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Prisión preventiva para los dos presuntos asesinos del periodista Heber López

Los detenidos dispararon contra el reportero cuando entraba en su estudio de grabación de Salina Cruz, en Oaxaca. El comunicador había denunciado la corrupción municipal que impera en el Istmo de Tehuantepec

Beatriz Guillén
Amigos, colegas y familiares del periodista Heber López durante su entierro en Salina Cruz, el 12 de febrero.
Amigos, colegas y familiares del periodista Heber López durante su entierro en Salina Cruz, el 12 de febrero.Daniel Ricárdez (EFE)

Los presuntos asesinos del periodista Heber López han pasado a prisión preventiva. Los dos hombres están acusados del homicidio del reportero, a quien dispararon el pasado jueves cuando estaba entrando en su estudio de grabación en Salina Cruz, en Oaxaca. La investigación de la Fiscalía estatal apunta a que el ataque se produjo por el trabajo periodístico de López, quien fundó Noticias Web y RCP Noticias, desde donde denunciaba la corrupción municipal que impera en el Istmo de Tehuantepec. En las primeras seis semanas de 2022, cinco comunicadores han sido asesinados en México. Es el período más letal para la prensa en más de una década.

Alrededor de las 19.30 horas del 10 de febrero, dos individuos sorprendieron a Heber López cuando entraba en su estudio de grabación. Dispararon cinco veces. Murió en el acto. Después de que dieran la voz de alarma, la policía inició una persecución del vehículo en el que viajaban los presuntos agresores. Los interceptaron “en flagrancia”, según el lenguaje de la Fiscalía, todavía con el arma del crimen. Uno de ellos era Ricardo Espinosa, hermano de Arminda Espinosa Cartas, exagente municipal de Salinas del Marqués sobre la que Heber López había escrito varias informaciones relacionándola con corruptelas municipales. La Fiscalía de Oaxaca ha confirmado a EL PAÍS que esa conexión es la principal línea de investigación.

Salinas del Marqués es un pequeño municipio de poco más de 1.500 habitantes en cuyo puerto se está construyendo un rompeolas. Esta obra forma parte del megaproyecto federal del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Una iniciativa que estaba dando cabida a grandes luchas de intereses, según denunciaba frecuentemente el reportero. En concreto, López señalaba a Arminda Espinosa, quien buscaba reelegirse como agente municipal, es decir, la representante política y administrativa del alcalde en la localidad.

Un día antes de ser asesinado, el periodista publicó que la mujer estaba tratando de comprar los votos de los trabajadores en el rompeolas: “Tal parece que a la exagente municipal Arminda Espinosa Cartas ya le gustó vivir del jugoso negocio que representó ser la agente municipal y poner y disponer en la obra del Rompeolas, ya que quiere reelegirse para no soltar la gallina de los huevos de oro y es por eso que utiliza al encargado del Grupo INDI para convencer mediante amenazas a los trabajadores de la obra de votar por ella en las próximas elecciones, de lo contrario los despedirán”. Tanto Arminda como su hermano Ricardo, ahora detenido tras el homicidio del reportero, tenían también abierta una carpeta de investigación en la Fiscalía General de la República (FGR) por el robo y venta de huachicol.

La familia de Heber López, que acaba de ser incorporada en el Mecanismo de Protección a Periodistas, reclama justicia para el reportero, que es el quinto asesinado en México en mes y medio. En enero mataron a José Luis Gamboa, en Veracruz, y a Margarito Martínez y Lourdes Maldonado, en Tijuana (Baja California). En Zitácuaro (Michoacán) recibió los disparos Roberto Toledo. Unos días después acribillaron a López. La letalidad que enfrenta un gremio precarizado y amenazado ha llevado a convocar de nuevo este lunes protestas en todo el país, similares a las que se organizaron a finales de enero por el crimen de los tres primeros periodistas.

“La situación es insostenible, no sabemos las razones de este repunte, porque el año pasado fueron nueve reporteros muertos y en este año ya van cinco”, señala Juan Vázquez, de la organización Artículo 19. “Son necesarias medidas integrales, es decir, que no se queden en políticas de protección, que acaban depositando la responsabilidad en la víctima. Se requiere prevención, que se identifique al instigador y que se combata la impunidad”, añade Vázquez. En México, la impunidad para cualquier clase de asesinato supera el 90%. En el caso de los periodistas, Artículo 19 habla de un 99,13% de crímenes no resueltos, algunos de los cuales se demoran intencionadamente en las fiscalías durante años.

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Sobre la firma

Beatriz Guillén
Reportera de EL PAÍS en México. Cubre temas sociales, con especial atención en derechos humanos, justicia, migración y violencia contra las mujeres. Graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo en EL PAÍS.

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