Checo Pérez abre con fuerza la temporada con un segundo lugar en el Gran Premio de Baréin

Checo Pérez tendrá un año para presentar su currículum sobre el asfalto. Es una temporada para agradar a los suyos en Red Bull, a los vecinos de Mercedes y al resto de equipos debido a que habrá cambios de pilotos en 2025 debido a que se expirarán los contratos de muchos de ellos, entre ellos el del mexicano. El primer punto en el calendario fue en el árido circuito de Baréin. Tras una clasificación irregular donde solo pudo arrancar desde la quinta posición, el de Guadalajara se subió al podio tras terminar segundo. Suma así 36 podios en 14 años en la Fórmula 1. La carrera la ganó Max Verstappen por más de 22 segundos, aspirante directo a ser tetracampeón.

Pérez, con 34 años, recibe más críticas que el consejero delegado de Red Bull. No es para menos, está a bordo del mejor coche en los últimos cuatro años y ha tenido problemas para ser tan imparable como Verstappen, pero no hay quien pueda tener un ritmo bestial como el del neerlandés. Y, además, los errores que ha tenido como estrellarse en Mónaco o padecer las rondas de clasificación. En Baréin tuvo que poner en marcha su plan para mostrarse más maduro, sólido y con dominio del coche. La clasificación le dejó en un gris quinto lugar. En la arrancada, el mexicano se recuperó al ganar un sitio al español Carlos Sainz. Delante tenía a Leclerc que tenía problemas con el viraje y los frenos. Checo Pérez le superó, también lo hizo más adelante con un George Russell agresivo. Al de Guadalajara le sentó bien incluso el cambio de neumáticos, sobre la vuelta 13, al alcanzar el segundo lugar.

El mexicano se quejaba de que en algún punto de la carrera perdió la comunicación con su ingeniero, Hugh Bird, aunque solo fue un sobresalto. Pérez mantuvo el ritmo de carrera que le ayudó a despegarse lo necesario de Carlos Sainz en un gran trecho de la carrera. En la segunda ronda de cambio de gomas, el de Red Bull volvió a salir por delante del español. Las últimas vueltas se basaron en que el mexicano pudiese gestionar bien los neumáticos más blandos ante el empuje de un Sainz que también busca hacerse con un asiento en la próxima temporada luego de que Ferrari no le renovara el contrato y prefiriese fichar a Lewis Hamilton. “Fue una gran carrera, un gran comienzo, el uno-dos para el equipo. ¡Bien hecho!”, dijo Christian Horner, jefe de Red Bull, a Checo. Sobre el segundo lugar en la carrera, Pérez se limitó a decir que “era lo máximo que podíamos alcanzar, es importante para el campeonato”. “Ha sido una carrera complicada en temas de neumáticos, pero creo que tenemos mucho que aprender de esta carrera”, agregó.

Los dos pilotos de Red Bull repitieron el resultado del año pasado cuando se quedaron en el uno-dos en el podio. Si lo visto por el rendimiento del coche en la pretemporada y en Baréin se mantiene, el equipo austriaco apunta a dominar una vez más el campeonato. El reto del mexicano, además de que le firmen otra temporada más, es intentar acortar las distancias frente a un robótico Verstappen. Checo Pérez, insiste, tiene aún mucha gasolina para seguir en la Fórmula 1 después de 2024.

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