El G-7 avisa a China de que adoptará represalias por el apoyo a Rusia y la política industrial

El grupo intenta estrechar lazos con el Sur Global en una sesión donde participan Modi y Lula, entre otros invitados

El Papa interviene en una sesión del G-7 este viernes, en Borgo Egnazia (Italia).Andrew Medichini (AP/ LaPresse)

Los líderes del G-7 han aprovechado la cumbre del grupo en el sur de Italia para lanzar advertencias de represalias a China si no corrige el rumbo en algunas áreas, especialmente el apoyo a Rusia y la política industrial. Los socios reiteran su disposición a colaborar con Pekín, pero amenazan con ampliar sanciones a entidades, incluso del sector financiero, implicadas en la máquina de apoyo a Moscú y anuncian que seguirán actuando para contrarrestar una competencia industrial que consi...

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Los líderes del G-7 han aprovechado la cumbre del grupo en el sur de Italia para lanzar advertencias de represalias a China si no corrige el rumbo en algunas áreas, especialmente el apoyo a Rusia y la política industrial. Los socios reiteran su disposición a colaborar con Pekín, pero amenazan con ampliar sanciones a entidades, incluso del sector financiero, implicadas en la máquina de apoyo a Moscú y anuncian que seguirán actuando para contrarrestar una competencia industrial que consideran desleal, según la declaración final de la cumbre, tal y como adelantó este diario. El texto refleja un endurecimiento de la posición hacia China con respecto al año anterior.

“El apoyo de China a la base industrial rusa permite a Rusia sostener su guerra ilegal en Ucrania. Urgimos a China a acabar con la transferencia de materiales de doble uso, incluidos componentes de armas”, dice la declaración. El documento anuncia medidas “contra actores en China y terceros países que respaldan la maquinaria de guerra rusa, incluidas instituciones financieras”. El de las entidades financieras es un frente especialmente delicado. El G-7 apunta claramente a golpear no solo a las empresas que venden productos sensibles a Rusia, sino también a las entidades que facilitan ese comercio.

Esta línea de acción complementa la decisión del G-7 de activar un préstamo a Kiev por valor de 50.000 millones de dólares, que se financiará con los rendimientos de los activos congelados de Rusia. La declaración apunta a lograr el desembolso “para finales de año”. Sería una fecha que encaja con intereses pragmáticos, sobre todo en EE UU, donde el nuevo presidente tomará posesión en enero. Sin embargo, una fuente europea cercana a la negociación reconocía que “queda pendiente aclarar detalles”. Está por ver cuánto tiempo será necesario para ello.

El otro gran flanco de acción con respecto a China es el geoeconómico. En esta materia, el G-7 acusa a Pekín de prácticas “que conducen a distorsiones de mercado y a una sobrecapacidad de producción dañina en un creciente número de sectores”. Los socios anuncian que seguirán tomando medidas para proteger a sus industrias, sus trabajadores y su resiliencia económica. Es una dinámica ya en marcha, como demuestran las recientes medidas arancelarias de EE UU o la UE hacia China.

Los miembros del G-7 creen que China ha conseguido una posición dominante en varios mercados estratégicos, sobre todo en sectores vinculados con la transición ecológica, a través de prácticas abusivas, como subsidios no declarados o ventas bajo coste de producción para golpear a los competidores. Buscan contrarrestar esta tendencia y, en la maniobra, tratan de convencer de que esto está también en el interés de países del Sur Global —varios de ellos invitados a la cumbre— y de mantener la unidad en sus propias filas, a la vista de fricciones comerciales proteccionistas entre EE UU y la UE.

