El Nobel Muhammad Yunus incluye en el nuevo Gobierno de Bangladés a dos líderes estudiantiles

“El régimen brutal y autocrático ha desaparecido”, dice el conocido como “banquero de los pobres”, líder del gabinete interino que trata de estabilizar el país y sofocar la violencia

Muhammad Yunus llegó este jueves al aeropuerto internacional de Daca, Bangladés, para liderar el Gobierno de transición.Mohammad Ponir Hossain (REUTERS)

Muhammad Yunus (84 años), el Premio Nobel de la Paz de 2006 elegido para liderar el Gobierno de transición en Bangladés, aterrizó en Daca el jueves, proveniente de París, donde recibía un tratamiento médico menor. Unas horas después, anunciaba los nombres de su gabinete de asesores, con quienes tratará de estabilizar el país de 170 millones de habitantes y convocar elecciones, después de la dimisión y huida a la India de la ex primera ministra Sheikh Hasina el pasado lunes tras 20 años en el poder, 15 de ellos ininterrumpidos. Entre los 16 asesores seleccionados por Yunus están Asif Mahmud y Nahid Islam, dos representantes del movimiento Estudiantes contra la Discriminación que lideró las protestas iniciadas en julio contra el sistema de cuotas de contratación pública. La fuerte represión de las manifestaciones causó más de 300 muertos, miles de heridos y detenidos, y desencadenó la crisis política.

“El régimen brutal y autocrático ha desaparecido”, declaró Yunus en un discurso televisado a la nación después de tomar el mando. “Mañana, con el sol naciente, todos disfrutarán de la democracia, la justicia, los derechos humanos y la plena libertad de expresión sin miedo, independientemente de la afiliación partidaria. Ese es nuestro objetivo”. Para ello, él mismo asumirá el mando de la mayoría de ministerios, entre los que figuran Defensa, Fuerzas Armadas, Alimentación o Educación, según el diario local Dhaka Tribune.

De los asesores estudiantiles, Nahid Islam se hará cargo del Ministerio de Correos, Telecomunicaciones y Tecnología de la Información, mientras que Asif Mahmud asumirá la cartera de Juventud y Deportes. Del resto del gabinete, apenas cuatro son mujeres y cinco provienen del sector del desarrollo y la defensa de los derechos humanos. Ningún miembro del partido de Hasina, la Liga Awami, figura en el Gobierno interino.

En una publicación en Facebook, el hijo de Hasina, Sajeeb Wazed Joy, quien había afirmado que su madre no volvería a la política, escribió que el partido no se había dado por vencido y que estaba dispuesto a mantener conversaciones con los opositores y el Gobierno interino. “Había dicho que mi familia ya no participaría en la política, pero por la forma en que están atacando a nuestros líderes y trabajadores del partido, no podemos rendirnos”, matizó el miércoles. En declaraciones a Times of India, aseguró que su madre volverá a Bangladés cuando el Gobierno interino convoque elecciones, sin especificar si ella se presentaría. Sin embargo, deslizó la idea de que él mismo podría asumir las riendas de la Liga Awami. “Nunca tuve ninguna ambición política y estaba establecido en EE UU, pero los acontecimientos en los últimos días muestran un vacío de liderazgo. He tenido que actuar por el bien del partido”, explicó al rotativo.

Por su parte, la principal formación de la oposición, el Partido Nacionalista de Bangladés (BNP), que boicoteó dos elecciones nacionales después del arresto de sus líderes, ha exigido nuevas elecciones en tres meses.

El premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunus (en el centro), rodeado de líderes estudiantiles que encabezaron las protestas contra el sistema de cuotas, habla con los medios de comunicación tras llegar a Daca.MONIRUL ALAM (EFE)

Yunus, un duro crítico de Hasina, que ya intentó sin éxito formar un partido político propio en 2007, se emocionó y pareció contener las lágrimas en el aeropuerto de Daca mientras se refería a un estudiante que, según dijo, murió por un disparo durante las protestas. Un sacrificio, dijo, que no podía olvidarse. “Me siento bien de volver a casa”, declaró el economista, quien fue recibido por altos oficiales militares y líderes estudiantiles. “Todos los estudiantes están contentos, porque es un auténtico ídolo para nosotros”, señaló a Efe Sanjit Mahamood, alumno de la Universidad Siddheswari, con la esperanza de que una vuelta a la normalidad evite nuevos enfrentamientos en las calles.

