YouTube y los bots echan fuego a la crisis del Gobierno por divulgar el teléfono de una reportera
El portal de vídeos online baja momentáneamente la mañanera de López Obrador en que hace público el celular de una periodista de ‘The New York Times’. Sheinbaum denuncia la llegada masiva de llamadas y mensajes “de odio” a su teléfono
Sábado intenso en México, caliente todavía por los fuegos de la semana, anclado a la polémica entre el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y el diario estadounidense The New York Times, a raíz de un reportaje sobre los presuntos vínculos del entorno del mandatario con organizaciones criminales, dedicadas al tráfico de drogas. Este sábado, YouTube bajó de su sitio web momentáneamente la conferencia de prensa en que López Obrador atacaba a la reportera del Times, encargada del reportaje. A la vez, personas cercanas al presidente han denunciado la filtración de sus números celulares y el ataque de bots.
El caos parece apoderarse del relato político, con las elecciones a tiro de piedra. En las últimas semanas, dos medios de Estados Unidos y uno de México han publicado artículos señalando supuestos vínculos del entorno de López Obrador con el narcotráfico. Desde Palacio Nacional, la respuesta ha bailado entre la chanza y el enfado. Pero lo de esta semana ha sido distinto. Pocas veces estos años se ha visto a López Obrador tan molesto como en los últimos días de esta semana. Pocas veces se le ha criticado tanto. Las denuncias de tibieza al reportaje del Times han competido con las acusaciones al presidente por divulgar el teléfono de la reportera del diario, Natalie Kitroeff.
La censura del mandatario al trabajo del diario estadounidense sorprendió al país el jueves. López Obrador presentó en su conferencia de prensa matutina la carta que el Times le había mandado, cuestionándole sobre la presunta cercanía de colaboradores suyos con el Cartel de Sinaloa. El rotativo señalaba que había testigos que aseguraban que dinero de la organización criminal había llegado a su campaña para la presidencia en 2018. El presidente ha negado toda relación con el crimen y ha criticado a la prensa. De The New York Times llegó a decir que es un “pasquín inmundo”.
Así llegaba el fin de semana. En la madrugada del sábado, el hijo mayor del presidente, José Ramón López Beltrán, denunciaba que su número se había filtrado a las redes, cosa que entendía “como una forma de venganza y un intento de hacer daño”. El primogénito escribía: “No solo me afecta a mí, sino que también pone en peligro a mi familia y a la seguridad que merecen”. La venganza, claro, era porque su padre había liberado el número de Kitroeff en conferencia de prensa, decisión que defendió al día siguiente, diciendo que no se arrepentía y que lo volvería a hacer.
Después de López Beltrán ha llegado el turno de Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno de Ciudad de México y candidata de Morena a la presidencia. Cercana a López Obrador, Sheinbaum ha publicado un mensaje en su cuenta de Twitter este sábado en la tarde, criticando una avalancha de “llamadas sin parar y mensajes de odio”. Sheinbaum ha dicho: “Es obvio lo que quieren hacer, de nuevo sus ataques son tan burdos como inofensivos. Los números que deberían preocuparles son los de las encuestas”. La candidata aventaja a sus competidores en las elecciones presidenciales por dos dígitos.
De viaje en Sinaloa por el Día de la Bandera, el mismo López Obrador se ha referido a la polémica de estos días. “Nosotros no permitimos la injerencia de ningún Gobierno extranjero. No se puede calumniar al presidente de México, nunca se debe de permitir. Si otros lo permitieron, fue porque no tenían autoridad moral o política. Yo no voy a aceptar la calumnia de nadie, ni acepto la máxima de Goebbels de que una mentira repetida muchas veces puede convertirse en verdad. No acepto que sin pruebas calumnien las agencias extranjeras ni los periódicos, por más prestigiosos que sean”, ha dicho.
Más o menos a la misma hora empezaba a correr la noticia de que YouTube había bajado la conferencia matutina de López Obrador del jueves, donde explotaba contra The New York Times, y publicaba los datos personales de la reportera Kitroeff. En la página del portal podía leerse que la empresa había bajado el vídeo por infringir su “política sobre acoso y bullying”. Ya en la noche, el vídeo volvía a estar en línea, sin la parte en que el presidente divulgaba los datos dela reportera.
El día ha dado para más. Como López Beltrán, otros morenistas han denunciado la difusión de sus datos personales, caso de Gerardo Fernández Noroña o Citlalli Hernández. La última achacó la filtración a la oposición. “Esta es la derecha mexicana y sus miserias. Desde ayer en la noche filtraron los números de varias personas visibles de la Cuarta Transformación. En un ataque orquestado, financiado y lleno profundamente de elementos fascistas, nos mandan mensajes de texto, WhatsApps, mensajes en Telegram y nos llaman sin parar”, ha dicho Hernández.
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