El presidente de Argentina, Javier Milei, es recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, durante el segundo día del G-7 en Savelletri, este viernes.ETTORE FERRARI (EFE)
Desde la izquierda, el primer ministro de la India, Narendra Modi; el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, y el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, en la segunda jornada del G-7 celebrada en en el complejo Borgo Egnazia de Savelletri, este viernes. Christopher Furlong (DPA/ Europa Press)
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, tras ser recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el segundo día de la cumbre del G-7, en Savelletri, este jueves.Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
Activistas medioambientales del movimiento 'Extinction Rebellion', se manifiestan frente al centro de prensa instalado para la cumbre del G7.Yara Nardi (REUTERS)
El presidente argentino, Javier Milei, y el homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, conversan antes de la sesión sobre Inteligencia Artificial, Energía, África y Mediterráneo en el segundo día de la cumbre del G-7 en Savelletri, este viernes.Louisa Gouliamaki (REUTERS)
Desde la izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil; Akinwumi Adesina, presidente del Banco Africano de Desarrollo, y Emmanuel Macron, presidente de Francia, en la segunda jornada del G-7, celebrada en Savelletri.Andrew Medichini (AP/ LaPresse)
El presidente del Banco Mundial, Ajay Banga (a la izquierda), y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, durante la segunda jornada del G-7, en Savelletri, este viernes.Sean Kilpatrick (AP/ LaPresse)
El papa Francisco y el presidente de Argentina, Javier Milei, durante la segunda jornada del G-7, este viernes en Savelletri.Andrew Medichini (AP/ LaPresse)
El presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed, durante la sesión sobre Inteligencia artificial, Energía, África y el Mediterráneo el segundo día de la cumbre del G-7 en Savelletri, este viernes.Louisa Gouliamaki (REUTERS)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, saluda al papa Francisco a su llegada a la cumbre del G-7, este viernes en Savelletri. VATICAN MEDIA HANDOUT (EFE)
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, es recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en la segunda jornada del G-7 en Savelletri, este viernes.Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y el estadounidense, Joe Biden, durante la segunda jornada del G-7, este viernes.Kevin Lamarque (REUTERS)
El primer ministro de la India, Narendra Modi, es recibido por primera ministra italiana, Girgia Meloni, durante la segunda jornada del G-7 en Savelletri, este viernes.Christopher Furlong (AP/ LaPresse)
El papa Francisco y el presidente de los EE UU, Joe Biden, antes de una sesión sobre Inteligencia Artificial, Energía, África y el Mediterráneo en el segundo día de la cumbre del G-7 en Savelletri, este jueves.Louisa Gouliamaki (REUTERS)
El canciller alemán, Olaf Scholz, recibe las felicitaciones por su cumpleaños de los líderes del G7, Charles Michel, Joe Biden, Georgia Meloni, Emmanuel Macron, Justin Trudeau, Rishi Sunak y Ursula von der Leyen, en Savelletri el 14 de junio. Steffen Kugler/BPA (via REUTERS)
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, junto a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, durante la segunda jornada de la cumbre del G7 celebrada en Borgo Egnazia, el 14 de junio. Kevin Lamarque (REUTERS)
Los líderes del G-7 observan el descenso de un paracaidista en Savelletri (Italia), el 13 de junio.Kevin Lamarque (REUTERS)
El presidente de EE UU, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en Savelletri, el 13 de junio.Yara Nardi (REUTERS)
Giorgia Meloni, primera ministra italiana, llega a una exhibición de paracaidismo en el Club de Golf San Domenico en Fasano, el 13 de junio.Christopher Furlong (Getty Images)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con el homólogo británico, Rishi Sunak, en Savelletri (Italia), el 13 de junio.Yara Nardi (REUTERS)
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, llega a una demostración de paracaidismo en Savelletri (Italia), el 13 de junio.Kevin Lamarque (REUTERS)
Desde la izquierda, Charles Michel, Olaf Scholz, Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni, Joe Biden, Fumio Kishida, Rishi Sunak y Ursula von der Leyen, participan en una sesión de trabajo durante la cumbre del G-7 en Borgo Egnazia.Andrew Medichini (AP/ LaPresse)
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, es recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en el complejo Borgo Egnazia (Italia).Louisa Gouliamaki (REUTERS)
Foto de familia del G-7. De izquierda a derecha, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo; Olaf Scholz, canciller alemán; Justin Trudeau, primer ministro canadiense; Emmanuel Macron, presidente francés; Giorgia Melonia, primera ministra italiana y anfitriona de la cumbre; Joe Biden, presidente de EE UU; Fumio Kishida, primer ministro japonés; Rishi Sunak, primer ministro del Reino Unido y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
Meloni observa al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, saludar al canciller alemán, Olaf Scholz, durante la cumbre del G-7.ETTORE FERRARI (EFE)
La presidenta italiana, Giorgia Meloni, durante la cumbre del G-7 en Italia, celebrada este jueves.Roberto Monaldo (Zuma Press/ContactoPhoto)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, saluda a Emmanuel Macron, presidente francés, a su llegada a la cumbre del G-7 que se celebra en Borgo Egnazia. Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, es recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en Borgo Egnazia.Christopher Furlong (Getty Images)
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, es recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni en Borgo Egnazia (Italia). Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
Giorgia Meloni se hace un selfi con los miembros de la prensa, justo antes de que llegara el presidente estadounidense Joe Biden, durante la cumbre del G-7, en una imagen distribuida por la oficina de prensa del palacio Chigi.FILIPPO ATTILI /PALAZZO CHIGI HA (EFE)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, abraza a su homólogo británico, Riski Sunak, a su llegada a la cumbre del G-7 que se celebra en Borgo Egnazia. Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, saluda al canciller alemán, Olaf Scholz, a su llegada a la cumbre del G-7 que se celebra en Borgo Egnazia. Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llega a la ceremonia de bienvenida, este jueves durante la cumbre del G-7, celebrada en el sur de Italia.Antonio Masiello (Getty Images)
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, es recibido por la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, este jueves en Borgo Egnazia.CIRO FUSCO (EFE)
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni recibe al primer ministro de Japón, Fumio Kishida, este jueves en Borgo Egnazia.Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, saluda a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo a su llegada a la cumbre del G-7 que se celebra en Borgo Egnazia. ETTORE FERRARI (EFE)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, recibe a Ursula von der Layen, presidenta de la Comisión Europeoa, a su llegada a la cumbre del G-7 que se celebra en Borgo Egnazia. Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
Giorgia Meloni se hace un selfie en el arranque de la cumbre del G-7. Roberto Monaldo / LaPresse (LAPRESSE)
Giorgia Meloni, primera ministra italiana, saluda a la prensa a su llegada a la recepción de los líderes del G-7 que se celebra en un resort de Borgo Egnazia, al sur de Italia. Guglielmo Mangiapane (REUTERS)
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Al principio de la sesión dedicada este viernes a esta cuestión, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo hincapié precisamente en este punto, según transmitió su portavoz. “Deberíamos seguir el principio de no dañarnos recíprocamente, estar pendientes de que las medidas que cada uno apruebe no tengan efectos negativos sobre los demás, incluso de forma no intencionada”. Esto suena como una referencia indirecta al programa IRA de EE UU, cuyas medidas proteccionistas han levantado ampollas en la UE.

