¿Por qué Banamex sigue sin tener nuevo dueño?

Números y más números. Los analistas financieros aseguran que en esta última milla por la venta de Banamex se están afinando los detalles del contrato de compraventa entre Citigroup y el postor que tiene más opciones de hacerse con el banco, en este caso, el multimillonario Germán Larrea. El segundo hombre más rico de México se perfila como el ganador de la puja por el banco con un siglo de historia, sin embargo, aún quedan por acotar las letras pequeñas del contrato: el nivel de pasivos —entre los que figura el caso Oceanografía—, las licencias de seguridad, contratos y tecnología de información. Los cálculos de los financieros apuntan a que las ofertas por el banco rondan los 10.000 millones de dólares.

Benjamín Álvarez, analista de CI Banco, explica que el proceso de compra está en línea con los pronósticos del corporativo estadounidense que perfilaban una definición al primer trimestre de 2023. El especialista advierte de que, a diferencia de otros sectores, el vender un banco tiene una complejidad que entraña en sí mismo una dificultad para encontrar a un postor, por ello no se descarta aún que sea el empresario Germán Larrea, el director de Banca Mifel, Daniel Becker o, incluso, una oferta pública de acciones en la Bolsa Mexicana de Valores.

En las últimas semanas, agencias como Reuters han dado a conocer que, en su afán por resultar vencedor, el empresario minero, Germán Larrea, había logrado un financiamiento de 5.000 millones de dólares con bancos globales para adquirir Banamex. En este caso, advierte, Álvarez, es que si la oferta se respalda con deuda seguramente será en un escenario de tasas altas. “Más de que sea un problema de que no pueda encontrar financiamiento, será una jugada difícil dado el escenario de tasas altas”, menciona.

Para afinar los detalles de esta transacción, los cuarteles tanto de Citi como de Grupo México han estado en constantes negociaciones. El asunto no es menor, sobre la mesa está la adquisición, la banca de consumo y empresas de Banamex, los seguros, el millar de sucursales, la administradora de fondos para el retiro, su patrimonio arquitectónico y cultural y el valioso activo que supone una marca con más de un siglo de historia, pero también sus pasivos y problemas contingentes.

El analista, Jorge Sánchez Tello, explica que la transacción ocurre en un tiempo adecuado dada la complejidad de la compra. “Es un proceso en el que se han analizado a varios interesados y al final quedan dos. Hay uno que lleva cierta ventaja porque es el que tiene cierta exclusividad para analizar más a fondo cierta información privada del banco y sus pasivos. Pero va en tiempo y forma. Es el tiempo normal que lleva vender una empresa de este tamaño y por las implicaciones que lleva. Recordemos que dentro de Citibanamex hay varias áreas de negocios como si fueran varias empresas, por eso su complejidad”, explica.

“El tema de Oceanografía es parte de los pasivos que analizan los interesados. Generalmente, las empresas o empresarios que van a comprar cualquier empresa analizan estas situaciones particulares de ciertos pasivos y es normal el tiempo que lleva su análisis por parte de los despachos contables y de abogados que contratan los interesados en comprar. Por eso es normal el plazo de exclusividad que le dieron a Germán Larrea de 90 días para ver este y otros temas. Todo va en tiempo y forma y seguramente puede llevar unas semanas más”, zanja.

Con el 11,6% de los activos del sistema financiero mexicano, Banamex es el cuarto banco en México, solo detrás de BBVA México, Santander y Banorte de acuerdo con las cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). La institución ha sufrido numerosas transformaciones durante 138 años de historia: desde la nacionalización, pasando por la privatización de la banca en los años 90 y hasta su venta al estadounidense Citigroup en 2001. Ahora, tras dos décadas, el conglomerado estadounidense le pasará la estafeta a un nuevo dueño.

Fue en enero de 2022 cuando el conglomerado estadounidense soltaba la bomba: dejaría de operar la banca de consumo y para pequeñas y medianas empresas en el país como parte de su estrategia global de desinversión de activos no estratégicos. Con el anuncio llegaron las interrogantes sobre las demás líneas de negocios: las afores, el acervo cultural de la institución milenario, el futuro de los más de 33.000 trabajadores y la red de 1.3000 sucursales. A la distancia, será el nuevo dueño de Banamex quien deberá responder a estas interrogantes y a las que deriven del proceso de transición.

Aunque la transacción es meramente privada, el presidente López Obrador no ha desperdiciado ocasión para externar sus opiniones sobre la venta. La última resolución será del banco estadounidense, pero ante una compra con tantas aristas, el mandatario no ha perdido la oportunidad para lanzar algunos dardos y sugerir que el próximo nuevo dueño fuese mexicano, estuviese al corriente con sus impuestos, conservara en lo posible a todos los empleados y se comprometiera a conservar en el país el acervo cultural de Banamex. La más reciente declaración al respecto del Ejecutivo confió en que muy pronto Citi dé un fallo sobre la venta.

En el último año, la contienda por la cuarta institución financiera en el país ha transitado por distintas etapas: al inicio, los principales jugadores del tablero bancario mexicano expresaron su interés en participar en el proceso, pero a medida que avanzó el proceso, este se fue decantando hasta llegar a tres postores: el magnate Carlos Slim, el empresario Larrea y el banquero y director de Banca Mifel, Daniel Becker. Al final, en la puja por Banamex solo han quedado en firme los dos últimos y será cuestión de días para ver cuál será la decisión final de Citi.

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