Ganfeng: “Vamos a seguir en Sonora porque las leyes de México permiten explotar el litio”
El gigante chino de las baterías rompe su silencio y contesta al Gobierno mexicano sobre la intención de controlar a través de una empresa estatal el mineral en el país
Ganfeng, el mayor productor de baterías de litio del mundo, se enfoca en su expansión en América Latina y afianza su presencia en la región. El último paso lo ha dado en México, al hacerse con el 100% del yacimiento más grande en el país, en Sonora, en la frontera con Estados Unidos. Como señala un portavoz de la compañía en México, los coches eléctricos ocuparán la mayoría del mercado automotriz y para ello será necesario aumentar la producción mundial de litio. Según la Agencia Internacional de la Energía, esa demanda deberá multiplicarse por 40 en 20 años para cubrir la fabricación de baterías y acumuladores durante la transición de los combustibles fósiles a las energías limpias.
Ante un escenario así, el Gobierno mexicano se niega a quedarse atrás y ve con gran optimismo el yacimiento de Sonora, el primero de muchos que podrían explotarse para el beneficio del país. Actualmente ese litio que se encuentra concentrado principalmente en arcilla y rocas, se encuentra en manos privadas y está en fase de exploración. El futuro prometedor que los expertos auguran al litio y el aumento de precios en los mercados internacionales han empujado al presidente López Obrador a convertir el mineral, después del petróleo y el gas, en la nueva bandera de la soberanía energética del país.
Aunque México aún no ha extraído un solo gramo de litio de su territorio, el presidente lo ha incorporado en su propuesta de Reforma Eléctrica como un recurso natural estratégico para la nación. “Tenemos que proteger este mineral codiciado. Es de la nación, no [podemos] permitir que pase a manos de corporaciones o de poderes hegemónicos”, ha repetido en varias ocasiones. Dichas afirmaciones chocan con el control total que de acuerdo a la legislación tiene la empresa china sobre el yacimiento de Sonora. “Ganfeng siempre ha actuado y va a actuar conforme a las leyes de México. Y actualmente, esas leyes permiten la concesión del litio por lo que puede extraer y explorar el mineral si tiene habilidad de hacerlo”, dice un portavoz de la minera.
Sobre la Reforma Eléctrica, aún sin aprobar, la empresa asegura que el documento permite concesiones operativas como la suya y que en 24 meses la mina estará en pleno funcionamiento. “No pensamos en abandonar México. Estamos muy confiados con que el proyecto de Sonora cumple con todas las leyes y va a ser muy positivo tanto para México como para la región”, señalan. Mientras tanto, más empresas mineras se han dado a la tarea de solicitar concesiones para extraer litio en México. López Obrador anunció hace unos meses que su Gobierno creará una empresa estatal para su explotación y no se otorgarán más concesiones para sacar litio. “Vamos a crear una empresa de México para el litio. No queremos ser territorio de conflicto entre potencias, ni Rusia, ni China ni Estados Unidos”, defendió el mandatario.
Tras la caída de los precios del metal durante la pandemia, la iniciativa privada no esperaba darse de bruces con el repentino entusiasmo de López Obrador por el litio, pero la economía climática, el mercado de los coches eléctricos y el aumento de la demanda a nivel global han disparado los precios. Nadie quiere quedarse sin una porción del pastel y menos cuando el pastel es tan brillante y prometedor como el futuro que le auguran al litio. En días recientes el mineral cotizaba por encima de los 49.000 dólares la tonelada en los mercados internacionales. El propio López Obrador consciente de ello, abroncó a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) por haber dado el visto bueno a la adquisición de Bacanora por parte de Ganfeng. “Por eso mi inconformidad de siempre contra estos organismos autónomos porque fue un andamiaje que crearon para nulificar al Gobierno, para que, si llegara un gobierno nuevo del pueblo, no pudiese tomar decisiones eso significó el neoliberalismo”, aseguró el mandatario en conferencia de prensa.
La autorización de Cofece para la concentración de Bacanora Lithium y Ganfeng fue vista desde el Ejecutivo como una operación realizada a espaldas del Gobierno. La empresa china, que ya tenía una participación del 50% en Bacanora, adquirió el año pasado el 100% de la compañía anglocandiense por 392 millones de dólares. La compra de las acciones también supuso el traspaso de las concesiones mineras que el Gobierno federal había otorgado a Bacanora desde 2017. Después de las afirmaciones desde Palacio Nacional, Cofece declaró en un comunicado que no había encontrado “signos de concentración de mercado” y que por ello había dado luz verde a la transacción. “La operación implicó un cambio accionario de las sociedades mexicanas titulares de las concesiones, y otros inversionistas extranjeros que ya participaban en las sociedades mexicanas concesionarias, situación común en el sector minero mexicano”, aseguró el ente en un comunicado.
La empresa asegura que no existe “ningún tipo de irregularidad” en la aprobación y que no están preocupados con la orden del presidente de abrir una investigación al respecto. “La compra de la parte de Bacanora que Ganfeng no tenía es completamente legal y apegada a la ley de México”, señala el portavoz. De los 20 operadores que actualmente trabajan en el proyecto piloto, la empresa señala que pasarán a contratar a más de 250 trabajadores para operar las plantas a gran escala, “el 95% de los cuales serán de México”, apuntan.
El gigante chino considera que dada la ausencia de una industria del litio en el país y la complejidad técnica y de procesamiento metalúrgico del yacimiento ellos son los únicos que pueden aportar el conocimiento y la tecnología necesarios para la operación. El proyecto Sonora ha costado hasta el momento 50 millones de dólares y la minera planea desembolsar otros 3.000 en la extracción y fabricación de baterías en el futuro. De esa cantidad, alrededor de 1.000 millones llegarán “en los próximos cinco años”, aseguran. “Nuestro plan es tener una empresa que domine toda la cadena de valor del litio en México: que no solo incluya la mina, sino también la producción de baterías y el reciclaje de estas. Somos la única empresa en el mundo que combina minas de litio, procesamiento del mineral, fabricación de baterías, pilas y reciclaje de baterías”, señala el gigante chino. Los beneficios de la compañía con presencia en Australia, Chile, Mali y Argentina llegaron hasta los 170 millones de dólares el año pasado.
Sumado a lo anterior, en 2021 firmó un contrato con Tesla Motors para suministrar directamente mineral calidad batería y aseguran estar en conversaciones con Volkswagen, otra de las grandes automotrices localizadas en México. Solo a 1.500 kilómetros del desierto de Sonora, Tesla, el gigante de los coches eléctricos propiedad de Elon Musk, tiene su mayor fábrica en el continente. Ganfeng asegura que su producción de litio alcanzará las 35.000 toneladas al año tanto para suministrar al mercado nacional como al extranjero.
En la carrera por el litio, el Servicio Geológico Mexicano que depende de la Secretaría de Economía, anunció en octubre del año pasado que el Gobierno invertirá 55 millones de pesos (2,63 millones de dólares) para la exploración del litio, con el objetivo de sondear cuánto mineral tiene el país en Sonora, San Luis Potosí y Zacatecas, entre otros Estados que han dado señales de tener altas concentraciones del material. De ello dependerá determinar si los yacimientos que existen en México son económicamente rentables.
En este tira y afloja, la Secretaría de Economía, en línea con los dichos del presidente, ha declarado que todavía no existen concesiones avaladas para la exploración y explotación del litio en México. Mientras tanto, Ganfeng amparada en la legislación vigente, continúa trabajando en el suelo de Sonora.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.