“Es una victoria a medias”: los cabos sueltos en el caso de Evelin Afiune, una de las víctimas del feminicida serial Greek Román
Juan Antonio Afiune, padre de la víctima de 22 años, señala varias negligencias por parte de la Fiscalía en el proceso de búsqueda y captura del presunto homicida
Cuando Juan Antonio Afiune vio la cicatriz en la pantorrilla se quebró. Era ella. El cuerpo sin vida que habían encontrado en una bolsa de plástico en un descampado de Cuautla, Morelos, era de Evelin, su hija, de 22 años, a quien despidió un domingo 20 de marzo sin saber que sería la última vez que la vería. Seis días más tarde, la joven acudió a una supuesta entrevista de trabajo y fue llevada con engaños a una barbería donde fue violada y asfixiada. A más de cuatro meses de su muerte, las autoridades ya han dado con el supuesto culpable: Greek Román, un hombre sobre el que pesa la sospecha de haber cometido, al menos, siete feminicidios más. Ahora, el padre de Evelin acusa a la Fiscalía de Morelos de fallos que permitieron al supuesto culpable escapar a Puebla y luego a Veracruz, una entidad en la que se le imputan dos asesinatos más, registrados un mes después del fallecimiento de Evelin.
La Fiscalía de Veracruz informó a principios de junio sobre la detención de Greek Román en el Estado de Querétaro. Juan Carlos Gasperin, Ricardo Dereck, Ricardo Crivelli, eran algunos de los seudónimos que utilizaba el hombre de 38 años para contactar a sus víctimas en redes sociales. Siempre con el mismo modus operandi, la promesa de un empleo. De acuerdo con las investigaciones de las fiscalías de Veracruz y de Morelos, ellas acudían puntuales y con documentación en mano a la supuesta cita de trabajo. A la fecha, el Ministerio Público de Morelos busca imputarlo por el feminicidio de Evelin Afiune, mientras que en Veracruz ya ha sido vinculado a proceso por dos casos: el de Viridiana Moreno Vásquez, de 31 años, y el de la joven Meliza Ortega Camacho, de 17 años, está última según las primeras pesquisas fue contactada por Román en Puebla y posteriormente fue trasladada con engaños a Veracruz. Las autoridades no descartan que se puedan sumar más imputaciones, e incluso, indagan vínculos con bandas del narcotráfico y trata de personas en estos casos.
Aunque aún se desconoce el alcance de la supuesta trama feminicida de Román, el punto de partida se localiza en Cuautla, Morelos, con el caso de Evelin. En su casa, el padre de la víctima, Juan Antonio Afiune, ha colocado las fotografías como graduada que ella nunca llegó a ver. Vestida con toga y birrete, la joven sonríe junto a los amigos que acababan la carrera de Ingeniería Industrial. En una esquina del apartamento sobresale el altar en su honor. Bajo una fotografía del día de su graduación descansa una cruz de madera marcada con el nombre que le decía de cariño su padre: Granchester Yunaites y junto a esta, sus objetos más preciados: una Biblia, su gorra favorita, su perfume y un vaso de plástico que usaba desde que era niña.
El cubrebocas no oculta el dolor en la voz de Juan Antonio Afiune al relatar aquellos días de angustia al perder contacto con su hija única el pasado 26 de marzo. El padre relata que a su inquietud por la desconexión del teléfono de su hija ese jueves por la tarde creció al percatarse de su ausencia en la clase de inglés y momentos más tarde unos familiares le informaron que la joven acudiría a una entrevista de trabajo. “¿Cómo la dejaron ir?, ¿por qué no me hablaron?”, fueron los primeros reproches que lanzó al aire el señor Afiune al saber que su hija se encontraría con un desconocido.
La familia se movilizó de inmediato y encontró en la computadora de la joven las primeras pistas sobre el supuesto empleador, datos que fueron compartidos con la unidad de desapariciones de la Fiscalía de Morelos. El padre de la víctima asegura que en ese primer momento el personal del Ministerio Público cometió un error fatal: llamó directamente al supuesto agresor y lo puso sobre aviso. Además, afirma que los funcionarios en ese momento no actuaron con la premura debida, dándole la oportunidad al responsable de escapar. “Él [Greek Román] todavía tuvo tiempo de salir por los cartones, por el diablito y platicar con los vecinos”, refiere el padre sobre el video que se filtró, donde se observa al supuesto feminicida con un diablito —un carrito para movilizar mercancías— la noche del homicidio y unas cajas de cartón que se presume fueron utilizadas para disimular el cuerpo de Evelin rumbo al descampado, a unos 600 metros de la barbería, donde tiró el cadáver.
