La muerte de 10 personas en un tiroteo en Cuernavaca desata un conflicto de responsabilidades en Morelos

La muerte el pasado lunes de 10 personas, entre ellos dos policías municipales y dos civiles, en un enfrentamiento armado en Cuernavaca, ha desatado un conflicto de responsabilidades en el organismo al frente de la capital de Morelos. El alcalde de la localidad, José Luis Urióstegui, ha tenido que ratificar este martes a su secretaria de Protección y Auxilio Ciudadano, Alicia Vázquez Luna, tras acusaciones de supuestos agentes en redes sociales que pedían la dimisión de la dirigente por mandar a sus compañeros sin armas a las calles. “No está acreditado que venga de elementos de la propia corporación”, ha puntualizado Urióstegui sobre el presunto comunicado.

En la madrugada del pasado lunes, un grupo fuertemente armado que llegó en dos camionetas y una moto disparó a tres civiles y mató a dos de ellos en la colonia Altavista, al oeste de Cuernavaca, según un comunicado del gobierno municipal. Tras el asesinato, varios policías preventivos comenzaron una persecución a los criminales que, entre balas, terminó con el asesinato de los agentes Francisco Calderón y Juan Carlos Salgado. Otros dos oficiales fueron heridos, y seis presuntos criminales acabaron muertos en el combate, que se extendió hasta la colonia Carolina, al norte de donde comenzó su huida.

Urióstegui, alcalde por el PAN, ha denunciado que los agentes no tuvieron apoyo de la Guardia Nacional ni el Ejército. “No hubo apoyo de ninguna otra corporación. Estos eventos tuvieron una dinámica muy ágil y en un promedio de 20 minutos había concluido todo. Cuando llegaron ya todo había terminado, y únicamente buscaban resguardar o apoyar”, explicó el mandatario.

La difusión durante la jornada del ataque de una supuesta carta escrita por policías municipales que pedían la dimisión de Alicia Vázquez por enviar a los agentes a las calles sin armas, desató una polémica que apagó este martes el alcalde, aunque con matices. “Habrá quien piense que la secretaria no merece continuar en el cargo. A mí me parece que sí tenemos deficiencias, pero esas deficiencias no tuvieron que ver con lo que ocurrió el día de ayer”, ha explicado Urióstegui, que ha afirmado que los agentes llevaban armas.

El mandatario también ha admitido que hay policías sin armas en las calles de una ciudad de 366.321 habitantes que está en el puesto 14 en el ranking de ciudades más peligrosas del mundo, elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. “Hay elementos que no portan armas, lo hemos reconocido durante todo el tiempo. Porque no acreditaron los exámenes del control de confianza, porque no han cursado los estudios que la academia proporciona para la revalidación o porque no han tramitado el certificado único policial”, ha explicado Urióstegui.

Hasta el 16 de noviembre de este año, en México han asesinado a 377 policías. De ellos, dos de cada tres son municipales, el sector más vulnerable ante el crimen organizado, que durante los últimos seis años ha sido responsable de más de 2.000 muertes de agentes de seguridad en el país.

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