México firma un convenio con Venezuela para repatriar migrantes con apoyos económicos

La canciller Alicia Bárcena ha informado del convenio firmado con Venezuela para devolver a los migrantes de ese país que cruzan por México de camino a Estados Unidos. “No podemos con esas cantidades”, ha dicho la diplomática en la conferencia matutina del presidente. El flujo de venezolanos supone el 86% del total de migrantes, el segundo país después de Ecuador. Se trata de mandarlos a Venezuela con una tarjeta que facilita su incorporación allí en programas de ayuda similares a los que México ha puesto en marcha, como Jóvenes construyendo el futuro o sembrando vida, de reforestación. “Además, hemos llegado a pactos con empresas venezolanas y algunas mexicanas allá, como Bimbo o Femsa, para que les reciban y les den empleo”, ha explicado Bárcena. La canciller ha informado asimismo de una dotación económica para cada uno de aproximadamente 110 dólares al mes, “una maravilla para ellos”, que suponga un estímulo para que regresen. “Ya hemos repatriado una cantidad importante de venezolanos”, ha añadido, sin concretar cifras.

Millones de migrantes cruzan cada año por México, un flujo poblacional que satura los albergues y pone a prueba las políticas de apoyo a estas personas. El presidente ha reconocido en su conferencia los “abusos, secuestros y asesinatos” que sufren estos migrantes en su paso hacia la frontera con Estados Unidos. Un trayecto, ha dicho, lleno de accidentes. El mismo acuerdo de repatriación firmado con Venezuela, ha explicado la canciller, ya se implementa también con Guatemala y Honduras y se está trabajando en algo parecido para devolver a los colombianos y ecuatorianos, estos últimos el contingente más abultado de todas las nacionalidades que cruzan México. “Estamos atendiendo las causas en los países de origen para que no vuelvan a migrar, que se queden en su patria, les ayudamos”, ha señalado la canciller. “Tenemos un pacto con 50 empresas mexicanas para que proporcionen 10.000 empleos para los que se quedan aquí y estamos reconstruyendo albergues y ofreciendo apoyo administrativo y humanitario”, ha contestado a preguntas de periodistas oaxaqueños que han mencionado las tensiones en pequeñas comunidades de ese Estado por el tránsito diario de migrantes empobrecidos.

La migración es uno de los asuntos más problemáticos para México, y uno de los que ocasiona más tensiones diplomáticas con Estados Unidos, máxime en tiempos electorales. En estos días, los gobernantes texanos tratan de poner en marcha una ley de rechazo a estos migrantes, pero el asunto salta de un tribunal a otro para dirimir quién puede o no regular este paso. La canciller Bárcena ha remarcado que eso es una política que corresponde a las autoridades federales, tanto en Estados Unidos como en México, por tanto, niega que Texas pueda implantar medidas por su cuenta. Pero ese extremo sigue enconado en los tribunales.

Este jueves, el presidente ha utilizado también la herramienta electoral para instar a los candidatos que finalmente disputen la presidencia estadounidense, probablemente Donal Trump y Joe Biden, a que regularicen a los 5,3 millones de mexicanos que trabajan allí sin documentación reglamentada. “Si alguno de los candidatos se compromete a hacer esto, si lo ponen por escrito”, ha dicho López Obrador, se harán muchas Mañaneras para explicárselo a los paisanos. Son casi 40 millones de mexicanos allá, muchos millones de votos, efectivamente, por los que ahora pelean los aspirantes presidenciales en Estados Unidos.

La canciller ha participado en la conferencia para defender el aporte económico que esos trabajadores dejan en el país vecino. “Colaboran con 324.000 millones de dólares anuales a la economía de Estados Unidos. Pagan impuestos, aunque sean indocumentados”. Además, Bárcena ha descontado la cifra de remesas que envían a sus familias en México para decir que supone una parte reducida de los ingresos que obtienen allá, de los cuales, el 82% se queda en la economía estadounidense. “No son delincuentes”, ha añadido el presidente, son trabajadores. “De cada 10 empleados agrícolas en aquel país, siete son mexicanos”. El poder de la comunidad hispana se cuenta estos días también en votos.

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