El ministro de Defensa de Estonia advierte sobre Rusia: “Todos tenemos que estar preparados”
Wolfgang Schmidt, ex miembro del Gobierno alemán, sostiene que la guerra “lo ha cambiado todo” y niega que su país no esté prestando la ayuda suficiente a Kiev
La invasión rusa de Ucrania no se circunscribe únicamente al territorio por el que avanza el Ejército de Vladímir Putin. Y tampoco a los países limítrofes. Es lo que sostiene el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, que considera que este conflicto ha cambiado de tal forma las cuestiones de defensa en Europa que todos los países deben tomar partido porque todos deben sentirse amenazados. “La lección que aprendemos es que todos tenemos que estar preparados, porque estar en Barcelona no quiere decir que los misiles balísticos no vayan a llegar: apenas tardarán 20 minutos más”, ha afirmado este lunes en el auditorio del Palacio de Congresos de Cataluña, donde se celebra el foro World in Progress (WIP), organizado por el Grupo PRISA, editor de EL PAÍS.
Pevkur ha introducido ese riesgo en el debate cuando ha sido preguntado por cómo se gestionó el hecho de que tres cazas rusos sobrevolaran durante 12 minutos el espacio aéreo de Estonia el pasado 19 de septiembre, haciendo caso omiso de los mensajes que les lanzaba el Gobierno estonio. “Con los rusos hay que tener la cabeza fría, no sobrerreaccionar”, ha dicho sobre la forma con la que se afrontó aquella situación crítica y otras intrusiones rusas vividas desde 2022.
A su lado asentía Wolfgang Schmidt, ministro alemán de Asuntos Especiales desde 2021 y hasta febrero pasado, cuando cayó el Gobierno de Olaf Scholz. “La guerra a escala completa de Ucrania lo ha cambiado todo”, ha señalado, a la vez que sacaba pecho por el esfuerzo que ha hecho el país germano para elevar el techo de gasto en Defensa, incluida una reforma de la Constitución.
Invertir más en la industria de la guerra es un debate muy activo en Europa actualmente y a Alemania se le acusa en ocasiones de no hacer lo suficiente para contribuir a la defensa de Ucrania. Schmidt ha sido muy medido con sus palabras: él, ha afirmado, duda de si sería “apropiado” que Alemania cediera algún arma que supusiera la implicación del Ejército alemán, como los misiles de crucero Taurus.
El exministro ha dicho sentirse “triste” por esas dudas que en algunos ámbitos se tienen del apoyo alemán a Ucrania. Y ha pedido que se piense en cómo se tomaría la sociedad reducir recursos en otras cuestiones para alimentar la industria de defensa, que en Europa, ha dicho, “es pequeña” pero con un coste “alto”.
El ministro estonio, por su parte, ha subrayado que uno de los factores que condiciona la reacción a las afrentas rusas es la “percepción de la amenaza”, en función de la proximidad, aunque, tras hacer la referencia a Barcelona, ha llamado a ganar masa crítica para poder defender a Europa: ”Necesitamos más equipos y personas", ha dicho. Pevkur ha defendido que es necesario que todos los países dediquen al menos un 3,5% de su producto interior bruto (PIB) a la defensa, y ha dejado claro que ese objetivo es urgente: “No podemos esperar 10 años para conseguirlo, queda mucho camino”.
Tanto Pevkur como Schmidt han coincidido en que Rusia está intensificando la guerra híbrida contra Ucrania, pero también contra otros países que han mostrado su apoyo al Ejecutivo de Volodímir Zelenski.