Nuestras violencias migratorias
Entre las situaciones más graves del ninguneo gubernamental destacan las condiciones insalubres de los centros de detención y las deportaciones desde Estados Unidos

Los días de covid-19 siguen transcurriendo. Los dolores y las muertes se acumulan. Muchas precariedades han aparecido. Otras, trágicamente, han mostrado su dimensión histórica. En la discusión pública es visible la falta de medicamentos e insumos para la salud, así como los “subregistros” de contagios y muertes. La ausencia de narrativas y acciones integrales es visible. Las charlas sobre salud de nuestras autoridades se han instalado desde hace semanas entre lo anecdótico y lo reactivo. Las descalificaciones a incrédulos o críticos son la “mejor” respuesta gubernamental a los cuestionamientos...
Inicia sesión para seguir leyendo
Sólo con tener una cuenta ya puedes leer este artículo, es gratis
Gracias por leer EL PAÍS