Hospitales y prisiones se suman a la parálisis económica de Veracruz
Paralizados los 59 centros médicos de Veracruz en protesta por el impago de nóminas
La imagen de un Veracruz quebrado social y económicamente se puede resumir en cuatro escenas. La del gobernador, Javier Duarte, buscado por la Interpol y con más de 70 denuncias en su contra por enriquecimiento ilícito. Las decenas de alcaldes acampados y durmiendo a la intemperie exigiendo los recursos públicos comprometidos porque no tienen ni para pagar las nóminas.
La del municipio de Catemaco, cuyos pobladores prendieron fuego al ayuntamiento el sábado en protesta por el secuestro del párroco y la cuarta imagen, este miércoles, la huelga de todos los hospitales porque los médicos no han cobrado.
El Estado Veracruz, de más ocho millones de habitantes, amaneció hoy con hospitales e instituciones de salud tomadas por el personal sanitario en el marco en una rebelión de batas blancas que bloquea once cruces de calles de la ciudad de Veracruz y Boca del Río. Los 59 hospitales de la entidad sólo atienden urgencias en protesta porque los médicos y especialistas no han cobrado su sueldo y escasean los medicamentos y el material quirúrgico. Denuncian que no hay fármacos o que costosos equipos médicos de los hospitales fueron saqueados.
Con pancartas, los trabajadores del Sindicato de Trabajadores de la Salud (STSE) demandaron el pago del incremento salarial, dotación de uniformes, primera quincena de noviembre y salarios de hasta cuatro meses a promotores voluntarios.
Horas más tarde se sumaron a los médicos y galenos los funcionarios de prisiones. En al menos en cinco de las 17 cárceles de Veracruz, con más de 7.000 presos, hay quejas de los trabajadores. Denuncian que 1.500 empleados no recibieron en tiempo y forma el pago quincenal, por lo que decidieron iniciar protestas. Las oficinas centrales, ubicadas en la capital Xalapa, fueron tomadas y los trabajadores se mantienen en el exterior para exigir el pago de las nóminas.
El Estado de Veracruz está a un paso de declararse en bancarrota debido a los malos manejos del gobernador fugado y los créditos que ha tenido que pedir y que ahogan las cuentas públicas. En las últimas semanas el gobierno de Enrique Peña Nieto aprobó una inyección extraordinaria de recursos para permitir que la entidad siguiera operando con normalidad, sin embargo, los recursos no llegan o lo hacen tarde.
El pasado 2 de julio el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió por primera vez en sus casi 80 años de vida las elecciones a gobernador de Veracruz. Miguel Ángel Yunes del opositor Acción Nacional (PAN) tomará posesión en diciembre de un estado soliviantado, tercer en número de habitantes, al que llega con unas arcas tan vacías, que ni siquiera servirán para calmar los ánimos.
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