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Columna
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Morfydd Clark: una aventura entre elfos, fans y 1.000 millones de dólares

La actriz protagoniza una adaptación más o menos “libre” de la obra de Tolkien que ya ha levantado un tsunami de controversias

Antonio Ortuño
Morfydd Clark, en una imagen de la serie.
Morfydd Clark, en una imagen de la serie.AP

El peso de la responsabilidad que lleva a cuestas es notorio. Y no se diga la presión que la rodea. Como protagonista de la serie El señor de los anillos: los Anillos del Poder, estrenada el pasado jueves en todo el mundo por la cadena Amazon, la actriz Morfydd Clark tiene ante sí el duro trabajo de ser la cara más visible de una adaptación más o menos “libre” de la obra del clásico de la fantasía J.R.R. Tolkien que ya ha levantado un tsunami de controversias.

Porque el mundillo de los aficionados a la obra de Tolkien se destaca por ser uno de los más ortodoxos entre quienes gustan de las historias de imaginación y aventuras y los cambios que han introducido los productores y showrunners de Amazon han significado, para muchos, una osadía. Antes que nada, porque los derechos que adquirieron sobre las historias de la saga de la Tierra Media no son completos, y porque la decisión de enfocarse en la llamada Segunda Edad, sobre la que su autor no escribió demasiado, abrió la posibilidad (y casi obligó) a introducir personajes nuevos, algo que perturba a una porción nada menor de los tolkenianos.

Después, porque la producción optó deliberadamente por seguir el camino trazado por la saga de Star Wars y el Universo Cinematográfico de Marvel, y apostó por un reparto inclusivo y multiétnico, y por una acentuada presencia de personajes femeninos, en los que poco abundó Tolkien. Aunque los que creó fueran tan esenciales y significativos como Galadriel, una reina élfica, cuya caracterización por Cate Blanchett en la saga de películas de los primeros años 2.000 se convirtió en icónica y que ahora, con características un tanto distintas, interpreta Morfydd Clark.

El estreno de la serie desató la inconformidad de muchos fanáticos, quienes reclaman que el origen europeo (en especial germano y nórdico) de las historias de Tolkien, y su espíritu animado por el cristianismo medieval, nada tiene que ver con el tipo de inclusión presentada por la serie. Otros han respondido que las grandes historias se adaptan a las épocas y resaltan la necesidad de evitar que Tolkien (quien, en vida, fue un firme opositor de las ideas racistas y supremacistas) sea considerado un autor de historias exclusivamente de y para hombres blancos. Así, que la serie abra espacio a tantos personajes femeninos de primera línea, que algunos de ellos estén interpretados por mujeres no blancas. y que el personaje más visible sea una guerrera (pues como tal es presentada Galadriel), ha puesto a muchos en pie de guerra, aunque también haya levantado los aplausos de otros más.

Por su parte, Morfydd Clark tiene vasta experiencia en enfrentar retos y obstáculos. Nació en Suecia en 1989, en una familia de galeses que volvieron a su país unos meses después. A los siete años le diagnosticaron Trastorno por Déficit de Atención y, por si fuera poco, abandonó la escuela apenas a los 16, conflictuada por la dislexia, que le ocasionaba serias dificultades para leer y escribir. “La escuela no estaba adaptada a mis necesidades”, dice ella. Volvió a Suecia, trabajó en una granja, en un despacho de arquitectos y, curiosamente, como asistente de educación. De vuelta en Gales, comenzó a actuar en festivales tradicionales, y decidió presentarse a una audición para el Teatro Nacional de la Juventud. La eligieron, para su sorpresa, y más tarde, sus buenas aptitudes la hicieron ingresar al Drama Center en Londres.

Comenzó a hacer teatro, cine y televisión en el decenio del 2010. Nada demasiado vistoso, aunque sí con rigor: adaptaciones de Shakespeare, Flaubert, Dickens. No estaba en el radar de los medios, a decir verdad, cuando ganó el rol de Galadriel para la superproducción más costosa en la historia de la televisión de paga… Porque Amazon gastó 250 millones de dólares solo en adquirir los derechos de parte de la obra de Tolkien y se calcula que echará mano otros 250, por temporada, en producir la serie, lo que elevará los costos totales por encima de los 1.000 millones de billetes verdes.

Así que Galadriel deberá enfrentar a los poderes oscuros y sus secuaces y Morfydd Clark hará lo propio con algunos fans enojados y con las enormes expectativas financieras de una megacorporación. La serie se estrenó con 25 millones de espectadores globales en su primer día. De momento, tanto Galadriel como Morfydd parecen muy capaces de dar la batalla

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