El sábado 26 de marzo, a menos de 72 horas de la desaparición de la joven, un campesino hizo el macabro hallazgo de una bolsa de plástico en la que se alcanzaba a ver un mechón de cabello. Ahí, en un canal de riego situado a unos cuantos pasos de la barbería donde ocurrió el homicidio, el presunto homicida tiró el cuerpo de Evelin. Juan Antonio Afiune hace un esfuerzo para traer a la memoria aquel momento en que su él y su exesposa recibieron la llamada de las autoridades para identificar el cadáver. “Nosotros habíamos ido a casa de mi prima a comer, ahí le hablaron a su mamá de que habían encontrado el cuerpo. Yo entré en shock, toda la mitad de mi cuerpo se paralizó”, relata.
El padre, de 52 años, lamenta que una vez que su hija fue hallada muerta y la Fiscalía de Feminicidios tomó el caso, se haya “perdido el tiempo” con líneas de investigación que él sabía que no llevaban a ningún sitio como el querer poner bajo sospecha al entonces novio de la menor como posible responsable del homicidio. Juan Antonio Afiune precisa que el mismo día del velorio, integrantes de la Fiscalía llegaron a su domicilio para intentar llevarse al novio y tomarle nuevamente la declaración. El padre califica como imperdonable que mientras las autoridades seguían estos callejones sin salida, el asesino de su hija estaba ya a kilómetros de distancia.
En respuesta, la fiscal especializada en la unidad de Feminicidios del Estado de Morelos, Fabiola García Betanzos, explica que se desplegaron todas las líneas de investigación, entre ellas, la de una posible responsabilidad del novio en el homicidio, una tesis que fue descartada una vez que el joven presentó una declaración más exhaustiva en el Ministerio Público. “Cuando fuimos al velorio por él, le avisamos previamente a la madre de que necesitábamos aquella declaración de manera inmediata”, relata. La funcionaria afirma que en ningún momento se le trató al joven como detenido, sino como testigo clave, e incluso, refiere que fue gracias a la declaración del novio que consiguieron identificar plenamente a la víctima al interior de la cafetería el día de su desaparición. “La línea de investigación de las falsas entrevistas de trabajo la teníamos muy clara, pero lo que no teníamos claro era con quién había salido Evelin de esa cafetería y hacia dónde se había ido”, zanja.
García Betanzos detalla que el presunto homicida salió de Morelos un día después de la desaparición de Evelin, el 25 de marzo, y reconoce que aunque lograron ubicarlo en el rancho de un familiar en el Estado de Puebla, ya no se encontraba allí cuando acudieron a capturarlo. Pese a este intento fallido de detención, la fiscal rechaza que la emisión de la ficha de captura haya jugado en contra del apresamiento. “Esa ficha lo que hizo es que todo el país conociera la cara de este tipo, cuando nosotros fuimos a Puebla ya teníamos el nombre del sujeto y eso ayudó a que cuando ocurrió el hecho de Veracruz, las autoridades se contactaran con nosotros para el intercambio de información, por eso se pudo identificar en Veracruz plenamente”, señala.
Debido a que la detención del sospechoso se concretó por una orden de captura ejecutada por la Fiscalía de Veracruz, las autoridades de Morelos deberán aguardar su turno para sentarlo en el banquillo de los acusados. Aún está por definirse si el acusado llevará el proceso de Evelin vía remota o si tendrán que aguardar a que sea juzgado por Veracruz y una vez que se le dicte condena en este Estado se le turnará el proceso de Morelos. Pese a las interrogantes que aún sobrevuelan sobre el desenlace del caso, García Betanzos hace hincapié en que pedirán la pena máxima para el agresor. “Lo que no va a suceder nunca es que el sujeto quede libre”, promete.
Para Juan Antonio Afiune la detención de Greek Román en Veracruz supone una victoria a medias. Al menos sabe que por ahora ya no podrá hacer más daño, sin embargo, su principal temor es que logré esquivar al poder judicial veracruzano como ya lo hizo en el pasado —en 2012 Román fue denunciado por violación y encarcelado en ese Estado, pero obtuvo un beneficio por una suspensión condicional de un proceso y salió en libertad—. El padre de la víctima de feminicidio recrimina que si las autoridades de Morelos hubiesen hecho bien su trabajo se le habría capturado en el Estado y con ello llevado ante la justicia. Ahora tendrán que esperar a que sea juzgado en Veracruz y luego en Morelos. “El agresor es un enfermo. Lo único que me preocupa es que vaya a salir libre”, refiere.
La muerte de Evelin se suma a las cifras de feminicidios en un Estado de 1,9 millones de habitantes en las que hasta la primera semana de agosto se perpetraron ya 22 asesinatos de mujeres, una escalada respecto a los 23 feminicidios reportados en todo 2021. En el lugar donde fue hallado su cadáver se ha colocado una cruz de metal para recordar el horror feminicida que sigue azotando el país y destrozando familias. Juan Antonio Afiune afirma que luchará ante la justicia para que el responsable de la muerte de su hija no vuelva a estar en libertad, pero no desea verlo, ni confrontarlo. “No gano nada, ¿va a regresar con vida a mija? No me quiero amargar, no me va a regresar a mi hija, ahí se lo dejo al karma, ya lloré mucho, ella sabía perfectamente que no me voy a dar por vencido”, concluye.
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