López Obrador acelera la inauguración de obras públicas para esquivar la veda electoral

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha decidido apretar el ritmo de las obras públicas en la recta final del 2023, o más bien de la inauguraciones, porque en muchos casos el trabajo no está terminado. El objetivo es sacar pecho con una de sus políticas estrella, además de ganarle tiempo al periodo de prohibiciones que arrancará el 1 de marzo con el inicio de las campañas electorales y también a los reflectores que estarán dirigidos a las candidatas presidenciales. Las restricciones implican no hacer propaganda gubernamental sobre programa social alguno, incluidas las inauguraciones con bombo y platillo. La apertura de obras inconclusas ha sido una constante en el último tramo del año. La lista incluye al Tren Maya, la aerolínea Mexicana de Aviación, el Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Tren Interurbano México-Toluca, el Aeropuerto de Tulum, y hasta la “Mega Farmacia del Bienestar”. Todas han echado a andar antes de concluir los trabajos de obra. Para rematar el primer mandatario cerrará el año con la inauguración, el 31 de diciembre, de la segunda etapa de su obra insignia, el Tren Maya, que correrá de Cancún a Palenque. Mientras, la operación de la primera fase se ha detenido a escasos días de su apertura. Son los costos de la carrera por ganarle a los tiempos electorales.

“No hay una parte del mundo en la que se haya construido un tren en cinco años como el Tren Maya. Ningún país del mundo en donde se haya hecho un aeropuerto en un año cinco meses, como el de Tulum. Eso no lo ven” ha respondido el mandatario a las críticas por la premura en sus inauguraciones. Quizá una de las más prematuras ha sido la del Tren interurbano México-Toluca, rebautizado por el mandatario como El Insurgente. Su primera etapa, que comprende cuatro de las siete estaciones que recorrerá, fue inaugurada en septiembre pasado bajo la promesa de concluirse en su totalidad este diciembre. Esos plazos no se cumplirán.

Bajo el lema “ninguna obra quedará inconclusa”, el mandatario va desafiando los tiempos de construcción para que no solo pueda inaugurar antes de que comience la veda electoral, también antes de que termine su sexenio. Nada hay de extraordinario, el mandatario ya había adelantado desde la entrega del bastón de mando a la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, que se dedicaría a inaugurar obras. Su intención fue reiterada la primera semana de octubre en donde puso fecha para los cortes de listón.

Hace un mes la inauguración que hizo López Obrador del aeropuerto internacional de Tulum Felipe Carrillo Puerto ocupaba los titulares. En su primer día de operaciones recibió vuelos nacionales, comerciales y privados en los que viajaron gobernadores y secretarios de Estado. Sin embargo, la terminal aérea se abrió al público sin concluir, con fallas que evidenció una inesperada lluvia minutos antes de que el mandatario diera el banderazo de salida que ocasionó goteras, según reportaron usuarios de redes sociales y medios nacionales.

Días después, los reflectores los ocupó la inauguración de la obra más representativa del gobierno de López Obrador, el Tren Maya. En medio de críticas por los tiempos, el mandatario mexicano inició el pasado 15 de diciembre la operación de 473 kilómetros, de entre los más de 1.500 que recorrerá el convoy. Le ha seguido la apertura del primer tramo del Tren Interoceánico, en Salina Cruz, Oaxaca. Esta obra ferroviaria conecta el Golfo de México con el Océano Pacífico.

La penúltima de sus inauguraciones contrarreloj ha sido la línea aérea comercial del Estado, otro de los proyectos que López Obrador ha inaugurado apenas un año después de que anunciara su intención de crearla y tres meses después de que se concretara la compra de Mexicana de Aviación por 815 millones de pesos, luego de 13 años en bancarrota. El pasado 26 de diciembre la compañía inició operaciones con un vuelo comercial del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) al Aeropuerto Internacional de Tulum. Con un total de 14 destinos en el país su base principal será el AIFA. Sin vuelos aún desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Benito Juárez.

López Obrador cierra las entregas con la inauguración de la segunda etapa del Tren Maya. Aunque también inconclusa, pero tres meses antes de que la Constitución le prohíba hacer propaganda gubernamental y con la promesa de que con el tiempo su funcionamiento mejorará. “Va a llegar el día, no pasado el tiempo, sino pronto, muy pronto, que el Tren Maya va a llegar puntual, va a salir y va a llegar puntual; y el Tren del Istmo, lo mismo; y Mexicana, los vuelos, igual, porque vamos hacia allá” ha sostenido el mandatario mexicano esta semana envolviendo su arsenal de inauguraciones en una especia de nueva promesa electoral.

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