Jóvenes brillantes, educación pública y poder
Los lectores escriben sobre los estudiantes universitarios, la gestión de residuos, la mejora de la ley de eutanasia y los problemas de vivir en poblaciones alejadas del centro de las ciudades
Cada vez que llegan estos días y aparecen noticias sobre los estudiantes con las notas más altas en las pruebas de acceso a la Universidad siento dos alegrías y una preocupación. Las alegrías son que un buen número de ellos vienen de la educación pública, y que muchos eligen vocaciones que no tienen que ver ni con la riqueza ni con el poder. Prefieren estudiar medicina, física y matemáticas, filosofía o filologías. Creo que las dos cosas apoyan esperanzas de mejoras. La preocupación tiene que ver con ...
Cada vez que llegan estos días y aparecen noticias sobre los estudiantes con las notas más altas en las pruebas de acceso a la Universidad siento dos alegrías y una preocupación. Las alegrías son que un buen número de ellos vienen de la educación pública, y que muchos eligen vocaciones que no tienen que ver ni con la riqueza ni con el poder. Prefieren estudiar medicina, física y matemáticas, filosofía o filologías. Creo que las dos cosas apoyan esperanzas de mejoras. La preocupación tiene que ver con la durísima crítica de El Roto de hace unos días al reclutamiento de los partidos políticos: “El próximo curso me matriculo en un partido, no tienen selectividad”. Desde luego la política necesita representantes de todos los grupos sociales, no solo de los más inteligentes, pero me pregunto si, además de los pocos representantes que llegan de los grupos más desfavorecidos, llegarán a ella el número suficiente de estos jóvenes brillantes que tan sano desapego muestran por el dinero y el poder.
Luis Ibáñez Garzaran. Sant Cugat del Vallés (Barcelona)
Solo reciclar no basta
Todavía muchos desconocen la llamada jerarquía de gestión de residuos: reducir y reutilizar antes que reciclar o desechar, sobre todo en materia de empaques o contenedores plásticos. Es muy importante difundirla a todos los niveles, para que toda la ciudadanía se familiarice con ella con miras a un consumo más responsable. Sólo reciclar no es suficiente, como muchos en la industria quieren hacernos creer.
J. Octavio Pineda. Ciudad de México
Mejorar la ley de eutanasia
Es indudable que disponer de una ley de eutanasia en España es un gran avance y aporta tranquilidad a muchas personas, pero considerar que “cumple con los propósitos para los que fue creada” como manifiesta el editorial del 28 de junio, parece estar en desacuerdo con la información aportada por EL PAÍS: el escaso número de personas que han podido acceder a esta prestación (unos 172) en comparación con otros países y la tardanza en su aplicación en algunos casos. Es momento de considerar si conviene mejorar la ley de eutanasia, simplificando el procedimiento para que no desistan de solicitarla algunos pacientes, y obligando a la Administración a mejorar la formación de los profesionales y a facilitar su actuación. También debería valorarse que el mecanismo de control fuera a posteriori, como ocurre en otros países, evitándose así el obstruccionismo que parecen practicar algunas comunidades autónomas.
Carlos García Aguado. Madrid
El modelo de Madrid
Vivir en la Comunidad de Madrid sale caro. Uno de los barrios de Villalbilla, donde vivo, está creciendo exponencialmente. Llegan muchas familias jóvenes, ilusionadas, pensando que le van a dar a sus hijos un estilo de vida distinto, más tranquilo y calmado… Hasta que se encuentren con el primer muro infranqueable: vivir en un lugar tranquilo a costa de no tener plazas públicas de educación. La alternativa, un “maravilloso” colegio concertado con cuotas elevadas, que asfixiará la economía de esta comunidad de vecinos jóvenes que llega a la zona. Los colegios concertados de Madrid, el nuevo modelo de enseñanza privada para pobres.
Sofía Zurita. Villalbilla (Madrid)