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Sheinbaum intenta capitalizar su matrimonio en la campaña: “Feliz 14 de febrero”

La candidata presidencial aumenta la exposición de su relación amorosa con el fin de arrancar algunas simpatías que se traduzcan en votos

Claudia Sheinbaum y su esposo, Jesús María Tarriba, en una imagen compartida por el día de San Valentín.
Claudia Sheinbaum y su esposo, Jesús María Tarriba, en una imagen compartida por el día de San Valentín.Prensa Claudia Sheinbaum
Georgina Zerega

Claudia Sheinbaum busca en la veta amorosa arrancar algunas simpatías que se traduzcan en votos. La candidata presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha abierto una pequeña puerta a mostrar intimidades con su pareja, su novio de la universidad, Jesús María Tarriba, como no lo había hecho hasta ahora. La exjefa de Gobierno lanzó hace unos meses un podcast en el marco de la campaña por el que desfilaron varios personajes cercanos a ella. Esta semana, y con el día de San Valentín como excusa, Sheinbaum llevó a su marido, con quien se casó recientemente, para contar detalles de su vida amorosa. En 17 minutos, que inspiran poca emoción, los dos intercambian historias personales, se leen el horóscopo, se recitan canciones y recuerdan viejas épocas. “Estamos muy contentos por estar juntos”, dice la candidata presidencial. “Feliz 14 de febrero”.

“Te voy a hacer un examen, ¿cuál es mi comida favorita?”, le dice ella en el podcast, que fue difundido también en video. “¿Tienes una comida favorita?”, le responde él. La sintonía no está de su lado. Ella ríe, liberando la tensión, y asegura que es el pozole. “Es la primera vez que oigo esto”, remata el esposo sorprendido.

Sheinbaum gobernó durante más de cuatro años la ciudad sin casi enseñar un atisbo de romanticismo, sin hacer apenas referencia a su vida amorosa. Quienes le acompañaron en esos años, la veían casi todo el tiempo trabajar. Comenzaba desde muy temprano y no terminaba hasta altas horas de la noche. Se conocía su pasado, su matrimonio fallido con el político Carlos Imaz Gispert a finales de los ochenta, pero su presente parecía no contar con nadie más. Solo en la recta final de su Gobierno mostró un puñado de fotos con su pareja, pese a que comenzaron a salir por segunda vez en diciembre de 2016. Esas escasas exposiciones se podían contar con una sola mano.

Desde que afloraron las aspiraciones presidenciales, la cosa cambió. Sheinbaum comenzó a a mostrar más su vida privada y habló de su pareja en programas de radio. En una entrevista en la W, comentó que se habían comprometido, y relató que habían sido novios durante un año y tres meses cuando eran estudiantes. Luego, según dijo, se perdieron el rastro y tomaron rumbos profesionales separados. Hasta 2016, que la ex jefa de Gobierno se separó de su entonces marido y meses después salía con Tarriba. Él vivía en España cuando empezaron a mensajearse por redes sociales, pero intentaban visitarse cada cierto tiempo.

Después de romper con su novio de la universidad, Sheinbaum se alejó de la Física y se fue involucrando cada vez más en política y en materias medioambientales. Se casó con Imaz Gispert, quien fundó, junto al resto de participantes del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la UNAM, el Partido de la Revolución Democrática (PRD). En 1995 se doctoró en Ingeniería Ambiental y posteriormente se incorporó al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, cuyo trabajo recibió el Premio Nobel de la Paz en 2007. Desde el año 2000 ocupó distintos puestos en la administración pública.

El marido de Sheinbaum ha expuesto su vida personal como pocas veces lo ha hecho en público. Tarriba, de 62 años, que también se había casado y divorciado, es doctor en Física por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Cuenta en el podcast que su familia es originaria de Sinaloa. Él dejó Mazatlán por Ciudad de México en 1978, cuando tenía 15 años, para estudiar la preparatoria en la capital. Allí, en una clase de óptica, conoció a la actual candidata presidencial. “Nos vimos en una reunión, y luego en otra, y empezamos a hacer clic”, dice él.

La pareja se casó en noviembre pasado, cuando ella ya se había lanzado a la campaña y había sido elegida como candidata presidencial de su partido. Lo hicieron en una pequeña ceremonia íntima y familiar, según dijeron entonces. Se planteó así como la antítesis de la otra boda que sucedió en la Cuarta Transformación: la de Santiago Nieto y la consejera electoral Carla Humphrey. La lujosa celebración en la ciudad de Antigua, Guatemala, provocó primero el enojo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y luego, la salida del extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Con ese antecedente en la agenda, la celebración se Sheinbaum intentó con éxito pasar desapercibida.

Tarriba cuenta además que estudió de manera autodidacta matemáticas financieras, “se me dieron bien” y luego trabajó en un banco internacional en Nueva York, primero, y después en España. ”Ahí andaría si no nos hubiésemos reencontrado”, comenta. Sheinbaum relató en una entrevista el año pasado que ella y su novio de la universidad se reencontraron en Facebook después de muchos años sin tener novedad uno del otro. “Ya no guardamos esos chats, hubiera sido bonito”, le dice la candidata. “Nos entendemos muy bien, hacemos muy buen equipo”, dice él mientras la elogia.

El podcast parece, más que un producto para los terceros, una conversación entre viejos conocidos, que repasa las clases que compartieron en la universidad, los profesores que tuvieron, las tesis que desarrollaron, y en un momento, parece volverse hacia una conferencia de divulgación científica sobre agujeros negros del espacio. Al final del episodio, los esposos lanzan consejos amorosos: “Siempre poner el amor por encima del enojo”, dice ella. “Evitar zonas tóxicas, por ejemplo, la competencia o la codependencia”, completa él.

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Sobre la firma

Georgina Zerega
Es reportera en la redacción de México y cubre actualmente la cartera de política. También colabora en la cobertura de Argentina, de donde es originariamente. Antes de entrar al periódico, trabajó en radio y televisión en su país natal.
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