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Envenenado con agua radiactiva un sindicalista en Argentina

Damián Straschenco hizo saltar las alarmas del medidor de radiación de la central bonaerense de Atucha

Vista aérea de las centrales nucleares Atucha I y Atucha II, en la localidad bonaerense Zárate.
Vista aérea de las centrales nucleares Atucha I y Atucha II, en la localidad bonaerense Zárate.Facebook da Nucleoeléctrica

Por primera vez en la historia de Argentina, una persona ha sido envenenada con material radiactivo procedente de una de sus centrales nucleares. La víctima es el dirigente sindical Damián Straschenco, quien el pasado 9 de mayo hizo saltar las alarmas del arco de la central Atucha que miden la exposición a la radiación: su cuerpo contenía de 130 a 180 milisieverts, cuando la tolerancia máxima es de 20 por año. El personal de seguridad de la empresa buscó el origen de la contaminación y detectó que era la botella de agua personal que Straschenco tenía en su oficina, a la que se le había introducido intencionalmente agua pesada procedente del reactor, según reveló hoy el diario Ámbito Financiero. Straschenco se recupera bien del episodio de envenenamiento y está fuera de peligro, pero ha interpuesto una denuncia ante los tribunales por intento de homicidio. La empresa a cargo de la central atómica, Nucleoeléctrica, mantiene abierta una investigación interna en el complejo, situado en la localidad bonaerense de Zárate.

"Nunca creí que como trabajador podría estar expuesto a un atentado de estas características. Pero el detector de radiación saltó a mi paso, y aunque llegué en perfectas condiciones, me fui de mi trabajo con radiación en mi cuerpo. Esto vulnera no sólo nuestra integridad psicofísica sino también nuestra fuente de trabajo, pensar que entre nosotros trabajan y caminan a diario criminales es realmente preocupante", escribió Straschenco en un comunicado interno publicado por su sindicato, Luz y Fuerza. Fuentes de la empresa también confirmaron que Straschenco fue víctima del incidente. Aunque el episodio ha traído a la memoria el asesinato con polonio 210 sufrido por el exespía ruso Alexander Litvinenko en Londres en 2006, ambos hechos presentan pocas similitudes, ya que la contaminación que padeció el trabajador argentino es baja y "no representa un riesgo para su vida", según declaró la compañía al citado diario.

Un trabajador sin acceso al reactor

Straschenco no tiene acceso al reactor nuclear y los investigadores buscan averiguar cómo llegó el agua pesada hasta su oficina. "No sé por qué ni quién querría cometer este intento de homicidio, tal como está caratulada la causa presentada en el Juzgado Federal de Campana. No es mi función establecerlo tampoco, sí denunciarlo judicial y públicamente como lo estoy haciendo. Es un hecho de gravedad nacional e internacional, no sólo porque soy el secretario adjunto de un sindicato atacado desde distintos sectores, sino por la violación a todas las medidas de seguridad de una central nuclear", agregó el gremialista de Luz y Fuerza.

El dirigente sindical ha sido sometido a estudios de alta complejidad en el centro atómico para evaluar posibles daños. Aunque el nivel de contaminación es bajo, el envenenamiento por radiación puede provocarle complicaciones de salud a mediano y largo plazo.

El grave fallo en la seguridad de la central nuclear se produce dos semanas después de la visita de Mauricio Macri a Pekín, en la que se acordó la construcción de la central nuclear Atucha III con financiación china y un cuarto reactor en la povincia sureña de Río Negro.

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