La carrera por el liderazgo de Morena se reduce a cinco aspirantes

La carrera por el poder de Morena se acota. El Instituto Nacional Electoral (INE) ha informado este miércoles de la criba que ha reducido la lista de aspirantes a la dirigencia del partido a solo cinco nombres. Porfirio Muñoz Ledo, Yeidckol Polevnsky, Hilda Díaz, Mario Delgado y Adriana Meléndez son los finalistas para la presidencia del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador. Mientras que otras nueve mujeres y cuatro hombres buscarán la secretaría general de la organización. Los ganadores del proceso serán elegidos a través de una encuesta abierta que será aplicada entre el 2 y el 8 de octubre a los militantes y simpatizantes de la formación.

El veterano político de 87 años, Porfirio Muñoz Ledo, es quien mayor ventaja obtuvo en la encuesta de reconocimiento. Este primer filtro permitió reducir de 44 aspirantes hombres a los dos finalistas gracias a la aplicación de 2.300 entrevistas presenciales. Muñoz Ledo dijo recientemente en una entrevista a este periódico que es uno de los políticos más identificables de la izquierda mexicana. En gran parte por su trayectoria “de 50 o 60 años”, que inició en el PRI, y por su ruptura con este partido junto al tres veces excandidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas. Muñoz Ledo fue identificado por el 41,7% de los encuestados, colocándose a la cabeza de la contienda.

Mario Delgado, el líder de la banda de Morena en la Cámara de Diputados obtuvo el 27,1%. Delgado ha sido el más activo de los aspirantes a la presidencia del partido. A diferencia de Muñoz Ledo, a quien la edad lo mantiene con una campaña virtual en su casa de las Lomas de Chapultepec por la pandemia, el legislador ha viajado por todo el país en busca del respaldo de los militantes. A pesar del frenético ritmo de sus giras está lejos del puntero según las tres encuestadoras que hicieron el ejercicio, Parametría, Mendoza Blanco & Asociados y Demotecnia 2.0. Yeidckol Polevnsky, quien ya presidió el partido, es la mujer con más oportunidades de repetir en el cargo. Hilda Díaz y Adriana Meléndez han sido sumadas al ejercicio final por un mandato del tribunal electoral que ordenaba paridad en el proceso.

La lucha por el control del partido no solo tiene como telón de fondo las elecciones intermedias de 2021, que serán las más grandes de la historia en el país, sino también la sucesión presidencial de 2024. Es con esa disputa en mente que deben leerse los ataques de Muñoz Ledo a Delgado, que subieron la temperatura a los días finales de la carrera. El veterano político, compañero de Delgado en la legislatura, ha atacado a su rival porque lo considera un operador de la candidatura del canciller Marcelo Ebrard. El encargado de Exteriores ha rechazado públicamente estas ambiciones y ha dicho que su trabajo se centra en el esfuerzo para traer al país una vacuna contra el coronavirus, una tarea que compete poco a su oficina, pero que le da relieve en una Administración donde la política exterior tiene poco peso. Algunas voces dentro del partido creen que Muñoz Ledo se inclina más por la candidatura de la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

La encuesta abierta como método de selección ha sido muy criticado por los propios aspirantes. Pero tiene una razón de ser. Ha sido la herramienta decretada a punta de resoluciones judiciales para un partido con una vida interna turbulenta. Fue el método escogido por los tribunales ante la imposibilidad de que los propios militantes pudieran ponerse de acuerdo en una cabeza que los guiara. Esto no ha evitado que quienes no superaron la criba ataquen el proceso y a la autoridad electoral. “Estoy encabronado por este fraude”, dijo el joven Gibrán Ramírez en la radio al conocer que no había hecho el corte. Él afirmó que en las encuestas en su poder estaba entre los principales aspirantes a la presidencia. Pero no ha sido así en una encuesta donde solo el 14% rechazó participar. Una cifra muy baja que permitió a los encuestados ser partícipes de la carrera por el poder.