Videos de futbolistas, peluches y redes: los aspirantes a la presidencia por Morena desafían la ley electoral
Las ‘corcholatas’ del presidente aprovechan los vacíos legales para estirar los límites de lo permitido en una campaña interna aún informal pero cada vez más intensa
De los peluches a los videos de futbolistas dando el apoyo. Los aspirantes a la candidatura a la presidencia por Morena se disputan estos días su propia campaña interna, informal pero cada vez más intensa, en los vacíos legales de la ley electoral, arriesgándose con su estrategia del día a día a ser sancionados por el árbitro electoral. Los tres nombres que suenan para representar en junio de 2024 al partido de Andrés Manuel López Obrador han desafiado los límites de lo que pueden hacer camino a los comicios. El secretario de Gobernacion, Adán Augusto López, tuvo que salir a aclarar este domingo que nada tenía que ver con un video difundido en el que se ve a tres futbolistas apoyarle. El canciller Marcelo Ebrard vio su rostro este fin de semana ser distribuido plasmado en unos muñequitos acompañados de un folleto con la leyenda “Con Marcelo sí transformaremos México”, después de que las autoridades electorales prohibieran hacer campaña con el peluche del presidente. O Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, que ha asegurado que no está detrás de la masiva campaña de redes bajo el lema #EsClaudia.
Un grupo de expertos en leyes electorales señalan a este periódico que se trata de estrategias para pujar los límites de lo permitido. La especialista en derecho electoral Rosa María Cano explica que originalmente la ley establecía tres elementos para determinar si un acto era proselitismo o no: que se pida de manera expresa el voto, que presenten una plataforma de campaña —”lo que voy a hacer si tú me votas”— y que soliciten a la ciudadanía un apoyo. A partir de eso, lo que hacen las autoridades actualmente son interpretaciones a la ley, “porque ya nadie es tonto para pedir de manera expresa el voto”, dice Cano. Lo que se sanciona entonces, señala, son aquellos mensajes que busquen convencer que una opción es mejor. “La autoridad deberá ser más severa porque los políticos están buscándole la vuelta, están buscando lagunas en la ley”, agrega la académica.
La legislación electoral en México establece las reglas de juego para la campaña y la precampaña, pero aún no ha empezado ninguno de esos procesos. César Astudillo, coordinador del área de Derecho Electoral del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, señala que estamos en un periodo de pre-precampaña, por lo que no existe regulaciones para atender lo que está sucediendo, por lo contrario, la jurisprudencia saldrá una vez se atiendan las denuncias de lo que pasa estos días. “Al haber abierto el presidente la candidatura con tanta premura, están saliendo estos problemas”, explica.
Para Astudillo, el panorama se repite entre los tres nombres que resuenan en Morena —además del senador Ricardo Monreal—: se trata de funcionarios actualmente en el cargo que tienen la necesidad de resaltar para subir en las encuestas. Para lograrlo, realizan acciones que “están en la línea divisoria de lo permitido y lo prohibido”, dice. En estrategias como los videos o los peluches hay elementos prohibidos y otros que no, por lo que caen en un terreno dudoso. “Lo hacen para estirar la liga de lo permitido y que las prohibiciones no les afecten”.
El video en que los futbolistas Giovani dos Santos, Braulio Luna y Miguel Layún dicen “estar a gusto” con el secretario de Gobernación le recuerda a Astudillo el caso de los influencers sancionados por hacer campaña por el Partido Verde durante la veda electoral electoral de 2021. “En ese caso se pudo saber que habían recibido un pago. Aquí, lo que vemos es que salen hablando bien de uno de los aspirantes, la esencia es la misma: dejar un nombre grabado en el imaginario. Pero el INE [Instituto Nacional Electoral] tendrá que ver si hubo un pago”, dice Astudillo. El académico reconoce que a los políticos “les resulta más redituable hoy violar la legislación, pagar la multa y sacar el beneficio político”. “El ruido que generan en las redes sociales, en los medios de comunicación, ya es una ganancia para ellos”.
El profesor investigador del área de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Javier Aparicio defiende que la encuesta interna que elegirá el nombre del candidato final, según ha dicho López Obrador, son el motivo por el que se llevan a cabo estos actos de pre-precampañas. “Está dando los incentivos a las corcholatas, a los candidatos a que tienen que hacer ruido, porque va a haber una encuesta. Les obliga a moverse”, reflexiona.
Aparicio asegura que el momento actual es paradójico. “Las reformas electorales de 2007 y 2014, en las que se restringían estas actividades, eran una de las demandas de López Obrador y su grupo político. Pensaban que el PRI y el PAN abusaban de los actos anticipados de campaña. Ahora que están en el poder, les estorba a ellos”. A pesar de ello, considera que los candidatos de Morena juegan sus cartas desde los “linderos de la ley”. “No pueden pedir el voto, no pueden decir: ‘Vota por Morena’. Por ello, optan por usar metáforas como: ‘Hay que apoyar la transformación’, ‘Estamos con Obrador’”, afirma. Entre otros ejemplos, el investigador resalta el tema de los mítines. “Hay fines de semana en los que hacen mítines, el argumento está en que los fines de semana no son días hábiles, no están trabajando y son ciudadanos libres. Por eso pueden hacer estos actos y estas manifestaciones”, afirma.
Las jugadas les ha costado a los tres jugadores varias acusaciones de proselitismo, que en algunos casos les ha valido una denuncia ante el instituto electoral por parte de miembros de la oposición. Sheinbaum recibió el pasado diciembre un regaño del árbitro electoral por la pinta de bardas y la colocación de lonas en todo el país, además de una campaña digital masiva bajo los lemas #EsElla y #EsClaudia. La jefa de Gobierno se deslindó, pero el INE le pidió que haga un llamado “a sus simpatizantes a que se abstengan de realizar conductas que busquen influir en el proceso electoral”. Los expertos estiman que los próximos meses deparan una ardua lucha en los tribunales electorales, que recién verán iniciar la precampaña oficialmente a fin de este año.
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