El G-7 también ha reclamado a China que se abstenga de adoptar medidas de restricción de exportaciones, especialmente en cuanto a materias primas estratégicas, cosa que ya ha hecho cortando el flujo de galio y germanio como respuesta a las limitaciones occidentales en materia de microchips avanzados. China es una potencia central en extracción y procesado de materias primas estratégicas.

El comunicado final también contiene rotundos llamamientos a Pekín a evitar acciones unilaterales en la región y a respetar los dictámenes de la justicia internacional (una referencia indirecta a un fallo desfavorable sobre sus acciones en aguas disputadas que China no acata).

En sus maniobras hacia China, los países del G-7 intentan cerrar filas con el Sur Global. Es en esa óptica que puede interpretarse la invitación extendida por la presidencia italiana de turno a países relevantes de esa indefinida constelación. Están presentes en la cumbre (que acaba oficialmente este sábado) los líderes de la India, Brasil, Argentina, Turquía y de varios países africanos. Las potencias occidentales y China y Rusia compiten por granjearse su favor.

Narendra Modi, en concreto, que ha emprendido aquí su primer viaje internacional después de las elecciones en las que ha logrado un tercer mandato consecutivo —pero esta vez sin mayoría absoluta—, es objeto de especial atención, por el creciente peso de la India y un compartido recelo ante China.

África también ha recabado especial atención. La presidencia italiana ha tratado de poner el foco en el continente, lanzando una iniciativa para mejorar la seguridad alimentaria y debatir las maneras de luchar contra las mafias migratorias.

Otro invitado de relieve a la cumbre ha sido el Papa, quien intervino en la tarde de este viernes con un discurso sobre la inteligencia artificial, en el que alertó del riesgo de que la nueva tecnología “amplíe la injusticia entre naciones avanzadas y en desarrollo o entre clases sociales dominantes y oprimidas”. Francisco subrayó la importancia fundamental de que los seres humanos no pierdan el control sobre la tecnología, y en concreto que ninguna máquina pueda elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano. Es la primera vez que un Pontífice participa en un G-7, un guiño de Meloni a los numerosos votantes católicos que sostienen a su partido. Francisco ha celebrado reuniones bilaterales con varios líderes, incluidos Biden, Zelenski y Macron.

En materia de cambio climático, la declaración incluye el compromiso de “acelerar acciones en esta década crítica, para alcanzar balance de emisiones cero en 2050″.

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