El Gobierno desmiente a Salinas Pliego: “Es falso que se llegara a un acuerdo sobre los adeudos con el SAT”
El empresario mexicano acusa a la agencia tributaria, en una carta dirigida a la presidenta, de hacer una “maniobra perversa” para impedirle resolver los asuntos abiertos entre 2008 y 2012


La disputa entre el Gobierno y el empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego por las deudas que su grupo arrastra con el SAT sigue escalando sin visos de llegar a un final. El magnate volvió a cargar contra los Ejecutivos morenistas en una carta dirigida a la presidenta, Claudia Sheinbaum, aprovechando el baño de masas que se dio el fin de semana por su 70 cumpleaños. En la misiva, acusaba a la agencia tributaria de haber incumplido los acuerdos a los que habían llegado en la Administración anterior sobre sus adeudos con el fisco. Salinas Pliego alega que la dependencia hizo una “maniobra perversa” para que solo llegara a la Suprema Corte (SCJN), quien debía resolver su caso, el expediente correspondiente a 2013, pero no aquellos que tocaban los asuntos de 2008 a 2012, pero el Gobierno de Sheinbaum ha desmentido este mismo lunes las acusaciones durante la conferencia matutina de la mandataria. “Es falso que se haya llegado a un acuerdo con este grupo en relación a los adeudos que tiene con el fisco desde 2008 hasta el 2013″, ha defendido contundente Arturo Medina, procurador fiscal con el expresidente López Obrador.
Medina también ha desmentido que el SAT haya incumplido “un supuesto acuerdo de mandar expedientes a un ministro de la Corte de aquella época”. “Sencillamente porque nunca hubo ese acuerdo”, ha completado. La agencia tributaria le reclama al conglomerado empresarial de Salinas un total de 74.000 millones de pesos, de los que 48.000 se encuentran ya en la Suprema Corte, pendientes de la resolución final después de haber pasado por todas las instancias inferiores. En el documento hecho público por el Grupo Salinas, se habla de montos de entre 7.000 y 10.000 millones de pesos, pero el exprocurador ha argumentado que se trata de otros ejercicios fiscales. “Los adeudos empezaron hace más de 17 años, desde hace más de tres sexenios, ninguno empezó con los Gobiernos de la transformación, y en ninguno ha querido pagar”, ha sentenciado.
Con la misma contundencia se ha pronunciado Sheinbaum, cuyas mañaneras se han convertido en un intercambio casi diario con el quinto hombre más rico de México. “Faltan a la verdad y quieren hacer de esto un tema político. No es político. No se necesita una mesa de negociación, de acuerdos en lo oscurito, ya hubo muchas en el pasado. Si quieren pagar, que paguen. Nada les impide pagar, nada”, ha reiterado su rechazo a las insistentes propuestas del empresario para renegociar las deudas en una mesa de alto nivel. Las deducciones fiscales a las que se puede acoger, ha especificado la presidenta, están recogidas en el Código Fiscal y son las mismas para todos los deudores: no autorizarán nada que se salga de ese marco.
La actual procuradora fiscal, Grisel Galeano, ha confirmado que el SAT esperará a la resolución final de la Corte para dar una respuesta al empresario, que también se queja de que el Gobierno genere “encono” en su contra. Esa espera responde menos a la paciencia, que el Ejecutivo parece haber perdido con el empresario, y más a que la batalla por el cobro de estos impuestos se ha acelerado en el último mes. El Congreso aprobó hace unas semanas una reforma a la Ley de Amparo que busca poner fin a las sucesivas impugnaciones que funcionan como una táctica dilatoria para eludir la aplicación de las sentencias firmes en materia fiscal. La modificación legal venía con dedicatoria al magnate, al que el Ejecutivo acusa de explotar este recurso para evitar un pago que se arrastra, en algunos casos, desde hace más de 15 años. “No obtendrá una respuesta del SAT debido a la manera en que acostumbra a litigar, presentando recursos para frenar el cobro y alargar los procesos legales”, ha dicho claramente Galeano.
Levantada la barrera de los sucesivos amparos, varios de los procedimientos abiertos pero ya en fase final podrían terminar de desbloquearse próximamente. Con ese contexto de fondo, Salinas Pliego está apretando al máximo para intentar arañar cualquier rebaja fiscal antes de que ese escenario se vuelva irreversible. El empresario enfrenta, además, varios reveses judiciales por casos al otro lado de la frontera. El pasado septiembre tuvo que pagar una fianza de 25 millones de dólares para evitar su detención en Estados Unidos por una deuda millonaria que AT&T le acusa de haberle dejado cuando compraron en 2015 su red de telefonía Iusacell. La semana pasada, apenas unos días antes de su gran fiesta de cumpleaños, un tribunal federal mexicano levantó la medida cautelar que le había permitido sortear el pago de otra deuda con sus acreedores estadounidenses, que le reclaman 580 millones de dólares y que han abierto un proceso de arbitraje con el Estado mexicano para desbloquear el pago.
Los frentes judiciales son múltiples y ninguno le ha ofrecido al magnate, hasta ahora, una victoria definitiva, solo aplazamientos que han hecho aumentar los intereses que deberá pagar en caso de verse finalmente obligado. Salinas Pliego, en pleno embate contra el Ejecutivo también en el plano político, donde tontea con entrar a cada tanto, sin despejar las dudas sobre una posible candidatura en 2030, está apostando a ganar en la opinión pública lo que en los tribunales se está volviendo complicado. “Sí queremos pagar”, ha reiterado este fin de semana, en una respuesta implícita a los reclamos del Gobierno. Al otro lado, conscientes de que el tiempo juega, esta vez, a favor del Ejecutivo, la réplica es categórica: “Si quiere pagar, que pague”.
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