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Cientos de manifestantes marchan en Costa Rica en apoyo a los refugiados nicaragüenses

Activistas, autoridades y ciudadanos rechazan el ataque xenófobo a inmigrantes del pasado sábado

Manifestantes sostienen una pancarta durante la protesta.
Manifestantes sostienen una pancarta durante la protesta.JUAN CARLOS ULATE (REUTERS)

Cientos de manifestantes han marchado este sábado por la principal avenida de San José para protestar contra los actos xenófobos que ocurrieron hace una semana en Costa Rica. Una turba atacó con esvásticas y cócteles Molotov a inmigrantes nicaragüenses en un parque de la capital donde suelen reunirse.

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De este mismo parque, llamado La Merced, en el extremo oeste del casco capitalino, ha partido una de las dos columnas de manifestantes que han entonado consignas como "nadie es ilegal", en alusión a los más de 23.000 nicaragüenses que han iniciado la solicitud de refugio en Costa Rica en los últimos meses, alegando que son perseguidos por los grupos aliados del Gobierno de Daniel Ortega.

Banderas de ambos países se han mezclado con las divisas de al menos tres partidos políticos en una actividad que ha culminado hacia el mediodía, cuando se han unido en la Plaza de la Democracia los dos grupos: el de La Merced y otro proveniente del este, desde la Universidad de Costa Rica (UCR).

Esta universidad pública, la más grande del país, ha auspiciado la manifestación convocada por varias organizaciones pro derechos de los migrantes. La convocatoria ha atraído más personas de las esperadas en este país poco dado a las manifestaciones callejeras. Resultaron insuficientes las 500 camisetas y las 800 pegatinas impresas por la organización con la leyenda: Xe-NO-Fobia.

Al lugar han llegado también ciudadanos nicaragüenses y lideres de esta comunidad, la más grande entre las poblaciones extranjeras en Costa Rica, donde casi el 10% de los habitantes provienen del exterior. Uno de ellos es Danilo Martínez, que vive en el país desde hace más de 30 años. Lo ha hecho, acompañado de su hija de dos años, Daniela, nacida en Costa Rica, para reaccionar contra "algo que nunca antes había visto" y para "apoyar a los nicaragüenses que acaban de venir, que sólo buscan refugio".

La migración desde Nicaragua es común en Costa Rica por razones laborales. La mayoría se dedica a actividades domésticas, agrícolas y de construcción. Sin embargo, la crisis política y la represión en Nicaragua han influido en un aumento de los flujos migratorios. La mayoría entra por pasos ilegales y no todos piden asilo. Muchos se alojan con familiares o allegados. A la vez, otros inmigrantes que ya estaban en Costa Rica antes de abril han solicitado refugio, alegando la imposibilidad de regresar a su país.

La ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora, y el ministro de Educación, Édgar Mora, han participado en la marcha a título personal, pero representan en cierto modo la política de acogida del Gobierno dirigido por el progresista Carlos Alvarado, a pesar de las numerosas críticas que recibe desde grupos opositores y de los aprietos financieros del sector público. También han asistido excandidatos presidenciales y diputados como José María Villalta, del partido de izquierda Frente Amplio.

La marcha también ha mostrado su lado opositor contra el Gobierno de Ortega, con cantos como "Ortega y Somoza son la misma cosa", que entonaban militantes de la pequeña agrupación de izquierda Partido de los Trabajadores.

"Quizás Costa Rica necesitaba salir a la calle a gritar que tuvo una semana de vergüenza", ha dicho Patricia Mora, mientras el ministro de Educación ha subrayado el carácter pacífico de los costarricenses. "La ola xenófoba que se vivió la semana pasada no representó los valores de la educación costarricense, de tradición pacífica, fundada en la inclusión y tolerancia", ha apuntado.

A las manifestaciones también se ha sumado el presidente Carlos Alvarado, quien agradeció su presencia a través de sus redes sociales a "todas las personas que se manifestaron hoy", por recordar que "Costa Rica es un país de amor y solidaridad", no sin antes citar a Rubén Darío, quien dijo que "cuando el hombre ama de veras, su pasión lo penetra todo y es capaz de traspasar la tierra".

La marcha ha convocado también a migrantes de otros orígenes, como venezolanos y salvadoreños, poblaciones que también han incrementado su llegada a Costa Rica en los últimos años como refugiados.

"Es una disculpa", ha asegurado el catedrático de la UCR Carlos Sandoval, uno de los organizadores de la marcha y colaborador de la Red Jesuita para Migrantes en Costa Rica. "Manifestaciones hostiles y xenófobas han existido por muchos años, desdichadamente, pero ahora pasaron del discurso a la acción, algo que reveló la existencia de grupos que buscan usar la migración con fines políticos, como ocurre en otras partes del mundo".

Oficiales de la Policía de Migración y de la Fuerza Pública han custodiado la marcha, ante la advertencia sobre la posibilidad de que grupos xenófobos la entorpecieran. Sin embargo, no ha habido incidentes que forzaran la intervención de los policías.

La Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) de Costa Rica mantiene investigaciones para confirmar o descartar la participación de cuentas en redes sociales desde Nicaragua para azuzar la xenofobia contra los nuevos inmigrantes, la mayoría opuestos al Gobierno de Ortega, así como los encargados de convocar a la turba del pasado sábado. Ya están libres los 44 detenidos en esa jornada por agresiones y posesión de armas blancas o bombas caseras, incluidas personas con antecedentes delictivos y miembros de asociaciones del fútbol.

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