Checo Pérez hace de Arabia Saudí su amuleto
El piloto mexicano alcanza la segunda posición detrás de un sólido Verstappen para sumar el podio 37 en su trayectoria. Colecciona, además, su segundo podio en uno de los circuitos más peligrosos
El circuito de Yedda es de los favoritos para Checo Pérez. Le gusta sentir esa presión de ir a fondo con los muros cerca de los espejos laterales. Un circuito callejero que, básicamente, le sienta mucho mejor. Ahí ganó el año pasado y cosechó dos de las tres poles positions de toda su carrera. Este año, Verstappen se quedó con la punta del inicio de la carrera con cuatro décimas de diferencia sobre el mexicano que se clasificó tercero. En el arranque de la carrera sabatina, el chico consentido de los Slim enmendó todo al afianzarse en el segundo lugar. Tuvo que esquivar un castigo por un error para que Leclerc no le robara su sitio en el podio. Pérez, con su segundo trofeo de plata de la temporada, se mantiene firme.
La sentencia automática en la pista de Arabia Saudí es que de los 20 pilotos que compiten, siempre hay un par que terminan noqueados. Ya le tocó a Pérez cuando, en 2021, tuvo que abandonar tras un choque con Leclerc. Las condiciones del circuito de la Corniche de Yedda son especiales porque tiene una extensión de 6,174 kilómetros, 50 vueltas frenéticas y tres zonas DRS (cuando se puede activar el alerón trasero de los coches). Este año, Lance Stroll de Aston Martin terminó incrustado en las barreras de protección, lo que provocó un safety car en la pista. Los Red Bull decidieron cambiar los neumáticos. Y ahí Checo Pérez cometió el error que comprometió su carrera: al salir de los boxes cuidó de no chocar con un McLaren, pero terminó comprometiendo a Fernando Alonso. Los comisarios de pista determinaron que la acción del mexicano era peligrosa y le clavaron cinco segundos de penalidad.
Pérez tuvo como meta superar a Lando Norris, ser segundo detrás de Verstappen y sacar una diferencia aceptable para poder evitar que con el castigo perdiese un buen lugar en el podio. En la teoría, el Red Bull es el monoplaza más potente y veloz que el resto; en la práctica, cualquier despiste mandaría al carajo cualquier sueño, como ya le ocurrió la temporada pasada.
Con 14 años en la Fórmula 1, Checo Pérez sumó su podio número 37. Desde 2021, cuando llegó a Red Bull, ha competido en un equipo de alta calidad y ha rozado la gloria máxima, destinada para un Verstappen tan imparable como sólido. Pérez pelea por una extensión de contrato en el equipo y, de momento, las cosas han salido bien. Su competidor más cercano, Daniel Ricciardo, está en el sótano con el RB. La vacante en Red Bull sigue en disputa.
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