Claudia Sheinbaum visita al papa Francisco en El Vaticano: “Tengo profunda admiración por su pensamiento humanista”

La aspirante presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, se ha reunido con el papa Francisco en la ciudad de El Vaticano. La abanderada del oficialismo ha confirmado el encuentro mediante un mensaje publicado en X, acompañado de dos fotografías que muestran a Sheinbaum saludando al Pontífice. La reunión de la morenista con el líder de la iglesia católica ocurre horas después de que la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, visitara por su parte a Francisco. Sheinbaum ha detallado que la reunión con el Papa duró una hora y ocurrió en su despacho privado en Santa Marta. Además de visitarlo por ser el representante de la religión que profesa la inmensa mayoría de mexicanos, la morenista ha dicho que siente por Francisco “una profunda admiración por su pensamiento humanista”. También ha descrito al Pontífice como “uno de los líderes y pensadores globales más grandes de los últimos tiempos”.

Sheinbaum ha comentado que obsequió al Papa piezas de arte del pueblo wixárika. “Fue una hora excepcional que nunca olvidaré, con una forma sencilla y cálida que muestra su grandeza”, ha explicado. “Me regaló grandes consejos de vida”, ha agregado. La aspirante presidencial morenista ha recitado un pasaje del Papa que, ha asegurado, ella misma suele repetir en sus discursos: “La única manera lícita de mirar de arriba a abajo a alguna persona es cuando le das la mano para levantarse”. “Es una de las líneas más profundas y hermosas sobre la fraternidad y la igualdad que he escuchado”, ha anotado la morenista.

La exjefa de Gobierno de Ciudad de México ha detallado que su encuentro con el Pontífice fue facilitado por los hermanos Héctor y Mauricio Sulaimán, empresarios, filántropos y directores de los programas de promoción del deporte impulsados por Francisco, FutVal (Futbol con Valores) y BoxVal (Boxeo con Valores). Sheinbaum ha dicho que los Sulaimán son sus “amigos queridos”. También ha agradecido por “la enorme oportunidad” a Adrián Pallarols, un artista argentino que se define como el orfebre del Papa —y “amigo reciente”, ha precisado la morenista—. Fuentes de El Vaticano han afirmado a este periódico que los encuentros tanto de Sheinbaum como de Gálvez con Francisco se consiguieron por canales no oficiales, es decir, no hubo solicitudes formales a la Nunciatura ni a la Embajada, informa Daniel Verdú desde Roma.

Sheinbaum ha mostrado en el pasado ser una lectora de las lecciones de Francisco. En diciembre, al presentar sus “Diálogos por la Transformación” —las mesas de análisis para preparar su programa de Gobierno—, leyó un pasaje de la Fratelli Tutti, la encíclica del Papa sobre “la fraternidad y la amistad social”. “Muchas veces se percibe que, de hecho, los derechos humanos no son iguales para todos. El respeto de estos derechos es condición previa para el mismo desarrollo social y económico de un país”, citó Sheinbaum. “Cuando se respeta la dignidad del hombre y la mujer, y sus derechos son reconocidos y tutelados, florece también la creatividad y el ingenio, y la personalidad humana puede desplegar sus múltiples iniciativas en favor del bien común. Pero, observando con atención nuestras sociedades contemporáneas, encontramos numerosas contradicciones que nos llevan a preguntarnos si verdaderamente la igual dignidad de todos los seres humanos, proclamada solemnemente por Naciones Unidas hace 70 años, es reconocida, respetada, protegida y promovida en todas las circunstancias”, añadió.

“En el mundo de hoy persisten numerosas formas de injusticia”, continuó la morenista, “nutridas por visiones antropológicas reductivas y por un modelo económico basado en las ganancias, que no duda en explotar, descartar e incluso maltratar al hombre. Mientras una parte de la humanidad vive en opulencia, otra parte ve su propia dignidad desconocida, despreciada o pisoteada y sus derechos fundamentales ignorados o violados. ¿Qué dice esto acerca de la igualdad de derechos fundada en la misma dignidad humana?”, agregó Sheinbaum. En su discurso de entonces definió a Francisco como “un pensador contemporáneo profundamente humanista”.

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