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La sintonía con López Obrador empuja a Samuel García hacia las presidenciales de 2024

El presidente respalda al gobernador de Nuevo León, posicionado en las encuestas como el mejor evaluado de Movimiento Ciudadano, bajo la premisa de que su candidatura restaría votos a la coalición opositora

Samuel García
López Obrador y Samuel García, el 13 de septiembre en China (Nuevo León).Presidencia
Georgina Zerega

Andrés Manuel López Obrador no escatima en elogios cuando le mencionan a Samuel García. El presidente, que no solo marca el paso dentro de su partido sino también en la oposición, lleva meses empujando al gobernador de Nuevo León hacia las elecciones de 2024 a base de adulaciones. El mandatario quiere que sea el candidato de Movimiento Ciudadano a las presidenciales bajo la premisa de su perfil, cercano a los empresarios del poderoso estado norteño, restaría votos a la coalición opositora. Así lo ha dejado claro en varias ocasiones. “Se ha portado muy bien el gobernador Samuel García, aunque lo están maltratando”, ha dicho López Obrador esta semana sobre las críticas que rodean al titular del Ejecutivo estatal. “No se puede ser monedita de oro cuando se está trabajando para servir al pueblo, siempre va a haber inconformidad”, remató. García es además el político del partido naranja que mejor mide en las encuestas. Mientras la formación liderada por Dante Delgado define su nominación para el próximo año, el coqueteo del gobernador con la candidatura presidencial continúa.

La posible nominación de García a las presidenciales se puso sobre la mesa desde diciembre del año pasado. El gobernador dijo durante la Conferencia Nacional Democrática de Movimiento Ciudadano y en frente a los líderes de su partido: “Ahorita estamos concentrados en Nuevo León, falta mucho y para eso lo dije muy claro, Movimiento Ciudadano tiene muchos y muy buenos candidatos, me apunto como uno de ellos”. El destape duró muy poco, llevaba apenas un año en el Gobierno de Nuevo León y salió a explicar que su prioridad era el Estado. Hoy no lleva ni dos años, algo que para muchos representa un enorme obstáculo por haber gobernador aún muy poco tiempo. Incluso él mismo trazó ese límite en julio pasado, cuando su nombre rebotaba en las encuestas. “Faltan 325 días para la elección, más de cuatro meses para el proceso electoral, andan todos desubicados, tenemos que poner el ejemplo, yo halagado de que me ponga Dante como el gobernador más aprobado de México, pero ahorita no nos vamos a distraer”, dijo.

Desde aquel momento ya se ha definido mucho más el panorama electoral próximo año. El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha elegido a Claudia Sheinbaum como su nominada, y el Frente Amplio por México, que agrupa al resto de los partidos de la oposición, ha ungido a Xóchilt Gálvez como su candidata. Las especulaciones inundaron a Movimiento Ciudadano tras las amenazas de salida de Marcelo Ebrard del partido gobernante. La pregunta sigue enfocada en si el excanciller, que mantiene una buena relación con Delgado, será o no el candidato del partido naranja. De momento, líderes de esa formación han rechazado la idea de mandar en la boleta a un nombre que no pertenezca a sus filas.

La pelea por la supuesta candidatura de García tiene que ver más con una disputa entre Morena y el Frente Amplio por México, que con Movimiento Ciudadano. Por eso el presidente mantiene una relación muy amigable con él, mucho más que con otros gobernadores de la oposición, algo no muy típico y que recientemente solo se ha visto con personajes como el priista Alfredo del Mazo. López Obrador entiende que el voto a Samuel García se asemeja al apoyo que podría recibir la coalición opositora, y no tanto al que simpatiza con Morena. La oposición, en cambio, tiene miedo de que un nombre fuerte como el del gobernador termine dividiendo tanto el voto opositor que no les alcance para ganarle a Sheinbaum.

La tríada del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se ha lanzado con uñas y dientes a atacar a García. De ahí la férrea defensa presidencial esta semana. Pero el presidente ya había mostrado desde antes su simpatía y le había defendido ante diferentes embates. “Ya deja de estar chingando”, le dijo hace días Marko Cortés, presidente del conservador PAN. El Frente quiere que Movimiento Ciudadano una fuerzas con ellos, algo que han rechazado desde el partido múltiples veces. Para presionarle, el resto de la oposición, que controla el Congreso de Nuevo León, le ha amenazado con que no dejarán que se marche al no aprobarle la licencia que necesita para participar en las elecciones.

García asistió esta semana un evento en Nuevo León y un grupo de seguidores le gritó “presidente, presidente”. El líder naranja lo tomó como una señal más, una que se acumula con otros halagos y apoyos que ha recibido últimamente. Rió y respondió jocoso: “Mariana [Rodríguez, su esposa] todavía no me deja irme por la grande, pero ahí voy, ahí ando”. Aún faltan varias semanas para que comience el proceso electoral, y si hay algo en lo que se ha mantenido fijo Movimiento Ciudadano es que no se adelantarán a las fechas establecidas y recién tendrán un nombre para noviembre.

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Sobre la firma

Georgina Zerega
Es reportera en la redacción de México y cubre actualmente la cartera de política. También colabora en la cobertura de Argentina, de donde es originariamente. Antes de entrar al periódico, trabajó en radio y televisión en su país natal.

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