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Protocolos contra el ‘bullying’ que no llegan

Los lectores y las lectoras escriben sobre el acoso escolar, el sufrimiento de las mujeres afganas, el Premio Planeta, y la educación en tiempos de posverdad

El suicidio de una joven de 14 años que sufría acoso escolar es una tragedia que pone en evidencia graves carencias institucionales. La madre había denunciado el bullying ante la dirección del centro después de un primer intento de suicidio. Sin embargo, aunque el colegio aplicó algunas medidas, se confirmó que no se activaron el protocolo de acoso ni de conductas autolíticas. La inspección educativa ha remitido ahora el caso a la Fiscalía y ha abierto un expediente al centro. Esta reacción tardía muestra cómo, demasiadas veces, los protocolos existen, pero no se ponen en marcha a tiempo o directamente, no se aplican. La escuela debe ser un lugar seguro y proactivo, no reactivo ante la tragedia.

Carla Mascó. Barcelona

No olvidemos a las afganas

Hay tantas injusticias en el mundo, tanto sufrimiento que uno no da abasto a todo lo que ocurre, pero de repente la tribuna publicada este martes en EL PAÍS de Nadia Ghulam sobre las mujeres en Afganistán y el de Juan José Millas del pasado sábado en EPS me ha recordado el horror de esas mujeres que no son noticia y ¡ahí están, abandonadas a su suerte! Ya que tanto nos implicamos en buscar soluciones en la búsqueda de la paz, ¿no podría la comunidad internacional implicarse en ese país, Afganistán, y ayudar a esas mujeres a las que les han prohibido hasta la voz?

Ana Alonso Castrillo. Madrid

Cuidemos nuestra lengua

No soy Premio Planeta ni lo seré nunca, pero puedo presumir de detectar y no emplear los usos desviados de las formas no personales del verbo como el infinitivo o el gerundio. Enemiga pública número uno del gerundio de posterioridad y del infinitivo que funciona como núcleo de una oración independiente sin el auxiliar que da cuerpo a la perífrasis verbal, me siento herida, decepcionada por la apertura del discurso de agradecimiento del nuevo ganador del Premio Planeta. “Lo primero, agradecer, lógicamente, al jurado”. El planeta de nuestra lengua está contaminado de gerundios que tropiezan en la posterioridad de la acción principal y de infinitivos que abren, galopando sin sostén de jinete alguno, los discursos de políticos, artistas, deportistas, etc. Y Juan del Val no quiso ser menos. Es cierto que luego el amor salvó el discurso de entre las llamas del infinitivo pirómano, pero, por amor de Dios, amemos más nuestra preciosa lengua y no la martiricemos así.

Mónica Oncala Gil. Valencina de la Concepción (Sevilla)

¿Adoctrinamiento en las aulas?

El otro día un joven de 19 años me preguntó en clase, respecto al genocidio perpetrado por Israel en Gaza: ¿de qué lado estás? Me quedé perpleja. ¿Cómo de qué lado estoy? ¿Cómo puede pensar ese adolescente que aquí hay dos bandos? Y claro, recordaba mis tiempos en la facultad donde tanto nos quejábamos del adoctrinamiento en las aulas y pensé: ¿por dónde empiezo a responder y cómo? Finalmente, haciendo uso del sentido común y respondiendo como buena gallega: ¿cómo puedes pensar que hay dos bandos en este genocidio? La historia que a él le contaron era otra y eso sí que es preocupante. Esto ya no es cuestión de ideología, es cuestión de humanidad. Y de paso: que lea a Joe Sacco.

Silvia Liñares Louzao. Granada

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