Encontrado el cuerpo de la sexta y última víctima del derrumbe del puente de Baltimore
José Mynor López, guatemalteco de 37 años, era uno de los seis trabajadores de la construcción latinoamericanos que perecieron en el derrumbe
Casi mes y medio después del derrumbe del mayor puente de Baltimore, los equipos de rescate han encontrado a la sexta víctima del accidente, la única que seguía desaparecida, según han informado a través de un comunicado las autoridades. Se trata de José Mynor López, de 37 años, guatemalteco, que como las otras cinco víctimas era un inmigrante latinoamericano que trabajaba en una cuadrilla de la construcción reparando baches en el puente cuando el supercarguero Dali perdió el control y embistió uno de sus pilares.
Los equipos del Mando Unificado que trabajan para intentar retirar los restos del puente localizaron a la sexta víctima y avisaron al Departamento de Policía Estatal de Maryland. Sus investigadores, junto con agentes de la Policía de la Autoridad de Transporte de Maryland y del FBI, acudieron al lugar y recuperaron el cadáver. Tras la identificación, se lo comunicaron a la familia.
Sobre el puente trabajaban ocho obreros de la construcción cuando tuvo lugar el accidente. Dos de ellos sobrevivieron al derrumbe. Los cadáveres de otros dos fueron recuperados al día siguiente del interior de un vehículo que se hundió con el puente: el mexicano Alejandro Hernández Fuentes, de 35 años, y el guatemalteco Dorlian Ronial Castillo Cabrera, de 26 años. Luego aparecieron los cuerpos del hondureño Maynor Suazo, de 37 años, casado y con dos hijos; el mexicano Carlos Daniel Hernández, y el salvadoreño Miguel Luna, casado y con tres hijos, que vivía en Maryland desde hace más de 19 años, según la organización CASA.
“Con el corazón encogido, el día de hoy marca un hito importante en nuestros esfuerzos de recuperación y proporciona un cierre a los seres queridos de los seis trabajadores que perdieron la vida en este trágico suceso”, ha dicho el coronel Roland Butler, superintendente del Departamento de Policía Estatal de Maryland. “Mientras lloramos con las familias, honramos la memoria de José Mynor López, Alejandro Hernández Fuentes, Dorlian Ronial Castillo Cabrera, Maynor Yasir Suazo-Sandoval, Carlos Daniel Hernández Estrella y Miguel Ángel Luna González”, ha añadido a través de un comunicado.
El gobernador de Maryland, el demócrata Wes Moore, también ha reiterado el pésame a las familias a través de un comunicado difundido en la red social X tanto en inglés como en español en el que pide respetar la intimidad de las familias. “Siempre recordaremos las vidas de estos seis Marylandeses”, señala.
El Dali, un carguero de contenedores de casi 300 metros de eslora y 48 metros de manga, había salido del puerto hacia la una de la madrugada, hora local (cinco horas más en la España peninsular) del 26 de marzo para emprender un viaje hacia el puerto de Colombo, la capital de Sri Lanka, adonde debía llegar el próximo 22 de abril, por encargo de la naviera danesa Maersk. Sin embargo, su travesía terminó poco después de zarpar.
Tras una pérdida de energía, desde el barco advirtieron a tierra de que habían perdido el control de la nave, que fue incapaz de mantener el rumbo deseado y colisionó con el puente Francis Scott Key. El buque, que tenía dos prácticos del puerto al mando, soltó sus anclas como parte de los procedimientos de emergencia, pero eso no impidió que chocase de lleno contra uno de los pilares, que no contaban con protecciones para desviar o frenar el impacto. El derrumbe fue casi inmediato.
Las tareas de desescombro y limpieza continúan y la tripulación del supercontenedor sigue a bordo del buque mientras se investigan con detalle las causas del siniestro. Se trata de 22 indios y un natural de Sri Lanka que están retenidos en la embarcación de forma indefinida y que previsiblemente deberán seguir a bordo aunque el barco vuelva a puerto. La carga de contenedores que transportaba sigue también en el barco.
Los equipos de desescombro preparan una demolición controlada para derribar el mayor vano que queda del puente caído. Eso permitirá en unas semanas desincrustar al barco de la infraestructura y llevarlo al puerto de Baltimore, de modo que el tráfico marítimo pueda ir recuperando la normalidad. Miles de estibadores, camioneros y propietarios de pequeñas empresas se han visto afectados por el cierre de la vía al tráfico.
Los ingenieros llevan semanas trabajando para determinar la mejor manera de retirar esta última pieza importante del puente caído. Los explosivos harán que caiga al agua. A continuación, una enorme grúa hidráulica levantará las secciones de acero resultantes y las colocará en barcazas.
Maryland tiene previsto reconstruir el puente Francis Scott Key en solo cuatro años, con un coste estimado de forma preliminar entre 1.700 y 1.900 millones de dólares.
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