Conocido como el “banquero de los pobres”, Yunus es pionero del movimiento global de microcréditos. El Banco Grameen que fundó ganó el Premio Nobel de la Paz en 2006 por ayudar a sacar a millones de personas de la pobreza al otorgar pequeños préstamos a personas empobrecidas del entorno rural que no acceden a los servicios de los bancos tradicionales. Ahora organizaciones internacionales de derechos humanos como Human Right Watch o Amnistía Internacional le reclaman ambición para derogar o reformar las leyes represivas contra la libertad de expresión en el país y otras que han restringido el espacio del activismo de la sociedad civil en los últimos años.

Violencia contra la minoría hindú

La huida de Hasina del país que gobernó durante 20 de los últimos 30 años tras ganar un cuarto mandato en enero, desencadenó júbilo y violencia cuando multitudes irrumpieron y saquearon su residencia oficial. Ella permanece ahora en Nueva Delhi y medios indios aseguran que planea solicitar asilo al Reino Unido. El primer ministro indio, Narendra Modi, se ha limitado a señalar que el futuro de la exmandataria es una decisión privada y ha pedido a las autoridades bangladesíes que protejan a la minoría hindú en el país.

Cientos de hindúes —que representan el 8% de los 170 millones de habitantes, de mayoría musulmana— han intentado en los últimos días huir a la India debido a los ataques que denuncian sufrir desde que Hasina abandonó el país. Sin embargo, ambos países han aumentado la vigilancia fronteriza para cerrar el paso. El Consejo de Unidad Cristiana, Hindú y Budista de Bangladés asegura que en 45 de los 64 distritos de Bangladés se han registrado actos violentos contra casas, negocios y templos hindúes, en los que un maestro fue asesinado y otras 45 personas resultaron heridas, según esta organización.

Mohammad Rakibul Hasan, funcionario del gobierno local del distrito de Thakurgaon, en el noroeste de Bangladés, estima que entre 700 y 800 hindúes intentaron cruzar a la India el miércoles por la tarde después de que algunas de sus casas fueran atacadas y saqueadas. “Regresaron a casa después de que les proporcionáramos protección”, declaró Hasan a la agencia Reuters. La comunidad hindú ha apoyado tradicionalmente al partido Liga Awami de la ex primera ministra, identificado como secular, frente al bloque de oposición que incluye un partido islamista de línea dura.

En el río revuelto de la violencia que no cesa, al menos seis reos murieron y otros 200 se fugaron tras un motín en la cárcel de alta seguridad de Kashimpur, en el centro del país. El director del centro penitenciario, Subrata Kumar Bala, informó de que el incidente se produjo el martes por la tarde. Según su relato en el diario bangladesí The Daily New Nation, los guardias de seguridad abrieron fuego al ser atacados mientras un grupo de presos trepaba por las paredes, por lo que tuvo que intervenir el ejército.

En Daca, la ausencia de fuerzas del orden en las calles ha movido a los estudiantes a crear grupos para gestionar el caótico tráfico de la capital. “Ya que no hay policía, hemos tomado la responsabilidad”, manifestó Sanjit Mahamood, de la Universidad Siddheswari, cerrada estos días, al igual que el resto de instituciones educativas del país. A pesar del reciente nombramiento de un nuevo jefe de la policía en la ciudad, Moinul Islam, y de un ultimátum de este para que los oficiales se presenten en sus puestos, muchos miembros de las fuerzas de seguridad seguían este viernes ausentes, después de haberse convertido en objeto de ataques en represalia por su actuación durante las manifestaciones estudiantiles.

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