Un incendio cerca la ciudad boliviana de Tarija
El fuego se ha cobrado dos muertos, ha dejado de momento 10 heridos y ha arrasado 7.000 hectáreas. Es el peor incendio en Bolivia en 15 años
Dos muertos, diez heridos y 7.000 hectáreas dañadas ha dejado hasta ahora el incendio de la serranía de Sama, contigua a la ciudad de Tarija, en el sur de Bolivia. El ejército, la policía y cientos de voluntarios siguen combatiendo el fuego por tierra y aire, con la esperanza de controlarlo en las próximas horas. Su éxito dependerá sin embargo de las corrientes del viento.
Este incendio es el peor que ha sufrido Bolivia en los últimos 15 años. Aunque las llamas llegaron cerca de los barrios periféricos de la ciudad, causando un estado de conmoción y pánico en la población, las principales víctimas han sido hasta ahora los campesinos, que perdieron sus animales y cosechas. Además, el lugar es una “reserva biológica” en la que viven las especies típicas de la región. Todavía no se ha cuantificado la dimensión del daño, pero el gobierno ya ha declarado Tarija como “zona de desastre”, lo que significa que son cuantiosos.
Puesto que esta región boliviana es la principal productora del gas que exporta el país, varios gasoductos cruzan por la zona afectada por el fuego. Esto hacía temer que se produjeran accidentes. Sin embargo, las autoridades han asegurado que los tubos no estallarán.
Tres ministros se hallan en la ciudad de Tarija coordinando los esfuerzos para controlar el fuego y enfrentar las consecuencia en la salud de los habitantes de la humareda y la contaminación con cenizas.
Bomberos de la vecina localidad argentina de Salta se sumaron a la movilización en contra del incendio. Chile, que acaba de salir de una crisis de incendios forestales, ofreció ayudar, pese que se halla en un diferendo diplomático con el país.
Como nada de lo que ocurre en Bolivia, este drama tampoco ha estado exento de polémica política. El viernes, cuando el incendio que había comenzado días antes se convertía en una amenaza para Tarija, el presidente Evo Morales no se pronunció y, en cambio, cumplió su agenda cotidiana y dedicó la mayor parte de sus tuits a opinar sobre el conflicto venezolano.
Esto le mereció críticas de los políticos tarijeños, a las que el presidente respondió el sábado en una conferencia de prensa, señalando que la “derecha” que se había opuesto a la compra de helicópteros decidida hace años por su gobierno ahora le reclamaba porque estos aparatos no fueran suficientemente numerosos como para combatir efectivamente el incendio. También dijo que algunas autoridades locales que parecían muy agitadas por la emergencia, se limitaban a sacarse selfies junto a las llamas y a protestar contra el gobierno.
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