Rosa Margarita Ortiz, esposa de un político mexicano, denuncia una violación en un autobús

Rosa Margarita Ortiz tomó un autobús en la Ciudad de México para ir al norte. En su camino hacia San Luis Potosí tenía que cruzar uno de los focos rojos más peligrosos del país, el Estado de México. En un vídeo que ha publicado su marido, Adolfo Micalco, exlíder del PRI potosino, la mujer denuncia que unos hombres armados asaltaron el vehículo y la violaron delante de su hija y de su sobrina. Después de una semana de los hechos, Ortiz mira a la cámara con un ojo hinchado y un collarín y se pregunta: "¿Por amor de Dios, qué pasa en México?".

La autovía no estaba sola. Había tanto tráfico que el autobús de lujo de la línea ETN ni siquiera podía avanzar. Los delincuentes aprovecharon esta situación para robarles todo lo que llevaban los 21 pasajeros. Estaban en el municipio de Coyotepec, a escasos 40 kilómetros de la capital.

El Estado de México, el más poblado del país con más de 15 millones de habitantes, abraza por el norte la capital. Tiene las cifras más negras en casi todo: homicidios, secuestros, violaciones, robos, pobreza urbana y violencia machista. Para salir de la Ciudad de México por carretera uno debe cruzar pequeños municipios desiertos y oscuros por las noches. Robar o matar en esa zona sale prácticamente gratis, la impunidad campa a sus anchas por la entidad más violenta. Sólo un 10% de los delitos se denuncian.

Teniendo en cuenta ese mínimo porcentaje, desde 2015 hasta abril de este año se han registrado en esta entidad al menos 2.200 violaciones, más de seis mujeres al día. Las autoridades del Estado no proporcionan cifras sobre robo en carreteras y mantienen ese apartado en ceros, pese a ser uno de los trayectos más transitados y peligrosos del país.

"Hago un llamado a todas las mujeres que han sido objeto de esta injusticia. Por mi y por las que vienen. Ya tiene que parar esto. ¡Basta!", señala Ortiz indignada antes de recordar con detalles lo que sucedió hace una semana. Cuando entraron los delincuentes al autobús, todos los pasajeros se fueron atrás y entregaron lo que llevaban. Su hija se había encerrado en el baño y a su sobrina la abofetearon. La única a la que dejaron sentada en su sitio en la primera fila fue a Ortiz. Pero antes le propinaron un duro golpe en el ojo derecho con la culata de la pistola (cacha).

"Nunca opuse resistencia porque sabía que si lo hacía me iban a matar", cuenta Ortiz en el vídeo. Cuando ya habían asaltado a todos, uno de ellos abusa de la mujer sin soltar en ningún momento su arma, que presionaba fuerte contra la cabeza de Ortiz mientras la amenazaba con que la iba a matar si decía algo y que la iba a bajar y llevarla con él, cuenta entre sollozos.

La empresa ETN publicó un comunicado con los detalles del suceso y señala que los hechos "son ajenos totalmente al protocolo de seguridad" de sus unidades. Ortiz y su marido denuncian que el conductor, con más de nueve años en la compañía, era cómplice de los delincuentes. La línea lo desmiente rotundamente y alega que él también estuvo amenazado durante el asalto.