco a nombre del primero de sus herederos. En marzo de 2015, en tanto, Julius Baer giró otros ocho millones de dólares hacia otra cuenta en otro banco suizo para el segundo heredero de Grondona. Y para entonces, ya había coordinado con su tercer heredero para abrir otra cuenta en el banco y aprobar el depósito de tres cheques de la FIFA.
Ante la consulta de ICIJ para esta nota, Humberto Grondona se desligó de sus hermanos. “Yo solo pongo las manos en el fuego por mí. Estoy peleado con mis hermanos porque no cumplieron con el reparto acordado de la herencia y yo no sé qué habrán hecho”.
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